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SUGERENCIAS

 

Discursos y mensajes del Jefe del Estado.


 
Mensaje a los pueblos Árabes.

05 de abril de 1952.

«En los momentos en que, haciendo honor a vuestra invitación, mi Ministro de Asuntos Exteriores, al frente de una Misión extraordinaria, sale para vuestros países, quiero expresaros mi sentimiento porque las tareas de gobierno y de dirección de la nación no me hayan permitido el ausentarme para realizarlo yo personalmente.

Al correr de estos años he visto con satisfacción cómo se han estrechado los lazos que vienen uniendo a nuestros pueblos después de siglos de convivencia, que dejaron en nuestra Patria huella profunda de aquel pasado común que se acusa todavía en la grandeza de los monumentos de aquellos siglos de brillante cultura, que culminó en el Califato de Córdoba con su floración de sabios, artistas y poetas, admiración del mundo de su tiempo y que, superando diferencias. enorgullecen por igual a árabes e hispanos.

Asistimos nuestra generación a un paralelo resurgir de los pueblos árabes e hispánicos, en contraste con la decrepitud de otros países; y España, en el estrecho de las comunicaciones, en el camino en que un día chocaron las civilizaciones y los pueblos, en una indiscutible floración ,de juventud y unida a unos y a otros por vínculos de sangre y siglos de Historia, se ofrece hoy como lazo de unión a los pueblos que en un ímpetu juvenil renacen a una nueva vida.

La espiritualidad, la tradición y el sentido religioso que siempre ha caracterizado vuestra vida, y que conserváis como la más estimada joya en vuestros hogares, son comunes a los que, como nosotros, amantes de su fe y dio sus tradiciones, venimos defendiendo, en este espolón occidental de la vieja Europa, la espiritualidad y el sentido religioso de la vida.

La amenaza que el materialismo ateo representa para todos los pueblos creyentes acerca evidentemente a los que ponemos esta espiritualidad y los conceptos trascendentales de la vida por encima de los bienes materiales y estamos dispuestos a cerrarle el paso a ese materialismo grosero, destructor de las esencias vitales de los pueblos. Contra esta amenaza se levantó un día nuestro Movimiento nacional, considerado entre nosotros como una verdadera guerra santa, y que la sensibilidad exquisita del pueblo marroquí supo comprender al unir voluntario su sangre a la nuestra en la defensa de una espiritualidad y un sentido trascendente de la vida peligrosamente amenazados.

A reforzar este vínculo de tradición e historia, de pensamiento y de efectos, de anhelos comunes de vida en paz en un mundo mejor, os envía España esta Misión extraordinaria, que a la par que testimonie a vuestros Jefes de Estado y hombres de gobierno la expresión de gratitud de la España nacional por la digna actitud que en su defensa y en la de la justicia mantuvieron en el campo de los debates internacionales, os lleva, con la expresión de nuestro cariño, el deseo de conocer la intimidad de vuestro pensamiento y de vuestras necesidades que nos permita en el futuro el estrechar más nuestras relaciones en el campo de nuestros ideales y de nuestros comunes intereses.

Altos y levantados son, como veis, los móviles de la visita de mi Ministro a las naciones árabes, como claros y limpios sus fines y objetivos; que si en el orden político no puede negarse su alcance y trascendencia, acusan la nobleza y rectitud de sus fines constructivos, equitativos y justos en servicio de lo que a todos conviene y a nadie hostiliza. En esta hora de descomposición social, en que la unidad del género humano amenaza romperse, España, que en las encrucijadas más graves de la Historia ha respondido siempre a su misión civilizadora, está también ahora dispuesta a brindar al mundo ejemplos de comprensión y de colaboración internacional desinteresada y generosa.

Y así como su alianza. con Portugal constituye para los países un modelo ,de buena vecindad, y su inteligencia con las naciones de nuestra estirpe la lleva a formar con ellas, en el concepto de la Hispanidad, una verdadera familia de pueblos, así también se halla preparada a estrechar sus vínculos, en el área de sus ideales y de sus comunes intereses, con el mundo árabe, pues sabe bien que en su corazón, por alcurnia histórica, por parentesco racial y, sobre todo, por su afinidad en el campo del espíritu, los españoles tienen siempre un puesto, del mismo modo que los árabes lo encontrarán siempre en el nuestro, y tanto como en el que más, en el de su Caudillo, que os saluda y envía la paz con loor a Dios.»


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© Generalísimo Francisco Franco. Noviembre 2.003 - 2.006. - España -

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