Alcalde de Benidorm, siempre fiel a Francisco Franco.
Si de dicen que caí.
Las Provincias. Por Juan Navarro.
04/04/2008. http://www.lasprovincias.es/valencia/20080406/alicante/dicen-20080406.html
El
general Franco me miró fijamente, con esa mirada que penetraba hasta el alma.
¿Y dice usted Zaragoza, que el gobernador civil y dos ministros han solicitado
al Arzobispado de Valencia que le abra expediente de excomunión? Si, mi
general. Bien, bien. A partir de ahora, Zaragoza, cuando tenga algún problema,
no vaya al gobernador civil, trátelo directamente conmigo. Ahora, márchese a
Benidorm y haga lo que tenga que hacer. Seis meses después, Camilo Alonso Vega,
ministro de la gobernación, su esposa y Carmen Polo, esposa del general Franco,
pasaban una semana en mi casa".
Pedro
Zaragoza Orts nació el 15 de mayo de 1922 en la calle de Tomás Ortuño 6, en
Benidorm, donde en la actualidad tiene su despacho de abogado. Era hijo único
del matrimonio de Pedro Zaragoza Such, capitán inspector de la Compañía
Trasatlántica Española y de Francisca Orts Barceló. La madre murió a los
diecisiete días de nacer Pedro, que fue bautizado en la iglesia parroquial de
Santiago de Benidorm. Sus primeros estudios los realizó en una escuelita de las
hermanas de la doctrina cristiana donde su tía Pepita Orts, sor Adoración del
Niño Jesús, daba clases.
En
la escuela nacional de don Ernesto de León, cursó la primaria y el ingreso lo
preparó con José Pérez Devesa, jefe de telégrafos. El bachiller lo estudia
libre en Alicante, hospedándose en el Hotel La Balseta de la calle Manero Mollá.
La guerra civil lo sorprende en tercero y abandona los estudios. "Me afilié
a la CNT para obtener un trabajo y gracias a Francisco Agulló, "el
carbonero", entonces secretario general, me puse a trabajar descargando
sacos y haciendo cuentas en abastos. No quería que a mi padre le faltase lo que
más le gustaba: pan blando y café." Termina la guerra y se matricula en
la Escuela Náutica.
Pedro
quería ser marino como su padre, pero éste se opuso; "mi padre me dijo:
con 21 años yo mandaba un barco, tú no lo harás ni con 70" Suspendió
Cabos y Nudos, la asignatura más difícil y se marchó a hacer la mili a
Madrid, en el Ministerio de Marina. Juan Pereira le ofrece trabajo en una
empresa de abonos minerales, viaja por España y se establece en Piedrasalbas (Cáceres),
donde llegó a ser gerente de la fábrica y accionista de la empresa.
"Una
mañana, la Guardia Civil me dio la noticia de la muerte de mi padre y me marché
a Benidorm." Pedro entierra a su padre y decide quedarse en Benidorm para
arreglar la herencia. Conoce a Antonio Ramos Carratalá y comienza a trabajar en
la oficina de Villajoyosa de la Caja del Sureste ya que Benidorm no tenía
oficina. "Mi primer jefe fue Jerónimo Llorca, una gran persona".
Poco
tiempo después se inaugura una ventanilla al público, en los bajos de su casa,
de la Caja del Sureste, que más tarde sería la sucursal de Benidorm.
"Fue
la primera entidad financiera que abrió en Benidorm y tuve la suerte de que
tocase el gordo de la lotería en Benidorm; como acabábamos de abrir, el
crecimiento de la oficina fue espectacular." Pedro se casa con María Ivars
el 24 de septiembre de 1952. El matrimonio tiene cuatro hijos. Meses antes, el
gobernador civil Aramburu le ofrecía la alcaldía de Benidorm que no aceptó.
"Había tres candidatos: Andrés Alemany Baeza, Francisco Ronda Vives y el
actual senador Miguel Barceló Pérez".
