Franco ... ¡Socorro! (13)
Por Jaime Miguel Tur, antigua Sargento de la Legión.
22/04/2008.
¡Paco!, aquí me tienes otra vez con el escrito que remití a SM El Rey, respecto a la retirada de tu estatua. Escrito que no tuvo contestación. Bueno, a decir verdad, de todos los escritos que le mandé, sólo me contestó al que lo felicitaba por el casamiento de su hijo con la periodista. Todos los demás, los depositaron con exquisita elegancia en la silente papelera. Aquí lo tienes:
Majestad:
De las veces que le he dirigido un escrito, esta es la más triste. Porque lo primero que he de preguntar es si queda algún español, que quiera y sienta a España como algo suyo y no por lo que obtiene en beneficio propio.
La estatua ecuestre del fallecido Generalísimo Franco ha sido retirada de la peana en la que descansaba, porque, según el señor Zapatero, ningún dictador puede ser recordado. El Generalísimo Franco, luchó en África y derramó su sangre por España cuando vestía un uniforme legionario.
El Sr. Zapatero, lo que mejor ha hecho, fue el infamante servilismo a Felipe González, silenciando toda la corrupción y latrocinio sin par de los trece años del felipismo, desde un escaño del Parlamento. No se puede ser más indigno y miserable.
Pero dejando a un lado el proceder de la gentuza corrupta y ladrona que nos está mal gobernando, así como las decisiones inconscientes y temerarias del eventual Presidente del Gobierno Sr. Zapatero. No hay más remedio que suplicar a su Majestad, se digne explicarnos cual es su misión y para que queremos y necesitamos los españoles su estancia y presencia en España.
Un servidor, como contribuyente del dinero público del que se nutren todos los estamentos del Estado, incluida la Casa de SM El Rey, como ya fue dicho, tiene el derecho a saber si el dinero que recibe Su Majestad, del Estado, insisto, gracias a mi pìrrica contribución de jubilado, le obliga a realizar gestiones que menoscaben el honor y prestigio de la Nación Española -abrazo al cubano representante de un gobierno dictatorial y asesino- pongo por caso.
Como el enviar un telegrama de felicitación al Señor Carrillo, otro asesino de miles de españoles en Paracuellos de Jarama; al tiempo que se retiraba la estatua del Generalísimo Franco, que, por cierto, fue el que apaciguó el levantamiento de Asturias, por orden del Presidente de la República Señor Azaña.
Es decir, fue Franco el que ayudo a cortar la revuelta que había propiciado Indalecio Prieto contra la República, que, precisamente, sigue en su estatua muy cerca de donde estaba la ecuestre del Generalísimo Franco.
Además, felicitar al tal Carrillo por su aportación a la transición es una decisión excesiva que no corresponde. ¿Qué hizo ese señor por la transición? ¿Hubiera ocurrido algo diferente si se hubiese negado a acatarla, cuando había una mayoría que la apoyaba? ¿Qué fuerza tenían los cuatro gatos que él representaba?
Era y sigue siendo un don nadie que lo único que hizo en su vida fue traicionar a sus compañeros y hacer muchísimo daño a mucha gente, fusilamientos incluidos. Y unirse a la transición suponía asegurarse la manduca del dinero público, algo que no estaba dispuesto a rehusar. Ese es el quid de la cuestión.
Los únicos que merecen un reconocimiento y agradecimiento eterno son los componentes de aquellas Cortes Generales del Régimen, que entregaron el poder político al pueblo y se fueron a sus casas sin chistar. Los únicos que merecen honor y gloria. Si algunos de ellos hubiesen querido, muchos militares les hubieran seguido.
Respecto a la retirada de la estatua, la gente, los españoles con los que hablo, trabajadores sin más se preguntan si el ejército que es el más adecuado para protestar por el desprecio a quien derramó su sangre por España, no habla, será, porque Su Majestad que es el Jefe Superior de ellos calla.
Los ciudadanos piensan que lo políticos están utilizando a su Majestad, de freno a las justas protestas contra las múltiples fechorías que vienen cometiendo.
Y si agradecido es el bien nacido Su Majestad no puede consentir esa ignominia. No tengo que recordarle que es Rey de España, Jefe del Estado y Jefe Superior de los Ejércitos, por la voluntad del Generalísimo Franco. Todo lo que tiene y ha conseguido Su Majestad, se lo debe a él. Algo que ha expresado Su Majestad en público varias veces.
Y otra cosa Señor, ¿no se acuerda de su abuelo? ¿Se le ha olvidado que Su Majestad hubo de nacer en Roma? Pues, no se le olvide, que lo que estén preparando sea el final de la Monarquía que representa. Por lo que una de dos, o se da un puñetazo encima de la mesa o se comienza a preparar las maletas.
A este paso, hoy día ya, por lo que los ciudadanos comprueban y he oído, me atrevo a vaticinar que hasta la derecha está pensando en una República como forma de gobierno para España.
Majestad, reciba mis respetos y el deseo de que acierte en sus decisiones, sin perder de vista, que la razón de Estado que no pueda ser entendida por la mente más débil del ciudadano más simple, no es tal razón de Estado, sino otra cosa.
A que te has cabreado, ¡querido Paco! No te preocupes. No importa. Todos y cada uno de los mortales somos esclavos de nuestros intereses, vicios y malas costumbres. Unos pobres diablos dignos de lástima, como muy bien lo supiste tú siempre.
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com