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SUGERENCIAS

 

Discursos y mensajes del Jefe del Estado.


 
Palabras en la Diputación de Navarra.

 03 de diciembre de 1952.

Navarros y españoles todos:

No puedo venir a esta bendita tierra de Navarra sin la emoción de aquellos primeros días de nuestro Movimiento, cuando bullía esta plaza de entusiasmo, los mozos se lanzaban a la calle a pedir un arma y las madres empujaban a sus hijos a la defensa de la fe y de la tradición. La emoción de aquellos días se renueva siempre que os visito. Aquélla fe que tenia España depositada en la tierra de Navarra se cumplía con creces el 19 de julio, cuando la explosión del entusiasmo de esta comarca lanzó a sus juventudes por los valles y las montañas a rescatar una vez más a España de las manos de sus eternos enemigos, los ejecutores de la anti España y el anti Dios.

Esto ha unido Navarra a nuestros corazones y con cadenas más fuertes que las de vuestro escudo.

La Cruzada española, que un Pontífice la calificó así, con esta expresiva palabra, aquélla Cruzada sigue perenne entre nosotros. Poco importaría que guardásemos nuestra fe como la veníais guardando en vuestros hogares, porque vosotros sabéis bien cómo, pese a todos los esfuerzos, en esta misma tierra de Navarra avanzaba el materialismo por la ribera y por los valles, lo mismo que sucedía en otras regiones, en las que sucumbía su espiritualidad al compás que establecían las Casas del Pueblo y las logias masónicas.. .

Todo aquel siglo XIX masónico, que terminó en marxista, es la justificación de las Cruzadas tradicionalistas españolas. No era un problema dinástico el que enfrentaba a los españoles, sino un problema de principios, de verdaderos principios; y yo os digo aquí, en esta plaza de Navarra, ante los combatientes de ayer, ante las madres de los que cayeron, que lo que nos importa a nosotros, a mi y a vosotros, es la «legitimidad de ejercicio», el que no se tuerza la Cruzada española y que guardaremos simplemente, con la fe de nuestros mayores, nuestras más caras tradiciones, Y que en la barrera de nuestras montañas, en nuestra áspera geografía, opongamos la fortaleza de vuestros corazones a los peligros que de Oriente vienen; a esos vientos engañosos que desarman lo que pretenden esclavizar, en el escudo de Navarra encontraréis el más grande símbolo; no en vano reza la copla: «Si el escudo de Navarra tiene cadenas de hierro, no fue porque las forjaron, sino porque las rompieron»...


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© Generalísimo Francisco Franco. Noviembre 2.003 - 2.006. - España -

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