Aramburu
insiste y Pedro acepta por tres meses; corría 1951. "Accedí a la alcaldía
con un presupuesto de setenta mil pesetas y 1.700 habitantes" Su primera
actuación fue llamar a un grupo de arquitectos, liderados por Francisco Muñoz
Llorens y establecer el primer plan general para ordenar el territorio. Otra de
sus actuaciones fue el decreto que autorizaba el uso del bikini en todas las
playas del término municipal de Benidorm. "El gobernador me informó que
el arzobispo de Valencia me quería excomulgar, lo cual implicaba la separación
matrimonial y pérdida de muchos derechos"
Pedro
pide una entrevista a Franco y previamente visita al ministro de la Gobernación,
Camilo Alonso Vega, al que pide ayuda. Le avisan de la Jefatura del Estado que
Franco le espera y Pedro, en una Vespa, se traslada a Madrid. "Le dije a
Franco la verdad. Necesitábamos divisas y el turismo nos las ofrecía. Franco
me indicó que volviera a Benidorm y que me olvidase del tema." En 1966 es
nombrado presidente de la Diputación de Alicante y en 1970 director general de
Actividades Turísticas, para, posteriormente, ser nombrado gobernador civil de
Guadalajara.
En 1975, tras la muerte de Franco, cesa de sus cargos políticos y se dedica a terminar Derecho, consiguiendo la licenciatura en 1976. Como empleado de la Caja del Sureste, pide el reingreso y la Confederación de Cajas lo reclama para jefe de promoción, donde al cabo de un tiempo se jubila. Durante su época de director general de Actividades Turísticas, multiplicó los festivales de verano, llegando incluso a Viña del Mar, en Chile. "Allí conocí a un caballero llamado Salvador Allende, me lo presentó Juan Audueza Silva, alcalde de Viña del Mar. Tuve una gran amistad con Allende, de hecho, sus memorias están en mi archivo con una carta personal de él, autorizando su publicación, que por deseo personal suyo no puede hacerse antes del año 2010".
Falangista hasta la médula, votó en contra de la Ley de Reforma Política y de
la Ley de Sucesión de 1969 en la que se nombraba a Juan Carlos de Borbón
sucesor de Franco a título de rey. "Agatángelo y yo votamos en contra. He
pedido varias veces el certificado de mi votación y siempre obtuve silencio.
Soy falangista, pero si alguien me dice que soy de derechas me sienta peor que
si me insultasen". Sigue trabajando en la misma casa donde nació.
"No tengo miedo a la muerte, únicamente respeto. Para mi sólo hay un
mandamiento: Ama a Dios sobre todo y al prójimo más que a tí mismo. El día
que tengamos cojones para devolver el bien a quien nos hace mal, se habrá
acabado el odio en el mundo".
“El único defecto que tenía
Franco, es que era monárquico”.
Minuto
Digital. Publicado el 2 Abril, 2008. http://www.minutodigital.com/actualidad/2008/04/02/el-unico-defecto-que-tenia-franco-es-que-era-monarquico/
Promovió
el regreso a Benidorm de los exiliados sin delitos de sangre, consiguió que se
legalizase el biquini antes que en Francia, se iba a ver a Franco al Pardo en
vespa… Así fue Pedro Zaragoza Orts, alcalde de Benidorm durante el
franquismo, fallecido el 1 de abril a los 85 años. Su último gesto, de lealtad
a Franco y rebeldía ante ZP, fue pedir al Gobierno que le vendiese la estatua
del Caudillo removida de los Nuevos Ministerios.
Como
testimonio a la generación que sacó a España del atraso y la alpargata,
reproducimos una entrevista al alcalde franquista de Benidorm, Pedro Zaragoza,
que convirtió el pequeño pueblo de pescadores en una potencia turística.
Entrevista
en el periódico “El País” del 4 de agosto del año 2000.
¿Qué es lo
primero que hizo [al ser nombrado alcalde con 27 años de edad]?
