26 de noviembre de 1954.

-¿Qué alcance para el futuro de Europa, concede V. E. a los acuerdos que proporcionan la participación de Alemania occidental en el pacto de Bruselas y en la N. A. T. D.?

«Considero a Alemania el país clave para la paz de Europa. Su incorporación al mundo occidental es esencial para su defensa. Si de verdad queremos la paz, hay que superar la política de vencedores y vencidos, y la incorporación de Alemania occidental al pacto de Bruselas, si no se desvirtúa, es iniciar este camino.»

-¿Cree V. E. que estos acuerdos tenderán a perpetuar la división de Alemania o pueden ser el camino para la eventual unificación pacífica de ese país?

«Por encima de las maquinaciones de las naciones y de los propósitos de sus Gobiernos están las realidades, que acaban imponiéndose. El espíritu de unidad del pueblo alemán triunfará, a la, larga, por encima de todos los episodios y de todas las voluntades.»

-¿Qué efecto cree V. E. que estos acuerdos tendrán sobre la política soviética en Europa y, especialmente, sobre las relaciones de Rusia con el mundo libre?

«Cuanto más unido se muestre el Occidente, más razonable se ha de presentar la política soviética en sus relaciones con el mundo libre.»

-¿Qué significación concede V. E. a las tentativas soviéticas para realizar otra conferencia con las potencias occidentales sobre Alemania?

«La misma que el Occidente en general le ha dado; esto es: dificultar el afianzamiento de esa unidad del Occidente, intentando crear diferencias y escisiones entre sus pueblos. Si otra cosa implicase, está en su mano demostrarla, no con palabras ni con conferencias, que ya ha habido bastantes, sino con hechos.»

-¿Cree V. E. que la llamada política de coexistencia, por la que abogan los dirigentes de Rusia, representa que ellos han abandonado el dominio comunista del mundo como su último objetivo o que ellos están simplemente cambiando su táctica?

«Si al correr de treinta y cinco años y en tiempos de fracasos los soviets han mantenido ese propósito de intentar dominar al mundo por medio del comunismo, no parece que con una Rusia victoriosa y los resultados alcanzados sobre áreas tan extensas de población en Europa y Asia sea éste el momento en que haya de rectificar sus objetivos.»

-Si este último es el caso en cuestión. ¿por qué, en opinión de V. E., han cambiado ellos de táctica?

«Si los fines del comunismo soviético se han mostrado siempre como invariables, su táctica se viene adaptando a las distintas situaciones. Hoy necesitan los soviets de tiempo y espacio para digerir y asimilar cuanto han devorado, poner a punto su máquina bélica y dar satisfacción a la crisis de su política interna, motivada por el fracaso de treinta y cinco años de terrorismo policiaco.»
 

-¿Cuál cree V. E. que ha de ser la actitud del mundo civilizado y libre hacia la política de coexistencia?

«Una actitud de desconfianza, exigiendo la abstención de los agentes soviéticos en la acción disolvente y revolucionaria sobre la política interna de los otros pueblos y con demostraciones palpables de esa buena voluntad de coexistencia, firma de los tratados de paz y devolución, a los pueblos, de la soberanía que contra todo derecho retiene. Cualquier otra conducta seria hacerle el juego a la U. R. S. S. y resultaría fatal para el Occidente.»