Siento discrepar de que "el patriotismo se levante"
Por Pablo Gasco de la Rocha. 14/07/2012.
Todos los caminos conducen a Roma y algunos al abismo. En ese, en el del abismo, estamos nosotros, los españoles de este tiempo nefasto que nos ha tocado vivir. Un tiempo marcado por la falta de líderes reales, cuyo discurso patriótico sigue estando sostenido por la presencia física y el magisterio intelectual de un único hombre, ya anciano, que, pese a todo, sigue suscitándonos la única esperanza de que pueda, todavía, articular algo valido para nuestros días desesperados. Una esperanza que en mi caso reconozco consecuencia de mi admiración hacia su persona, Don Blas Piñar, de la realidad que constato en el llamado mundo azul y de mi ánimo pesimista de lo que pueda llegar a ser España.
Reconozco que el optimismo no forma parte de mi carácter, creo que lo he dejado claro. Si bien es cierto, cuando era joven y algunos años después, también, fui, lo reconozco públicamente, un optimista inconsciente. Por eso he creído en cosas, y hasta no hace tanto, que hoy me daría pudor reconocer. Pero, como nos pasa a todos, llega un momento en que no crees más que en tres cosas, y sobre todo, no te dejas seducir por lo primero que aparece, por muy elocuente que sea. Además ahora también cuentas con un bagaje que antes no tenías, la experiencia de la sabiduría que dan los años.
Si no se ha conseguido armar una formación política, con lo que ha caído en España, la cuestión es como para no andarse por las ramas creándose falsas esperanzas. Sobre todo, cuando en el panorama sigue sin haber nada, ni nadie. Y es tan poco lo que hay, que considero más posible que nos gobiernen de aquí a unos pocos años los alborotadores del 15-M, que una formación patriótica puede surgir en los próximos diez. De ahí que sea prioritario dar impulso a lo que existe (medios, fundaciones, hermandades...). Potenciar lo que tenemos, y seguir haciendo escuela para quienes vengan detrás de nosotros, si es que todavía hay futuro.
Por eso lo fundamental es no engañar ni engañarse. La grandilocuencia sin hechos tangibles, reales y duraderos, sostenibles y con proyección, no es más que ilusión de un día de alborozo. Acumulamos muchos desengaños para calificar una manifestación, sin desmerecerla, como que "el patriotismo se levanta", porque eso son palabras mayores. Me conformo con saber que diversas organizaciones juveniles (aunque sus jefes peinen canas) se organizan para dar una respuesta al separatismo. Que en eso sí podemos estar de acuerdo. Como sin duda lo estamos con la aseveración según la cual "hay pueblo que responde a los ideales patrióticos". Por eso sobra lo que no existe, algunas siglas (MYL), por más importantes que se crean quienes las sostienen. Como sobra la falta de estilo. Pongamos que el manido canto del "Cara al sol". Porque no todos lo saben, no siempre viene al caso y porque no se puede entonar sin la debida oportunidad y la falta de estilo con que tantas veces se hace. Incluso sentados y con gorra. Por no mencionar la indumentaria de algunos en las tribunas y cabeceras. Hablo de ética y estilo, dos conceptos cada vez más ausentes, casi olvidados. Más ausentes, digo, y no sólo en esos comentarios de las webs, donde no se deja espacio a la crítica ni a la disidencia, pero sí a las cuestiones personales hasta que el auto erigido tribuno de turno le dice a la camada anónima cosas tales, como.... "Te voy a decir una cosa... No tienes ni puta idea de lo que hablas", a lo que el otro pobre responde disculpándose, no vaya a ser que le quiten espacio.
Y tampoco se puede ir haciendo el ridículo. Que esa es otra cuestión a la que no parece se le dé mucha importancia. O más bien ninguna. Aunque por contra, si no te unes a los tres (al de la trompeta, al del tambor y al jefe) te llamen diletante. Es igual. Allá cada cual, y cada uno a lo suyo. Está muy claro que aquí no se convence a nadie.
La dispersión mata la unidad. Lo sabemos de sobra en España. Lo evito Franco. Por eso venció la guerra y ganó la paz. Por contra, y como consecuencia de las nuevas redes de la información, asistimos a un espectáculo saturado de medios... Ley de rendimientos decrecientes. Que como dicha ley económica nos dice, para ser efectivos no hace falta más que lo que hay:
Como medios escritos tenemos dos referentes dignos de todo crédito: Fuerza Nueva y Siempre P´alante.
Una Página Web que es la "Generalísimo Franco".
Distintas asociaciones: Fundación Nacional Francisco Franco (por lo menos hasta que se haga cargo de ella el camarada "Verdú"), Hermandad Nacional de la Vieja Guardia, Hermandad de la División Azul y Comunión Tradicionalista.
Una fecha: 20 de Noviembre.
Y una convocatoria: la entrega de los Premios de los Círculos San Juan.
Seguro que puede haber alguno más, lo admito.
Hemos perdido a muchos amigos, camaradas inolvidables de enorme valía, insustituibles, pero sigue habiendo gente. Aquí lo que haría falta es gente con suficiente prestigio intelectual y profesional, por supuesto que también patriótico. Gente de a pie hay, y para ensobrar y coger el teléfono no digamos nada. Nadie es mejor ni peor por lo que haga, sino por lo que deje de hacer.
He dicho y digo que siento discrepar, pero eso no quiere decir que me las tenga que tragar cuadradas. En absoluto. Uno no nació ayer ni viene a esto que es el patriotismo de anteayer.
Menos mal que acabó de terminar una estupenda historia que me ha trasportado al tiempo que me hubiese gustado vivir: "Volverá a reír la primavera" de José Luís Olaizola (Ediciones Martínez Roca). Y que mañana salgo de Madrid para descansar.
Un fuerte abrazo a mis amigos de esta estupenda Página, sobre todo a su Administrador, que desde hace mucho tiempo me viene dando la oportunidad de escribir en ella, muchas veces para dar una opinión y otras, lo reconozco, para aliviar mi alma.
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com