Avalar
a todo aquél que tuviese las manos limpias de sangre para que regresara al
pueblo. Había que recomponer la armonía desde abajo.
¿Cómo logró
[legalizar el biquini]?
Las
turistas del norte de Europa se lo ponían y yo me lo tomé con naturalidad. Sabía
que oponerme al biquini era fracasar. Por eso hice un decreto para que se
pudiese llevar en la playa. Pero hubo dos ministros que le pidieron al arzobispo
de Valencia que me abriera un expediente de excomunión. Al final me abrieron
cuatro. Y me atacaron tanto que, totalmente desesperado, cogí la Vespa y me fui
a ver al Caudillo.
¿De
Benidorm al Pardo con una Vespa?
Siempre
fui al Pardo con la Vespa. De hecho, Franco me llamaba “el alcalde de la
Vespa”.
¿Se presentó
por las buenas?
Pedí
audiencia y me presenté en el Pardo muy nervioso. Le expuse el caso. Le dije
que el biquini estaría mal visto, pero que quien los vendía era Loewe. Y le
puse un ejemplo fácil de entender. Le dije: “Mi general, si queremos desviar
el curso del Ebro no podemos poner un muro en Tortosa, sino que habrá que ir al
origen. Donde nace el Ebro”.
¿Y qué le
contestó?
Que
cuando tuviese problemas gordos, me dejase de gobernadores y ministros y
acudiese directamente a él. Y dio órdenes para que las puertas del Pardo
estuviesen abiertas para mí, porque le decía la verdad. Franco no es lo que
cuentan. El único defecto que tenía es que era monárquico.
¿Usted no
lo es?
Yo
soy republicano.
Franco
acabó con la República.
Instauró
otra. Lo suyo fue una república presidencialista. Por eso me considero
republicano, y soy más liberal que todos éstos de ahora. Incluso me acusaron
de separatista por hacer un pregón en valenciano en los años setenta.
Incluso
fue el abogado de la familia.
Me
hice cargo de sus asuntos cuando falleció Franco. La primera declaración de
renta la hice yo. Incluso tuve que avalar un crédito de tres millones de
pesetas para pagar a Hacienda. Pagaron el crédito con la venta de un
apartamento que tenían en Benidorm.
¿Cómo
encauzó Benidorm hacia el turismo?
Ya
existía un cierto turismo local, pero entonces Benidorm era un pueblo de
pescadores y agricultores, con un presupuesto anual de 14.000 duros. Con buen
clima, buen entorno y muchas dificultades de agua. Y llegué a la conclusión de
que lo mejor que podíamos hacer, administrando el agua, era turismo. La primera
revolución fue pedir al Gobierno un Plan General de Ordenación Urbana,
convirtiendo todo el término municipal en edificable. Era ilegal, pero hicimos
una trampa: adherir planes parciales. ¿Se pudo hacer mejor? Claro que sí.
¿Por qué
no se hizo?
En
nuestro proyecto, las calles eran el doble de anchas de lo que son. Pero en la
comisión de urbanismo me dijeron que estaba loco por querer hacer calles más
anchas que en Alicante y Valencia. Les advertí de que vendrían muchos coches,
y se rieron. ¿Visionario? Nooo. Pero me lo tumbaron.
VASCOS
Y LAPONES, A LA PLAYA
¿Y la campaña
de Laponia?
Primero
instalamos el consulado de Benidorm en Laponia. Todavía está puesto el cartel.
Cogimos una familia de lapones, la paseamos por Helsinki, Barcelona y Madrid
vestida al modo tradicional con un cartel que decía que se iban a Benidorm.
Salió en toda la prensa de Europa. Luego los trajimos a Benidorm y como tenían
calor se fueron a tomar el baño a la playa. Para sorpresa nuestra, se quitaron
toda la ropa excepto los calcetines, puesto que su cultura no les permitía enseñar
los pies, y se metieron en el agua desnudos. Por suerte, convencí a los
periodistas para que no sacaran nada de eso. Si por el biquini me habían
querido excomulgar, imagínese por el desnudo integral.
