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LIBRO FIRMAS

SUGERENCIAS

 

Discursos y mensajes del Jefe del Estado, 1961.


 
Discurso en la entrega de títulos de empresas modelo y productores ejemplares de la Organización Sindical.

Palacio de El Pardo, de Madrid, el 18 de julio de 1961.

El contenido de este acto dice mucho más que lo que pudieran expresar las palabras. Nos demuestra cómo al cabo de veinticinco años de nuestra Cruzada ha arraigado en nuestra Patria el sentido social y el espíritu de justicia. Estas Empresas ejemplares, que adelantándose a la legislación laboral y siguiendo un sentido humano aumentaron notablemente las mejoras de los trabajadores y empleados, son un ejemplo a seguir por todos los empresarios españoles. Estos otros hombres, encanecidos en el trabajo tras una vida dura y humilde, reflejan también el espíritu de servicio y sacrificio de nuestros trabajadores. Y esta juventud que es nuestra esperanza, estos becarios meritorios de la Organización Sindical que van ganando galardones y alcanzando puestos en la sociedad española, nos colman de satisfacción, porque indican que en España verdaderamente ha empezado a amanecer.

Las inquietudes del Movimiento Nacional en lo social se retraen al año 1938, en plena Cruzada, cuando fue decidido nuestro ideario, establecido en el Fuero del Trabajo. Desde entonces a aquí es un camino constante de trabajo y sacrificio para, dentro de la mayor armonía y de un progreso constante económico, ir forjando la España más grande, la España más justa.

Tres facetas tiene nuestro Movimiento: la religiosa, la social y la nacional; facetas inseparables. Porque no podría realizarse una justicia social, un avance y un progreso social eficiente y profundo si no existiera un estado superior de conciencia. No es el materialismo el que nos guía, sino un sentido social de la justicia y un espíritu de caridad y de fraternidad cristianas entre los hombres, que solamente con la ley de Dios puede lograrse.

Podrán conseguirse metas importantes por el orden del materialismo histórico y aun en el de las realizaciones nacionales, pero inestables; no se puede crear una sociedad justa y perfecta si no se asienta sobre los principios de la ley de Dios. Y todo ello tampoco podría lograrse sin la satisfacción de ir conquistando estas metas progresivas en la mejora y progreso de la Nación, ya que lo mismo que en Medicina existe la fisiología de los individuos, existe en lo nacional la fisiología de las naciones. Y sería una locura precipitar las etapas para caer en el vacío, como les sucedió a tantas naciones. Es necesario hacer lo que se pueda y lo que se deba, asegurar la victoria, y esta victoria la tenemos en nuestras manos y se proyectará en el futuro, como habéis podido contemplar ayer ante ese Ejército potente que defiende nuestras fronteras y con esa masa regia de españoles firmes en la victoria, que supieron conquistar con la sangre de los mejores; que no constituye un suceso corriente en la política, sino un acontecimiento nacional trascendente, respaldado por la reciedumbre de sus vidas y de su sangre.

¡Arriba España!


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© Generalísimo Francisco Franco. Noviembre 2.003 - 2.007. - España -

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