Miwa Buene, el color como defensa
Por Pablo Gasco de la Rocha, 05/08/2010.
Vaya por delante mi condolencia a la víctima y el repudio que siento por las agresiones de todos estos matones de gimnasio, drogas y alcohol, estos buenos chicos, a juicio de sus vecinos, que matan o se enzarzan en peleas hasta matarse. Con todo, la vista por la agresión que dejó tetrapléjico al congoleño Miwa Buene en 2007 da cuenta de la situación de descomposición social y alto riesgo que se vive en infinidad de nuestros barrios, pueblos y ciudades como consecuencia de una inmigración desbordada y desbordante. Que es, entiendo, donde debemos situar este caso:
A) Roberto Alonso, el imputado, parece que estaba harto de la situación que se vivía en su barrio, en donde un grupo de negros no hacían más que crear problema con el tráfico de drogas y las peleas.
B) Miwa Buene, la víctima, no era el ciudadano pacífico que nos quieren hacer creer que era.
La familia de Roberto, los padres y el hermano, entiende que es la justicia la que con las pruebas y los datos de los que dispone tendrá que juzgar lo que nunca debió haber sucedido, y de lo que se arrepiente Roberto.
Por ende, los allegados a Miwa, todos negros, provocaron al final del juicio una violenta pelea en la calle por motivo de tratar de demostrar la relación de parentesco que cada uno tiene con la víctima, detrás de cuyo interés está el cobró de parte de los 400.000 euros que se piden como indemnización.
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com