NOS HA ESCUCHADO CON
EL MAYOR CARIÑO
Por
Santiago BERNABEU
Me daba la
impresión desde el primer momento
que tuve eL gusto de conocerle en una taberna que había en la calle
Ventura de la Vega, Casa Cecilio, en el año 1934, que iba a comer con
su primo el General Franco Salgado. Yo iba a otra mesa contigua donde
comía con un amigo diputado radical, Rey Mora, que era muy madridista,
tremendamente madridista. El que fuera allí me dio prueba de que era
una persona muy sencilla.
Siendo yo
presidente del Madrid, en las fina1es de Copa de España. generalmente
éramos presentados a él los dos presidentes de los clubs finalistas.
Una vez recuerdo que hablamos de pesca, pues había pasado frente a
Santa Pola en el yate «Azor» para pescar en la isla de Tabarca.
La última
vez. cuando le llevamos a El Pardo el proyecto del nuevo estadio, y al
terminar la película. que le mostrábamos dijo: “Esto es una
preciosidad.”
Otra vez
recuerdo que fui con los jugadores de baloncesto que habían ganado la
Copa de Europa y le dije: ¿«Me permite S. E. que le cuente una anécdota?»
Me contestó: «Sí. Sí. Cuéntemela.» Le dije que los manchegos y los
gallegos éramos muy parecidos en nuestra filosofía. Que una vez un
jugador gallego del Madrid me dijo “Discúlpeme usted de lo que hecho
porque para mí ha sido usted mi padre”. Pero luego, al marcharse, se
volvió y me dijo: “Bueno, ha sido usted mi padre hasta ahora.” Y se
río a todo reír. Es decir, con nosotros siempre ha sido una persona
sencilla y que nos ha escuchado con el mayor cariño.
Lamentamos
mucho su óbito y le deseamos que por el sufrimiento y el trabajo tan
enorme que ha hecho por nuestro país que Dios le lleve al cielo.
