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San Sebastián -
La
expedición de AJE y MCE que se desplazó a San Sebastián hizo una
obligada visita al lugar donde murió en accidente el insigne General
D.Emilio Mola Vidal, director y preparador del Movimiento Nacional,
que pereció al estrellarse su avioneta en Alcocero, ya para siempre
Alcocero de Mola, un 3 de junio de 1.937.
En
la capital guipuzcoana se celebró una comida de hermandad, presididos
por la enseña nacional. Carlos Indart, Presidente provincial de la
Fundación Nacional Francisco Franco, pronunció un sentido discurso
recordando a tantos que nos han precedido. Entre ellos, el ex alcalde
de Andoaín, Pedro Gallo, que nos acompañaba otros años, que dos
veces sufrió atentados de ETA que fracasaron y que ha fallecido el 10
de mayo de este mismo año.
José
Luis Corral habló de las enormes diferencias entre los dos bandos
enfrentados. Aunque la gente simplista pretenda despachar la cuestión
con banalidades del estilo de "todos hicieron barbaridades".
Entre los rojos hubo facinerosos y asesinos sin escrúpulos que mataba
a gente inocente. Si luego esos criminales fueron ajusticiados, no
significa que ambos bandos fueran iguales. Unos perseguían la religión
y otros la defendían. Unos tenían chekas y otros tribunales
militares con una garantía procesal. Unos supieron superar sus
diferencias con la suprema autoridad del Caudillo y otros se mataron
entre sí como bestias. Cabe recordar los brigadistas internacionales
que fueron víctimas de su jefe, el "carnicero de Albacete",
André Marty; o los milicianos fusilados por resistirse a ir al frente
en Aravaca, unos 200, enterrados juntos a mártires como los dos
Ramiros, Maeztu y Ledesma. O los recién conocidos casos de docenas de
brigadistas de la 84 Brigada de que conquistó Teruel, mandados por el
alcalde socialista de Mérida, que fueron fusilados por resistirse a
suspender su permiso tras la dura batalla. No, en la lucha entre el
bien y el mal, los nacionales fueron los del bien y los rojos los del
mal.
® Información facilitada por AJE.