¡A tus órdenes! ... Mi Tte. Coronel


Por Pablo Gasco de la Rocha. 27/11/2012.


Ante la desmembración de España

 

Para el Partido Popular, que no para la derecha, CiU protagonizó el mayor ridículo electoral en 30 años de política autonómica por el hecho de haber conseguido 12 escaños menos que en las Elecciones de 2010, resultado que para sí quisieran los populares en la próxima confrontación electoral general.

Comentario absurdo y sin ningún rigor, que es un insultó a la inteligencia, igual que el Editorial de El Mundo del día después que considera que Cataluña castiga la corrupción y el secesionismo al que el marido de Agatha Ruíz califica de "aventurerismo", vocablo que no existe en el Diccionario. O el más contundente, pero no menos racional, que hace Casimiro García-Abadillo, al que creía más inteligente: "Los catalanes han dicho no al proyecto de CiU". Sin descartar a la sin par Cospedal, siempre de aquí para allá, que se conforma con resaltar el fracaso del PSC (aunque ellos temían ser cuartos) y exaltar el récord del PP (un escaño más), que sigue siendo la cuarta fuerza política en Cataluña. De cualquier forma dos cosas se constatan evidentes: Primera, que se han perdido seis meses de gobernar, ya que desde que se anunciaron las elecciones ningún político en Cataluña ha dado un palo al agua fuera de lo que son sus particulares intereses. Y segunda, que el pueblo "soberano" lo consiguiente.

Por ende, se oculta la gravedad del problema. Una gravedad que queda determinada por ese ascenso espectacular del frentismo independentista con la subida espectacular de ERC, después de una grave crisis interna, y la irrupción en el debate por la independencia de los otrora delincuentes de CUP. Todos ellos, junto con el PSC e ICV a favor de la independencia. 

En Cataluña han votado tanto los españoles (catalanes u oriundos de otras regiones de España) como los extranjeros (que allí son muchos), fácilmente manipulables con consignas de beneficios económicos pero sin ningún sentimiento nacional. Por eso el primer problema de España es la extranjería, cuestión que se quiere agravar cambiando la nacionalidad por la compra de un piso.

A partir de la nula importancia que nuestras FFAA han dado, al menos de forma explícita, a la proclama secesionista por parte de CiU, hasta el punto de haberse celebrado estas elecciones para facilitar ese propósito y de esta forma tener un frente por la independencia suficientemente sólido, pocas o escasas posibilidades nos quedan para que la independencia de Cataluña no se vea materializada de aquí a no más de diez años. Cuyo periplo quedará marcado en primer lugar por un nuevo Concierto Económico y, sobre todo, por un nivel en la relación presión-sumisión que alcanzará cotas inimaginables, aunque siempre dentro de las buenas formas, tensión que siempre ha estado en el debate desde aquello de "Tranquilo Pujol, tranquilo". Incluso antes con Tarradellas, aquél cómplice de asesinatos múltiples al que se trajo para que junto con Carrillo apoyará al rey de las nacionalidades.

La defenestración de Alex Vidal-Quadras no sólo fue un tremendo error político, sino la constatación que el propio Estado español admitía, que en la realidad social-política catalana España no pintaba mucho.

Sin duda que la crisis económica frenara aún, y por algún tiempo, la debacle, pero está ya es un hecho pactado. Un hecho que para dentro de diez años contará con un mayor respaldo social, pues contará con los niños y adolescentes (en esa fecha con edad de votar) a los que se ha venido inoculando el odio a España y el hecho diferencial como acicate de independencia. Algo que viene sucediendo desde que entró en vigor la Constitución con la firma del rey Juan Carlos I Borbón y el Estado español dejó de hacer cumplir la ley en Cataluña y Vascongadas.

Suena, pues, la corneta, que llama a filas a la tropa, pero aquí no hay tropa que valga... ¡Pobre España!

Por eso me place traer como cabecera de este comentario la fotografía del teniente coronel don Antonio Tejero por ser el Jefe militar que quiso evitar (equivocado o no) lo que al postre se anuncia como inevitable e inmediato: la desmembración de España.   


 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com