¿Cómo
atrajo a tantos vascos a Benidorm?
Hicimos
un convenio con una entidad financiera vasca en 1964 para que todos los
matrimonios que se casaran el día de la Virgen de Begoña viajaran a Benidorm
con los gastos pagados. Nosotros regalábamos todos los bártulos para el bebé
que tuvieran, porque presumíamos que se había engendrado en Benidorm, claro.
Y
hubo que inventarse el Festival de Benidorm.
Fue
criticado por mucha gente, pero fue muy eficaz desde el punto de vista de la
promoción. Tuve que comprometerme a pagar cinco millones de pesetas a la Red de
Emisoras del Movimiento si llovía aquella noche para compensar los gastos. Nos
la jugamos a una carta y salió bien. Y de ahí surgieron Julio Iglesias y
Raphael.
¿No echa de
menos aquel Benidorm de pescadores?
Mucho,
pero en aquel Benidorm teníamos que irnos a las almadrabas y a navegar, y no lo
disfrutábamos hasta que nos hacíamos viejos. En cambio, ahora lo disfrutan
todos.
La Voz Digital. 2 de abril de
2008.
Un
viaje en Vespa a El Pardo cambió la historia de Benidorm. Eran los años 50,
Pedro Zaragoza, entonces alcalde del pequeño pueblecito pesquero, no se lo pensó
dos veces. Fue a entrevistarse en persona con el general Franco y con la
franqueza que le caracterizaba le planteó que o se legalizaba el bikini o el
futuro de Benidorm estaba perdido. La Iglesia amenazaba entonces con excomunión
si se permitía este modelo de bañador. Zaragoza logró su objetivo. Obtuvo el
beneplácito del dictador para permitir el bikini en las playas benidormíes,
algo que, más adelante, sería para la economía de la ciudad. Hoy, el hombre
que removió las altas esferas del Estado en busca del progreso de Benidorm será
enterrado en su ciudad natal.
Pero
Zaragoza era un hombre inquieto y no paró para conseguir turistas. Estaba
dispuesto a llegar donde hiciera falta para lograr que su tierra fuera un
referente turístico internacional. Eso es lo que hizo. La historia personal que
mayor repercusión mediática tuvo en su tiempo fue la de una familia lapona de
cazadores de ciervos a la que Pedro Zaragoza conoció en Helsinki. El alcalde de
Benidorm los llevó de aeropuerto en aeropuerto por toda Europa, con un cartel
que explicaba -en castellano y en inglés- que esta familia nórdica iba a pasar
sus vacaciones en Benidorm.
Por
ello, Pedro Zaragoza es considerado entre los expertos del mundo del turismo
como uno de los precusores del marketing turístico. Además, el hecho de llevar
a cabo una campaña tan llamativa en aquellos convulsos años le llevó a ser
portada de multitud de publicaciones, con lo que su nombre -y el de Benidorm-
alcanzaron gran prestigio desde entonces. Pedro Zaragoza fue el artífice de
muchos de los logros que han llevado a que en la actualidad Benidorm ocupe el
lugar que ocupa a nivel internacional. Se le considera como el actor principal
del despegue turístico de lo que hasta entonces era un pequeño pueblecito
pesquero, porque marcó un modelo de crecimiento que ha sido imitado por otras
ciudades. No en vano, todos sus sucesores en la alcaldía han seguido su
ejemplo.
Zaragoza
acabó con el pueblo de pescadores que era Benidorm -con apenas 1.700 habitantes
a principios de los años 50- y la transformó en una ciudad dedicada al sector
terciario.
