En el Palacio de Ayete, San Sebastián, 19 de agosto de 1963.

 
En la alocución dirigida por Su Excelencia el Jefe del Estado al Consejo Provincial del Movimiento se refirió a la vertiente de la eficacia como elemento necesario en la vida política de los pueblos.

Guipúzcoa le había planteado su problemática urgente en lo agrícola, en lo industrial y en materia de caminos públicos mediante la palabra precisa e informada del Jefe Provincial del Movimiento. El Caudillo manifestó su complacencia por ello, ya que todo problema que plantea nuestra provincia obedece a un ritmo creciente de su progreso, y éste obedece a la eficacia de una acción impulsada a un objetivo común, objetivo que se impone a todos los partidismos. La eficacia en el caso presente es el resultado de la unidad nacida de una decisión política que figura en vanguardia de todas las posturas presentes.

Tanto las guerras como la necesidad de elevar los niveles de vida aumentando la productividad son lecciones para las conciencias honradas, que imponen la revisión de conceptos. Nosotros los revisamos ya, en su día, hace veintisiete años, y podemos hablar de una vertiente de eficacia, por cuanto a pesar de todas las ofensivas de gran estilo y de todos los estilos que se han lanzado contra esta fortaleza que es España para abatirla, permanece invulnerable y de ella se transmiten luces de verdad para todo el mundo. Y el «a vuestras órdenes, señor» adquiere una vez más vigencia de unidad y lealtad respaldados por todo un pueblo.