13 de
junio de 1937.
El que llamabais
cinturón de hierro. ha sido roto por nuestras tropas. Nada puede
contener el victorioso y arrollador avance del Ejército nacional.
De un momento a otro estará Bilbao bajo el fuego. de nuestros
fusiles y es inútil cualquier resistencia.
Si queréis evitar
la destrucción del resto de Vizcaya y que la guerra se adueñe de
la capital y de la zona que aun os queda, entregad las armas. Nada
tenéis que temer, si no habéis cometido nada grave. Si os entregáis,
aprovechad los momentos que aun os quedan.
Si persistís en
la rebeldía, sólo la muerte y la destrucción os esperan. Habéis
sido continua ,y vilmente traicionados por vuestros jefes que os
han sacrificado a sus ambiciones bastardas.
No vaciléis en
entregarlos a la justicia de los nacionales y que ellos solos
paguen su contumacia y sus traiciones. No perdáis un momento, que
la batalla, una vez desencadenada, es difícil contenerla. Imponed
vuestra voluntad y entregaos a la generosidad de la España
Nacional.