Sus últimas horas
El
Hospital de Levante de Benidorm vivió la pasada madrugada del lunes al martes
la muerte de una de las personalidades más importantes que han surgido de
Benidorm a lo largo de su historia. La bautizada como capital del turismo perdió
a uno de sus ex alcaldes, cuya vida se apagó a los 85 años. El estado de salud
de Zaragoza empeoró el viernes, cuando fue ingresado a causa de una
insuficiencia coronaria. El empeoramiento acabó con el colapso de sus órganos
vitales, lo que no pudo superar
La
gente que lo conocía le llamaba Don Pedro, y de él hablan maravillas. Tenía
un espíritu inquieto y un alma joven, a pesar de su edad. Igualmente, sus
amigos definían su carácter como el de una persona afable, muy culta gracias a
una vida en la todo lo consiguió con trabajo.
ABC, 7 de abril de 2008.
Dolorosa
es la tarea de escribir una necrología, y ardua además si el espacio
disponible es breve y la ocasión idónea para extenderse. Nos ha dejado Pedro
Zaragoza Orts, pero su impronta permanecerá indeleble en todos aquellos que
tuvimos la fortuna de conocerle.
Es
de justicia, en este momento, darle las gracias. Gracias por ser como ha sido
hasta el último suspiro: amigo de sus amigos, austero, de mentalidad amplia y
abierta, honesto y siempre leal a sus principios e ideales. La memoria es frágil
y ello conlleva olvidos indecentes. A Pedro no sólo Benidorm le debe mucho,
sino también España, pues nuestra primera industria, ese turismo que hoy nos
proyecta en el mundo, en gran parte es cosecha de su visión perspicaz e
intuitiva.
Pero
por encima de todo estaba el hombre. Capaz de generar amor entre todos cuantos
le conocían, y especialmente en su esposa, María, perpetua y fiel compañera y
confidente.
El
respeto y devoción que siempre han sentido por él sus amigos y familiares se
refleja, de forma distintiva, en su hijo Quico, entusiasta de su padre, al que
desde estas líneas manifiesto mi profundo duelo con el abrazo del amigo
incondicional.
Pedro,
ferviente adicto a la familia y a su confesada amante Benidorm, se levantó
cientos de veces tras los golpes de la traición, y sin embargo no fue capaz de
guardar un ápice de rencor. Pedro creía en el ser humano, y con tal ideal vivió
y nos legó su mejor enseñanza: la de la integridad bajo cualquier
circunstancia.
He
sido uno de los muchos afortunados que he podido degustar sus palabras y su
afecto. Haber tenido esa oportunidad me hace feliz, y por eso sé que, donde esté,
me aguardará con una copa de vino, siempre a disposición de quien quisiera
visitar su bodega.
Descanse
en paz.
Cientos de personas
despidieron al ex alcalde de Benidorm Pedro Zaragoza durante su funeral
BENIDORM (ALICANTE), 02 (EUROPA
PRESS)
http://www.hispanidad.com/noticia_ep.aspx?ID=20080402173547
Cientos
de personas despidieron esta mañana en Benidorm (Alicante) al que fuera alcalde
de la ciudad entre los años 1950 y 1967, Pedro Zaragoza Orts. El féretro del
ex alcalde fue transportado a hombros por familiares y amigos desde la capilla
ardiente en el Ayuntamiento hasta la Iglesia de San Jaime y Santa Ana acompañado
de los sones de marchas fúnebres interpretadas por la banda de la Unión
Musical.
Pedro
Zaragoza, seguido de multitud de coronas y ramos de flores, fue recibido con una
ovación cerrada a la entrada del templo. Una vez en la iglesia, el cuerpo del
ex alcalde fue presentado ante la Virgen del Sufragio, la patrona de Benidorm,
antes de ser colocado ante el altar mayor para presidir una misa cantada.
La
misa, oficiada por el vicario episcopal de la zona quinta, Juan Agost, enviado
expresamente por el obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante, Rafael Palmero,
contó con la participación del párroco de San Jaime y Santa Ana, Luis López
y de párrocos de localidades limítrofes e incluso de Alicante.
