A los 66 años de una gran fecha


Sale “La Vanguardia” el 27 de enero de 1939

Los propietarios del diario “La Vanguardia”, los condes de Godó tomaron posesión del periódico, incautado primero por la Generalidad y convertido después, en portavoz del Gobierno Negrín. En la misma noche del 26, los talleres de “La Vanguardia”, prepararon el número del día 27, un ejemplar histórico, que constaba de cuatro páginas. Esta edición llevaba el número 22.575 y seguía en el orden al último número aparecido antes de que el Gobierno de la Generalidad se incautase del periódico. Las hemerotecas se han encargado de conservar la continuidad de esa publicación centenaria disponiendo de los 782 números aparecidos entre el 19 de julio de 1936 y el 26 de enero de 1939.

El número de “La Vanguardia” del viernes 27 de enero, debajo del nombre de los fundadores, D. Carlos y D. Bartolomé Godó, figuraba: “Diario al servicio de España y del Generalísimo Franco”, y con un gran frontispicio patriótico, cuyo contenido era el siguiente:

Barcelona para la España invicta de Franco

En este momento histórico LA VANGUARDIA dice ¡Presente!

 

LA VANGUARDIA reanuda hoy su publicación recuperando el ritmo perdido hace dos años y medio. La grandeza histórica del momento en que vivimos no es clima propicio a exaltaciones desmesuradas. El glorioso Ejército liberador del Generalísimo, que con tan natural heroísmo ha llevado a cabo la gesta ingente de nuestra liberación, ha de darnos la tónica. Simplemente la actitud de LA VANGUARDIA liberada ha de ser esta, por hoy: decir “Presente!”. Aquí está de nuevo el veterano diario para defender los postulados que han sido carne de su carne y entraña de su entraña, los añejos ideales eclipsados por esa ola de locura que lo ha envuelto todo durante los últimos treinta meses, por esa pesadilla horrenda de la que acaba de sacarnos con sin igual heroísmo el ejército de Franco.

Tiempo habrá para volver sobre el pasado ignominioso. Ahora sólo cabe en nuestros pechos el júbilo de la liberación y el deseo ardiente de servir a España, a la España inmortal, a la España eterna, simbolizada por esa invicta bandera bicolor que ayer, con lágrimas en los ojos, vimos ondear los barceloneses sobre nuestras cabezas abatidas por tantos infortunios.

Salimos a la calle como podemos. Una de las últimas gestas de los fugitivos fue destrozar nuestra maquinaria. Jefes del glorioso Ejército Nacional y corresponsales de Prensa al servicio de España han podido comprobar por sus propios ojos, en la visita con que nos honraron anoche, esa última muestra de cultura, de amor al obrero y a los instrumentos de trabajo que han dado en su huída los representantes de la autoridad roja. Y no se crea tibia nuestra reacción. Es que hace mucho tiempo hemos agotado la capacidad de indignarnos, y sabemos dar por bien sufrido todo lo sufrido si ello sirvió para conducirnos a este glorioso renacer que estamos viviendo.

Por hoy, borremos el pasado. Es la hora del júbilo primero y la hora de incorporarnos con la máxima buena voluntad a la obra ingente de reconstrucción que lleva a cabo el glorioso Ejército Nacional. A su servicio estamos como un soldado más dispuestos a ocupar el puesto que se nos designe.

            ¡Viva España! ¡Arriba España! ¡Viva el Generalísimo Franco!

 

© Generalísimo Francisco Franco.


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