Hasta ahora
el acoso al Valle de los
Caídos ha sido mucho ruido y pocas nueces. Pero
ahora la cosa va en serio. La abadía benedictina lleva
cerrada desde hace días por supuestas obras de reforma. La
última es la reunión de cuatro propios de
De la Vega con el
abad del Valle de los
Caídos en el que sugería a la comunidad que
entregara el monasterio a Patrimonio Nacional para que se
pudiera desarrollar el ansiado museo de la
Memoria Histórica.
Estrategia equivocada porque no existe en el mundo monumento
a la reconciliación como el
Valle de los Caídos. Por supuesto el abad se negó,
pero de momento las visitas al Valle están prohibidas salvo
para escuchar misa. Tampoco es posible acudir a la
hospedería para realizar Ejercicios Espirituales o
convivencias Y eso quiere decir que los ingresos de la
comunidad benedictina son cero.
La
preocupación ha empezado a cundir entre la comunidad y sus
amigos, así que ya se está preparando una visita masiva para
el próximo domingo 21. De momento, la ‘vice’ prefiere
mantenerse en la estrategia del acoso silencioso.
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