En
el oficio participó también el sacerdote benidormense adscrito a San Jaime y
Santa Ana, Juan Rodríguez, que recordó el perfil humano de Pedro Zaragoza. Así,
Rodríguez destacó "el gran luchador que era el ex alcalde, su exigencia
personal para conseguir lo mejor para todos y el amor por su tierra, por su
pueblo".
Al
funeral asistieron los miembros de la corporación, de los dos grupos
municipales, alcaldes de diferentes localidades alicantinas como el de Finestrat,
Honorato Algado, o el de Callosa, Batiste Saval; ex alcaldes de Benidorm y
numerosos representantes de la sociedad civil benidormense y de sus
asociaciones.
Durante
la misa intervino también el hijo de Pedro Zaragoza, Francisco Zaragoza, quien
recordó "la figura humana de su padre y su esfuerzo para que siempre,
aprendiesen a perdonar". Francisco Zaragoza añadió también que le gustaría
"tener la mitad del corazón que ha tenido él, en el sentido de darse a
los demás sin pedir nada a cambio".
De
esta forma, el hijo de Pedro Zaragoza apuntó también que "a nosotros
--refiriéndose a los hijos del propio Pedro Zaragoza-- nos ha enseñado a
querer a los demás sin importarnos el daño que nos pudieran haber hecho".
Francisco
Zaragoza, recordó además "el espíritu luchador" que el alcalde que
impulsó el turismo en Benidorm "mantuvo hasta el final" ya que cuando
ingresó en el hospital "desde el viernes al domingo no paró de hacer
bromas, de meterse con las enfermeras, con los enfermeros, con la gente que venía
a verle, hasta el último aliento estuvo luchando".
Tras
finalizar el funeral, el alcalde de Benidorm, Manuel Pérez Fenoll, destacó
"la impresionante respuesta" del pueblo de Benidorm para dar su último
adiós a Pedro Zaragoza. Pérez Fenoll indicó también que Pedro Zaragoza
"es un alcalde al que le debemos muchísimo y que fue marcando ese camino
que ha hecho que Benidorm sea lo que es y eso se lo reconoce todo el
mundo".
Por
otra parte, el cuerpo de Pedro Zaragoza, tras salir de la iglesia donde se
celebró su funeral entre aplausos, fue enterrado en el Cementerio Nuevo, donde
sus restos reposan ya.
Previamente
a la ceremonia celebrada en la Iglesia de San Jaime y Santa Ana, el alcalde de
la ciudad le impuso la Medalla de Oro de la Ciudad, en el curso de un breve acto
que tuvo lugar en la capilla ardiente que durante un día permaneció abierta al
público en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Benidorm.
Por
Juan Velardes, ABC 07/04/2008.
http://www.abc.es/20080407/opinion-firmas/mejoraron-economia_200804070246.html
Un
economista español no puede dejar en silencio la muerte de Pedro Zaragoza Orts.
Conviene aclararlo. La economía española, para su desarrollo, se ha basado
siempre en expansiones derivadas de impulsos procedentes del exterior. El
progreso del siglo XVI, a la exportación de la lana se debía. La consolidación
del siglo XVIII, al papel de la plata americana. A lo largo del siglo XIX,
muchos avances procedieron de la exportación de vino; simultáneamente, de la
llegada masiva de capitales extranjeros, tras la consolidación del reinado de
Isabel II con los moderados primero, y, desde luego, con las facilidades del
bienio progresista. A caballo de los siglos XIX y XX, el gran movimiento
positivo de nuestra economía se produjo con la exportación de minerales y con
la entrada, tras 1898 y las medidas de Fernández Villaverde, de capitales
procedentes de las Américas. A continuación, incluso en medio de la Gran
Depresión, fue esencial para que no se hundiese nuestra economía, la exportación
hortofrutícola, y muy especialmente, la de agrios. Para sacarnos de la crisis
económica que se prolonga de 1936 hasta los inicios de los años 50, y de ahí
en adelante, fue fundamental el auge del turismo.
