Carta al Jefe del Estado Mayor del Ejercito del Aire.
Por Jaime Miguel
Tur, antiguo Sargento de la Legión,
05/06/2008.
Excelentísimo Señor:
La caótica situación en la que se encuentra nuestra Nación, por mor del latrocinio y pérdida de valores a que nos tienen supeditados la gentuza política que sufrimos y el abandono en el que nos encontramos los españoles.
Con una ministra que quiere legislar la prostitución de chiquillas y la formación de asesinas en serie desde los 16 años. Un dictador basura y ratero que tenemos de Presidente del Gobierno; que exige un avión militar -50.000 euros dicen que es el costo cada vez que lo utiliza- para un asunto privado de ejercicio electoral. El mismo que está subvencionando con millones de nuestros impuestos a los corruptos y podridos sindicatos para que guarden silencio.
El que ha colocado de ministra de Defensa a una cosa impresentable e inútil -catalana antiespañola- para denigrar al Ejército y sacar provecho. El mismo que tiene 600 asesores –amigos, familiares y colegas de partido- con un espléndido sueldo, y que todo ello lo pagamos todos nosotros, su Excelencia también, sin que ocurra absolutamente nada. Sin que nadie obre en consecuencia.
Trae a mi memoria, Señor, lo cerca que estamos del año 1936. La historia se repite sin solución de continuidad. Por supuesto, no se podrían repetir aquellos hechos, por nuestros enlaces y dependencias internacionales actuales.
Si no fuera por ese motivo, bien poco iba a tardar otra refriega. Ya que está muy claro, que los nefandos políticos españoles siempre caminan y caminarán en dirección al PAREDÓN. No conocen otra vía a seguir. Esa es su meta. En los Estados Unidos, pongo por caso, todos nuestros políticos estarían fuera de los cargos de gestión Ad æternum. Y la mayoría de ellos en la cárcel.
Pero los españoles somos diferentes, porque no hemos aprendido o no hemos querido ser ciudadanos libres. Seguimos siendo vasallos. El vasallaje es nuestro sentir y proceder. Da la sensación de que lo llevamos en la masa de la sangre. El trajín que se ha formado por el uso de los aviones militares, por parte del alienado Presidente de Gobierno que tenemos, es el reflejo de lo que estoy diciendo.
Señor, si cuando este individuo pide un avión militar para su uso particular, su Excelencia se lo negara, porque su obligación es proteger, sobre todo lo demás, el patrimonio que en confianza le ha entregado la ciudadanía contribuyente, para que haga un uso correcto del mismo; sabe de sobra que lo cesaría.
Pero si ningún otro general admitiera ocupar el puesto que le quitan a su Excelencia por cumplir con su obligación y los que son Jefes de Estado Mayor de los otros Ejércitos, dimitieran en el acto por el abuso del político mierda que osa menospreciar a nuestra Entidad Militar, sería una postura ejemplarizante y la feliz manera de acabar con el endémico vallasaje que tanto nos daña; que tanto nos envilece.
Señor, insisto, para los españoles –desgraciadamente- el grado superior de lo que fuere, es un ser supremo para hacer y deshacer lo que le venga en gana. No encuentra freno a sus paridas y abusos. Esta basura política que ha llegado a Presidente de nuestro País ¡vaya usted a saber!, ha ido en un avión de nuestro Ejercito dos veces a Inglaterra. Una -con toda su familia- a comprar en unos grandes almacenes de Londres y otra para ver la actuación de su esposa que, por lo visto, canta. Y ahora los utiliza para la campaña electoral que tenemos. Un dineral nos ha costado esos caprichitos del nene socialista.
Y si no estoy equivocado -según cuentan- la vicepresidenta primera Sra. Fernández de la Vega –representante del planeta de los simios que tenemos en el gobierno- también ha utilizado un avión para ir a las fallas de Valencia. Como en anteriores etapas el tal Alfonso Guerra -honrado socialista de caca-, también viajó en un avión militar.
Señor mientras el Ejercito Español esté bajo la autoridad militar superior que le regalaron al Rey, estamos más perdidos que el barco del arroz. Esa es la más indigna estratagema que se sacaron del bolsillo, para mantener al Ejército amordazado, en silencio profundo.
Y le va tan estupendamente al Rey, que además de mudo parece ciego y sordo; ya que no se entera de lo que está haciendo el pájaro ZP con nuestra Nación. Y tanto es así, que no hace mucho declaró que los españoles rechazaban a Zapatero por la forma arqueada de sus cejas.
Declaró: “El Señor Zapatero es "un hombre muy honesto", "muy recto", "un ser humano íntegro", "con profundas convicciones", "que no divaga" y que "sabe muy bien hacia qué dirección va y por qué y para qué hace las cosas" “que el rechazo que recibe de los españoles es por culpa de la forma de sus cejas”. ¿Qué le parece? ¿Qué se puede pensar?
