Por una propuesta: "España lo único importante"
España, treinta y cinco años después de Franco ... (y III)
Por Pablo Gasco de la Rocha, 02/03/2010.
-A don Alfonso Armada y Comyn-
Próximo a cumplirse el treinta aniversario de aquel suceso que fue el 23-F, y cuando la situación de España vuelve a reclamar soluciones de emergencia nacional, según también lo aprecia el Rey, hasta el punto que son los socialistas los que vuelven a reclamar un gobierno de “coalición nacional”, como ya ocurriese en las fechas próximas al acontecimiento que recordamos, traigo al recuerdo aquel “Golpe de Timón” patrocinado por diferentes personalidades de la vida política de entonces, reconvertido a la postre en la “Solución Armada”, cuya pretensión, equivocada o no, fue enderezar el destino de España como hoy se pretende hacer por otros medios, modos y maneras. Al menos de momento.
Y es que, carentes de una evidente autoridad-efectiva de Jefatura; sin proyecto nacional viable y sin crédito ni confianza internacional; inmersos en una crisis económica sin precedentes que nos sitúa a la cola de Europa, cuya solución costará muchos años solucionar; afectados de lacras sociales y morales gravísimas, y con una invasión extranjera de todas las procedencias, que ya afecta gravemente a nuestra convivencia social, cultural y económica, el análisis de la situación es el de un país descomponiéndose a plazos, cuyas consecuencias actuales denotan el estado de completa putrefacción de la nación a todos los niveles.
Pero frente a la algarada de los biempensantes -toda esa tropa de castrados a la que se ha unido todo tipo de conversos de la extrema izquierda-, que cargan contra Zp y sus huestes todos los males de la Patria, es preciso recordarles que Zp parte de la línea de salida que le han marcado. Y que sí hoy, por ejemplo, puede llegar hasta donde llega en la Ley del Aborto, es sencillamente porque dicha ley ya existía y se aplicaba. Y qué decir respecto a la llamada Ley de la Memoria Histórica, de la que ellos son los primeros responsables al abstenerse de defender el Alzamiento Nacional del 18 de Julio de 1936 que salvó a España del comunismo y de su propia autodestrucción.
Y es que, por más que griten sus gargantas afeminadas, el Gobierno socialista de Zapatero parte de la línea que ya estaba marcada de antemano. De ahí que los frentes que le abren ahora sean de todo punto de vista de una gran hipocresía, si antes no se reconocen las culpas. Máxime, cuando los populares y todo su entorno no anularían las ampliaciones de las leyes contra las que ahora protestan tan vehementemente y de los que ellos han sido coautores por acción u omisión. Pues, a la búsqueda de votos en este patio de corral que es España, ellos jamás perderían la oportunidad de ser los granjeros.
Con todo, todavía estamos a tiempo de impulsar un movimiento de regeneración que finalmente nos salve. Un movimiento de regeneración que tendrá que hacerse a favor de la verdadera democracia, con dinastía o sin ella, sobre la base de la Unidad, la Libertad y la Grandeza de España. Lo único que hace falta es que se sepa explicar y que se dé con la definición del proyecto. Un proyecto que para que sea eficaz, tendrá que abordarse desde la valoración que debemos hacer de las últimas palabras de Franco, que ni estuvo nunca engañado, ni se dejo engañar jamás por nadie:
"(...) No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros, y para ello deponed, frente a los supremos intereses de la Patria y del pueblo español, toda mira personal. No cejéis en alcanzar la justicia social y la cultura para todos los hombres de España y haced de ello vuestro primordial objetivo. Mantened la unidad de las tierras de España, exaltando la rica multiplicidad de sus regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la Patria (...).
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com