Esa
novedad, de la incorporación del turismo a nuestra economía, tuvo
protagonistas importantes, como Gabriel Arias Salgado; el oscurecido, pero
esencial, Eduardo del Río, y desde luego Fraga y su equipo. Pero no es posible
ignorar en ese conjunto, a Pedro Zaragoza Orts. Y eso porque a él se debe haber
creado un lugar atractivo para las clases medias europeas, Benidorm, al modo
como en Estados Unidos surgió Atlantic City.
Benidorm,
una pequeña localidad de pescadores, que había experimentado un choque como
consecuencia de un temporal, gracias a la visión de su alcalde, Pedro Zaragoza,
-ahí está su Plan de Ordenación Urbana, por ejemplo-, acertó a integrarse en
una serie de procesos de la política económica española que la transformaron,
como ahora es, en una enorme ciudad de servicios, volcada exclusivamente a la
atención de un turismo de no muchos ingresos, pero con excelentes resultados,
por su carácter masivo, no sólo para la localidad, sino para reforzar con esta
contribución el conjunto de nuestro progreso.
El
Mediterráneo español se ha convertido, gracias a la conexión comercial de la
economía de la Unión Europea con los grandes mercados del Pacífico y del Índico
asiáticos, en un elemento básico de nuestro futuro. Por el Índico, el mar
Rojo y el Mediterráneo, la prosperidad, y es posible que la opulencia, como
atinó a observar el profesor Prodi, llegan, concretamente a los puertos de
Algeciras, Valencia, Barcelona, Tarragona y Cartagena, e impulsan así al
conjunto de España. Pero también lo hace el turismo europeo. La Costa Brava,
Mallorca e Ibiza, la Costa del Sol, Canarias, Madrid, y, concretamente Benidorm,
eso mismo proporcionan. Y a hombres como Pedro Zaragoza se debe.
La
prensa internacional elogia al «visionario» Pedro Zaragoza
El
fallecimiento del histórico alcalde de Benidorm Pedro Zaragoza Orts ocupó ayer
las páginas de los principales diarios del Reino Unido y de Alemania, «The
Times», «The Guardian» y «Frankfurter Allgemeine Zeitung»; medios que no
sudaron en calificar al benidormí de «visionario».
«El
inventor de los paquetes vacacionales», publicó «The Times» para referirse a
Zaragoza, una persona que observó durante los últimos cuarenta años cómo
España pasó de ser «un país empobrecido y profundamente conservador a una de
las naciones más poderosas y liberales del mundo». Una transformación, según
informó, a la que aportó su grano de arena su insistencia por que se pudiera
acudir a la playa en biquini, algo prohibido en aquella época tanto por la
Iglesia como por las autoridades políticas. Su persistencia culminó en un
permiso especial del mismísimo Francisco Franco.
«The
Guardian» tituló su información atribuyendo a Zaragoza la condición de «constructor»
de Benidorm. «Transformó un pequeño pueblo pesquero en un centro de paquetes
vacacionales con banquetes de «fish´n´chips» y donde los ingleses cultivaron
las quemaduras de «langosta rosada»», explicó el rotativo inglés, el cual
desgranó en una tabla la «huella» inglesa en la ciudad: acoge 10 restaurantes
de «fish´n´chips», 70 pubs ingleses, 4.500 británicos empadronados («con
miles más no registrados») y sendas réplicas de los muelles de Wigan y
Blackpool.
«Fue
un visionario». Así tachó el periódico alemán «Frankfurter Allgemeine
Zeitung» al antiguo alcalde de Benidorm, el cual, según publicó el diario,
inició el periplo turístico de una ciudad que actualmente recibe a «más de
cinco millones de turistas al año». De igual manera, el corresponsal relató
que, pese a que muchos consideran a la localidad un «infierno para la plebe
inglesa», Benidorm es destacable por su conciencia ecológica: «En ninguna
parte se recicla el agua con tanta precisión», sentenció el rotativo.
Documento extraído de la página: www.generalisimofranco.com