Notas de la Memoria y la Lealtad

 

Mateo Morral


Por Pablo Gasco de la Rocha, 06/06/2010.


Penalizar el brazo en alto y el canto del “Cara al Sol”, pero poder levantar el puño y cantar la “Internacional”, pese a ser símbolos visibles de la ideología que más muertes ha causado a la largo del siglo XX, es, cuanto menos, un asunto de enorme responsabilidad política. Una extraña amnesia. Una aberración mental de quienes hacen pivotar la Historia sobre su particular memoria.

Sobre la memoria confundida de un abuelo convenientemente fusilado, un tipo pendiente de definición que se fragmenta en instantáneas inconexas, para quien la historia pretérita se reduce a su particular memoria de nieto atribulado por la pérdida de su yayo, se enfrenta a la Historia y enfrenta a los españoles.

Mateo Morral fue un tarado y sobre todo un asesino. Pese a todo, yo no dudo que alguno de entre estos promotores de la llamada Ley de Memoria Histórica termine por reivindicar al personaje y su obra, como hoy hacen con las mismas pretensiones con Negrín o cualquier otro matarife al uso. Con lo que  una vez rehabilitado el hombre del “ramo de flores” se tendrá que indemnizar a sus desconsolados parientes por todos estos años de ignominioso olvido. Y puede, porque en España todo es posible, que se obligue al Rey a pedirles perdón.   

Están crecidos y han olvidado todo. No recuerdan nada. Mientras tanto, el Estado les protege y viven construyendo su "presentismo".


 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com