Hay que seguir luchando ¡por Dios y por España!


Por Laura Vázquez. 17/06/2011


El paraguas ya no aguanta más la tormenta de tus mentiras. Eres el mentiroso por antonomasia porque te crees tus propias mentiras. Pudiste engañar a muchos por algún tiempo repartiendo manirroto el dinero que no es tuyo, comprando la voluntad de los que se subordinan para que no te hagan sombra. Pero no puedes engañar a todo un pueblo soberano sine die, porque “antes se coge a un mentiroso que a un cojo”. Te lo acaban de demostrar las urnas. Sin duda, no lo esperabas detrás del tablero de guiñol entre bambalinas adornadas con “pepiñadas”.

Concluido el escrutinio, apareciste en TV con las cejas más puntiagudas que nunca. acoquinado en tu guarida bajo la paliza  de la verdad popular que te dice: márchate cuanto antes.

Convéncete, has sido el peor Presidente del peor Gobierno de las últimas décadas. Recuerda que cuando Felipe de felicitó por tu exaltación a La Moncloa, le dijiste  con un abrazo: “Y ahora, a por la Iglesia”  Y cumpliste tu palabra durante dos legislaturas. Tú, enemigo de la vida con la peor ley del aborto; tú, enemigo de la maternidad, llamando matrimonio a la sodomía;  tú, enemigo de la familia; tú, sistemáticamente contra todo lo que enseña la Iglesia porque hay que acabar con ella: “Ahora a por la Iglesia”. Pero olvidaste que Cristo resucitado, Verdad y Vida es nuestra alegría llena de esperanza y aleluyas, mientras tú has sido nuestro fracaso y el hazme reír internacional.

Te has revelado como el sectario más radical. Has pisoteado la ley natural  riéndote del que la fundó. Y porque Dios dice: “La verdad os hará libres” , tú respondes con la coz de que “La libertad os hará verdaderos”, olvidando que la libertad sin verdad nos lleva al abismo de la miseria. Si Dios ha instituido el matrimonio de suerte que “lo que Dios ha unido no lo separe el hombre”, tú impones a la trágala, sin referéndum, el divorcio exprés. Si Dios los creó hombre y mujer  para el oficio de maternidad, tú sin referéndum, llamas matrimonio a la unión de homosexuales impotentes para la maternidad.

Rabiosamente sectario, pretendes sin disimulo asfixiar a la Iglesia. Viene Benedicto XVI a Barcelona y ese mismo día le das con la puerta en su rostro clausurando la Basílica Pontificia del Valle de los Caídos y te largas inesperadamente a un viaje al extranjero. Te molesta tanto como al demonio la gigantesca cruz de Cuelgamuros, porque su sombra cae sobre tus hombros como el signo triunfal de la reconciliación. Clausuraste el culto en la Basílica del Valle, el monasterio más visitado por los turistas y te salió el tiro por la culata cuando en el crudo invierno, los fieles participaban  en la Eucaristía cantando con entusiasmo  a la intemperie, mientras caían los copos de nieve en la serranía. Os empeñasteis en expulsar a los monjes benedictinos y vuestro afán resultó inútil, porque los hijos de S. Benito son águilas del espíritu que rubrican con su alto vuelo la auténtica reconciliación cristiana  de España, con todos sus muertos a la sombra de la cruz redentora. La última decisión sectaria ha sido el asedio por hambre a los monjes, impidiendo el turismo al único monasterio del mundo, porque el odio a Cristo os enajena.

Liderado por el príncipe del odio y la mentira has soñado cambiar el rumbo de la historia, pretendiendo ganar la guerra que perdisteis hace 75 años; pero la perdisteis por dos razones: porque fue una cruzada a juicio de la Iglesia y porque es imposible exterminar la Iglesia desde el momento que Cristo está con nosotros hasta el final de los tiempos.

Es cierto que Azaña dictó sentencia: “España ha dejado de ser católica”; pero lo cierto es que al final de sus días llamó al obispo de Tarbes (Francia) para confesarse y morir en católico. A ver si aprendes la lección y vuelves, Zapatero, a la inocencia del recién bautizado. Mucho te queda por recorrer a la senda de la virtud y reconciliación, tú que has abierto las heridas y el odio ya olvidado y para remate de tu funesta gestión has dejado clavado el puñal en la espalda de las víctimas, colocando a los terroristas de ETA en situación de victoria con el banderín de enganche de Bildu, para seguir haciendo de las suyas y tú con ellos, en base a la cultura de muerte a España.

Márchate cuanto antes enemigo de la unidad de la Patria, promotor del Estatuto independentista Catalán. Márchate cuanto antes, promotor de la peor ley del aborto en el mundo. Márchate cuanto antes, por ser el peor enemigo de las víctimas del terrorismo que sangran de nuevo, porque las madres, viudas y huérfanos  van a tropezarse en la calle  con la sonrisa burlona vencedora de sus asesinos, porque Zapatero les brindó la oportunidad de que  el Tribunal Constitucional enmendara la plana nada menos que al Tribunal Supremo. Márchate, en fin, ante el grito silencioso de muchos miles de niños asesinados, ante el suspiro de hambre de cinco millones de parados. Márchate porque ya no cuelan tus mentiras ni tu ineptitud ni tu petulancia. Ni los tuyos creen en ti.


 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com