Sobre el aborto

 

Sostiene De Prada ...


Por Pablo Gasco de la Rocha. 17/11/2009.


Afectado del mismo mal que viene padeciendo España desde hace treinta y cuatro años, la amnesia, consecuencia de la tentación del olvido y del borrón y cuenta nueva que se instauró nada más morir Franco, cuyo acontecimiento de gran calado simbólico tiene su escenificación definitiva en la Constitución de 1978, la historia se cuenta desde el presentismo. De ahí la importancia que tiene este Juan Manuel de Prada y otros intelectuales y escritores liberales y de izquierda en la interpretación de la culpabilidad mediante la tendencia de rutinización de la memoria.

Así pues, sostiene de Prada, en "Un obispo contra los sepultureros" (ABC, 14-11-2009), afirmaciones que no se corresponden con la realidad en el caso del que se ocupa, la actuación de coherencia con la que ha debido actuar la Jerarquía de la Iglesia Católica de España respecto al aborto. Cuya actuación ha sido, sencilla y llanamente cobarde.

Porque la Conferencia Episcopal a través de su portavoz, Martínez Camino, dice ahora que está dispuesta a ejecutar lo que establece el catecismo de la Iglesia católica. Por lo que no ha cumplido con su obligación durante las dos legislaturas del PP, por más que nos duela. A cuyos políticos no a excomulgado ni siquiera ha retirado la Sagrada Comunión. Todo lo contrario. De ahí las críticas totalmente "ajustadas" de la ministra Aído y de otros miembros del Gobierno, pues han interpretado, no sin razones suficientes, que la ofensiva de la Jerarquía se concentra más contra el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero que contra la cuestión moral del aborto.

Un argumento que queda totalmente evidenciado con la distinción a José María Aznar del título de catedrático de "Ética, Política y Humanidades" de la Universidad Católica San Antonio de Murcia en presencia, y con el abrazo entusiasta, del Prefecto para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, y articulista de La Razón -periódico que se financia de la prostitución-, Monseñor don Antonio Cañizares, así como de Monseñor don José Manuel Lorca, obispo de la diócesis de Cartagena, que también se mostraba sonriente y complacido con el acto de investidura.

Y como de Prada no sabe que el Infierno está lleno de Obispos, curas y prelados, se atreve cuando dice: "Si no lo hiciera -se refiere a lo que manifestó el portavoz de la Conferencia Episcopal Española respecto a la excomunión y a no dar la Comunión a quienes promuevan y voten a favor del aborto- estaría renegando de su ministerio."

No es, pues, como dices, estimado de Prada, sino como es. Por más que nos duela. Porque Martínez Camino, como el resto de los Monseñores han permanecido demasiado "quietecitos" (utilizó tu expresión, aunque en sentido contrario) dentro del ámbito de lo políticamente correcto, faltando gravísimamente a la Ley de Dios.

Por eso no son ellos, precisamente, los que resucitarán a la sociedad, a la que han contribuido a confundir, sino alguien que portando la Cruz y la Espada resuelva de una vez y por todas el entuerto de España.


 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com