A
la espalda del altar mayor, muy cerca del Cristo del
escultor Zumaya, tallado en madera de un árbol que
cortó el mismo Francisco Franco. Hasta allí lo
conducen. Los restos mortales no pertenecen a la
familia, ni a los oficiales de su guardia, ni siquiera
al Estado español. El Ministro de Justicia, señor
Sánchez Ventura, en su calidad de Notario mayor del
Reino ha tomado el juramento: «¿Juráis que el
cuerpo que contiene esta caja es de Francisco Franco
Bahamonde, el mismo que os fue entregado a las seis
treinta horas de hoy en el Palacio de Oriente?» En la
emocionada respuesta el llanto es incontenible.
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