Señor, ante la situación actual, ante el vergonzoso panorama, los generales tenéis la obligación de cambiar el estado de la nación putrefacta que nos quiere dejar este psicópata que nos mal gobierna. Porque hasta el Borbón francés, nuestro Rey, insisto, ha caído en sus brazos, como hemos comprobado.
Sus motivos tendrá. Sabido es que cuando el Generalísimo Franco lo saco de la indigencia para imponerlo como Rey, juró en el Parlamento, lealtad a la LEY DE PRINCIPIOS DEL MOVIMIENTO NACIONAL; juramento que no cumplió; y estará procurando no volver nunca más a la indigencia anterior y dejar para los suyos el mayor patrimonio posible. Ley de vida que hay que respetar.
Eso sí, cuando se hace un esfuerzo, no cuando te lo dan calentito, por ser quien eres. Por lo que en agradecimiento, todo su trabajo debería ir dirigido a convertir a los españoles en ciudadanos libres. Es decir, tratar de acabar con el vasallaje maldito y bobalicón, chitón culpable de los latrocinios y abusos de los políticos que tanto daña a nuestros hijos. Y digo a nuestros hijos, porque a nosotros; a los que estamos ya con un pie en el agujero, poco nos puede aprovechar. Sólo la alegría de verlo antes de irnos.
Por último, Señor –ya lo dije en otra ocasión- la única institución sana que le queda todavía a España, es el Ejército. De ahí, que los Generales no pueden consentir que los ciudadanos crean ni piensen siquiera, que el Ejército es cómplice de los desmanes políticos. Ya que el silencio de los Generales no ayuda a la democracia, contribuye a su degeneración.
También es mío, que el Ejército Español se ha de regir por un órgano compuesto de Generales, que serán los que dicten el funcionamiento integral del mismo nombrando los cargos, incluido el de Ministro de Defensa; que será siempre un General, no la basura que le quiera colocar el podrido político de turno; al que sólo le interesa el Ejército que liquide a sus contrarios políticos.
El Ejército debe funcionar mediante una estructura interna, que ningún civil -ya sea político o mi padre- pueda meter el hocico. Itero, en el consejo de ministros se ha de sentar un General. Y eso lo han de conseguir.
Señor, todo lo expuesto –la verdad actual- me produce una gran decepción, tristeza e incluso pena, cuando recuerdo el pasado, y trae a mi mente aquellos tiempos de penuria en la que nos dejaron los coleguillas de los actuales ladrones que nos gobiernan en la actualidad, cuando se llevaron a Rusia y Méjico, todo el oro que tenía nuestra Nación en el Banco de España, y todas las joyas y alhajas que tenían guardadas los ciudadanos en los distintos bancos del País. “No debemos olvidar jamás aquel acto indigno, ni que los que tenemos ahora son un calco exacto”.
Tiempo en el que gobernó el GENERALÍSIMO FRANCO -el gobernante más honrado y decente de toda la historia española-, digo, con la mejor juventud que haya podido haber en nuestra España por siempre jamás. Ya que nació en aquellos jóvenes el deseo unánime de soportar y resistir, haciendo frente con alegría y sin droga a todos los sinsabores y avatares que se presentaban, como la masiva emigración que sufrimos y soportamos, por ejemplo.
En la letra de la canción del Duo Dinámico titulada RESISTIRÉ está reflejado el pensamiento de la susodicha juventud, que supo sobreponerse a la miseria en la que nos dejaron aquellos hijos… Detalle que le recuerdo, porque al igual que un servidor, su Excelencia formó parte de aquella admirable juventud, y conoce perfectamente lo que estoy diciendo.
Y por último le diré, que ingresé en la Gloriosa Legión Española en el año 1948, cuando cumplí los 18 años de edad; en la que alcance el grado de suboficial -sargento-. Catorce años fueron los que estuve en tan Glorioso Cuerpo. Participe en el conflicto Ifni-Sahara -como voluntario- y soy un superviviente de Edchera. Por lo que:
Excelentísimo Señor, reciba un siempre eterno a sus órdenes.
Posdata/ Señor, ¿cómo podría enterarme de si este escrito ha llegado a sus manos? Se lo digo, porque conociendo lo que tenemos, no sería extraño que le hubiesen colocado algún infiltrado/a para dar cuenta o eliminar todo lo que vaya a su Excelencia, que les pueda afectar. No olvide que son gentuza y habrán hecho todo lo posible por poner chivatillos/as a todos los jefes de Estado Mayor para tenerlos controlados.
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com