23 de
julio de 1937.
Al cumplirse el
primer aniversario de la muerte gloriosa de Onésimo Redondo,
Caudillo de Castilla, caído en acto de servicio por España y por
la Falange, a la que en primera línea y desde primera hora
consagró su vida, su talento y su palabra, quiero significar el
Secretariado político, para que a su vez lo haga llegar a todas
las masas juveniles de la Falange Española Tradicionalista y de
las J.O.N.S. , aliento y fe de nuestro Estado
Nacional-Sindicalista, mi recuerdo emocionado a quien supo cumplir
en todo momento, tan ejemplarmente, sus deberes para con la
Patria.
Al frente de la
legión de nuestros caídos, Sangre bendita de héroes y mártires,
Promesa del futuro.
ONÉSIMO REDONDO,
¡PRESENTE!
¡ARRIBA ESPAÑA!