Dios y la mentalidad hispana
Por Jaime Miguel Tur, antiguo Sargento de la Legión 08/02/2010.
Ya dije en otra ocasión que tras los muchos años que tengo vividos en esta España de nuestros dolores; conozco a un zanguango, hasta por los andares. Y cuando oigo hablar por primera vez a un nuevo hispano, a los tres minutos de estar oyéndolo, si es un mangante, una vocecita interna me avisa diciendo: ¡Apunta a este!
Algo que se debe admitir -lo dije en otra ocasión-, aun estando fuera de mi alcance hacerlo creíble. Por la sencilla razón de que no es un concepto adquirido a través de los cinco sentidos y pueda demostrarse con una ecuación aritmética o sentar una premisa conducente a un silogismo exacto, ya que forma parte de los conocimientos intuitos.
Que penetran en nuestro espíritu sin necesidad de razonamiento; pero que al tornarse conscientes vienen a servir de fundamento a la razón pura, para darnos la percepción extraordinaria de la cosa en sí, que dirían esos tíos que saben una jartá de la enigmática cosa trascendental.
Es para llorar a moco tendido, cuando te das cuenta, de que los españoles tras unas hazañas tan extraordinarias de conquistas a lo largo de la historia; civilizando a esos pueblos semisalvajes; conquistados con la aportación de la entereza y valor de hombres luchadores; para que los seguidores de la cosa divina llevara -con arrojo y sacrificio-, el conocimiento de su Dios; no hayamos conseguido convertirnos en seres rabiosamente libres y honrados.
Siendo de penosa aceptación, el pésimo comportamiento de la clase política que nos mal gobierna -gentuza forrada de títulos universitarios-, cuyo caudal actual es el propio de los zánganos, mentirosos, indolentes, rateros, perezosos, holgazanes, chorizos, gandules, randas, nulos, estafadores, torpes, ineficaces, trincones, incompetentes, ignorantes, ineptos, incapaces, negados, obtusos, inhábiles, bajamaneros, rufianes…
Los mismos que critican, en una falsa estratagema, al inútil ZP; tras dejarnos en las manos de esa cosa desechable casi dos legislaturas; para que repita; y sea en el tercer mandato legislativo, cuando consiga hundir del todo a la economía del país, llevándonos a la indigencia total. Y ellos puedan acceder sin contratiempos al codiciado poder. Único fin.
Pero lo peor de todo, lo que más duele, es saber que esa inutilidad llamada Zapatero, es el fiel reflejo de nuestro pueblo. Ese es el molondro que nos esta representando a todos los españoles. Está diciéndole a los extranjeros, como somos nosotros. Si es el presidente de España, es porque lo hemos tolerado y seguimos tolerándolo.
Tras la situación del hundimiento económico que ha propiciado este negado; tiene a su favor, cerca de un cuarenta por ciento de los votos que entrarán en las próximas urnas. ¿Cómo es posible? ¿Alguien lo puede explicar? ¿Qué clase de ciudadanía es la nuestra?
El partido en la oposición sabe de sobra, todos los desmanes económicos que se vienen cometiendo con nuestros impuestos, sin solución de continuidad. Conocen que la Junta de Andalucía ha adquirido 234 coches oficiales; posiblemente blindados para todos los mindundi que comandan en la susodicha Junta. Oneroso abuso incalificable.
Así como los desmanes de Carol Rovira abriendo embajadas y colocando a su hermano como Embajador catalán en París. Y que la tal Leire Pajin está cobrando 20.000 euros mensuales; en el momento de quiebra económica que estamos pasando; sin haberlo denunciado.
Estuve viviendo y trabajando en varios países de Europa; en los que pude comprobar, que a los españoles no nos quieren en ningún sitio. Y si es claro, que el mero hecho de nacer, es ya un castigo; nacer en España, es una feroz, lacerante y bestial condena perpetua.
La formación mental a la que ha llegado la sociedad hispana, desde su arranque con tartessos, íberos, celtas, celtíberos, fenicios, cartagineses, griegos, romanos, vándalos, godos, visigodos, árabes y las distintas casas reales que nacieron para partir el bacalao, tras la salida de estos últimos; es de imposible entendimiento.
Y es que todo el tinglado lo tenemos montado sobre una serie de paridas mentales; que nos llevan a un desencuentro de imposible solución. España, jamás será capaz de constituir una sociedad de ciudadanos libres y unidos en la aceptación del bien común; colocando cada cosa en su sitio.
Es nuestra obligación cuidar con celo enfermizo el proceder de los gobernantes que tengamos. No es posible soportar, en un silencio cobarde, todos los latrocinios que vienen cometiendo. Se ha de cortar de raíz la manera de robarnos los impuestos que pagamos.
Tampoco debemos soportar a los abogados, fiscales y jueces que tenemos en la justicia española, de los que hay que huir como de la peste; a tenor de las execrables noticias que leemos y oímos en los medios de comunicación día tras día.
Ni tolerar que rebajen de las pagas de los jubilados ni un solo céntimo, como han hecho en esta ocasión. O que el deterioro que han causado en la economía, sea subsanado en parte por subidas de coste en los productos necesarios para poder vivir.
Malos procederes, latrocinios que dan pié a que nazcan organizaciones que busquen ayudarse; ayudando a los necesitados en el nombre de Dios; pidiendo contribuciones económicas a las personas sensibles que aún puedan cooperar. Es decir, utilizando a Dios como banquero y tendero.
Es una vergüenza; es infamia, recurrir a Dios por la barriga y el bolsillo. La única relación que se debe tener con Dios, es la de llegar a ÉL, sólo por el intelecto. Es decir: por el entendimiento; la inteligencia; la mente y la razón.
Nuestros problemas de convivencia terrenal hemos de subsanarlos nosotros. Para eso nos ha sido dada la potestad de razonar. Únicos seres de la creación que poseen ese divino DON. ¡Está claro!
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com