Franco ... ¡Socorro! (10)


Por Jaime Miguel Tur, antiguo Sargento Legionario. 10/03/2008.  


Paco!, te juro que la lucha que tenemos los españoles con las nefandas pandillas de politicastros que nos desgobiernan, a cuya cabeza tenemos al ZP, es superior a lo que tuvo que luchar el Cabo Suceso Terreros López en el blocao Dar Hamed –llamado el Malo- en la falda del monte Gurugú, Marruecos. ¡Pon atención!:

Excelentísimo Señor:

Durante mucho tiempo he pensado enviarle un escrito de protesta por lo que está sucediendo en España desde que llegó usted al poder. Y como todo tiene un límite, y en vista de que el día 29 de este mes cumplo 75 años –cumpleaños de platino-, he decidido  celebrarlo desembuchando lo que tengo que decirle, antes de reventar.

Soy un contribuyente de los que pagan impuestos para que todos los políticos –usted es uno de ellos- zampen a dos carrillos, se construyan piscinas con nuestro dinero para disfrutarlas en compañía de los familiares más queridos y atesoren pasta en cantidad para vivir como Dios,  tras haber dejado a la nación hecha unos zorros. Al borde de un conflicto como el que usted está provocando

Por ello, aun respetando el cargo de Presidente del Gobierno, me voy a referir a sus demenciales y desastrosas gestiones políticas, así  como a los abusos y a la colosal mentira en la que vive su gobierno; gobierno que está llevando al país, además de a la risión mundial –somos el hazme reír-,  a la situación del año 1934 cuando sus antiguos colegas se rebelaron contra la república forzando el levantamiento militar.

Que fue cuando su abuelo -Capitán Lozano, revolucionario marxista que no creía ni creyó nunca en la República- escribió una carta ofreciéndose al director del diario "El socialista", para escribir artículos de temática militar y hacer proselitismo en los cuarteles a través del susodicho panfleto revolucionario, con el objeto de ganar adeptos en los estamentos militares a favor de la Revolución.

Por lo que fue ajusticiado, no asesinado como pregona usted. Según consta en un archivo, a tenor de lo publicado. Expediente que desaparecerá, si no ha desaparecido ya,  en cuanto le eche el guante el ministro de defensa. Ese que prefiere que lo maten antes que  matar. ¡Vaya ministro de defensa que nos ha traído, señor! Menudo regalo. Es de Gila.

Aunque para ser justos no es menos cierto que algunas de sus manifestaciones dejan a las del ministro de defensa a la altura del betún. En Nueva York, vino usted a decir –según hemos leído-  que al Sr. Bush le gusta que sea el ejército el que defienda a los ciudadanos.

¡Será posible! ¿Para qué está entonces el ejército? ¿Cómo se defiende a los ciudadanos?  ¿Recurriendo a la Alianza de Civilizaciones; estupidez supina por imposible e ideada no por usted, sino por un personaje afgano? Ni Abundio diría algo así.

También nos iluminó con el despropósito de que “nuestro ejército está en Afganistán en son de  paz con el fin de  traer la libertad y la democracia”. Vayamos por partes, Señor.

Primero. Cuando se va a un sitio en son de paz no se llevan armas. Cualquier ciudadano que viaje a un país extranjero no va armado hasta los dientes, porque no están esperando que llegue para cepillárselo. Ahora, si nuestros soldados son atacados por los afganos que no quieren intrusos, tendrán que defenderse utilizando las armas que llevan; es decir, matando. So pena de que todos se dejaran matar como lo haría el ministro de defensa que le acompaña,  D. José Bono. Ese mártir; ese santo;  ese tocinito de cielo.

Por tanto hay que dejarse de macanas, paparruchadas, camelos, patrañas, enredos, embustes y hablarle a los ciudadanos con la verdad, diciendo: estamos en Afganistán para imponer la paz por las armas. Si pace frui volumus, bellum gerendum est. (Si queremos gozar de la paz, debemos hacer la guerra). Si bellum omittimus, pace numquan fruemur. (Si deponemos las armas, nunca gozaremos de paz) ¿No le enseñaron estas máximas cuando estudió Derecho? ¡Vaya tela Mikaela!

Segundo. ¿Qué libertad necesitan los afganos? ¿La que han traído los políticos  a España?  ¿La que sólo los protege a ellos de la corrupción la mentira y el robo –fondos reservados-, pongo por caso? ¿La que no impide que los políticos se llenen los bolsillos sin dar explicaciones? ¿La que consiente partidos políticos y sindicatos de estructura piramidal y, por ende,  antidemocráticos, que son los verdaderos enemigos del pueblo? ¿La que entierra a Montesquieu, politiza, fuerza y manipula al poder judicial?  ¿Es esa la libertad que quiere usted llevar a ese paupérrimo y sufrido pueblo?

Tercero. ¿Que democracia desea llevarlea esas criaturas?  ¿Semejante a la española, quizá? ¿Una democracia que tiene de presidente de gobierno a un político –usted, Señor- que se pasó los trece años de corrupción felipista sentado en un escaño del Parlamento sin decir ni pío; de silente interesado? ¿La que tiene a un ministro –Señor Caldera- que falsificó un documento y mintió en el Parlamento, lugar donde se legislan las leyes que han de cumplir todos los ciudadanos españoles?  ¿La misma  en la que la oposición -otros que tal bailan- tiene la poca vergüenza de entrar y sentarse en ese Parlamento en vez de negarse a ello mientras no seáis expulsados de esa casa -voz del pueblo-, exigiendo igualmente vuestra separación de la vida pública ad aeternum? 

No creo, señor, que haya en todo el mundo una democracia más indigna y de baja ralea que la que tenemos actualmente en España, bajo su gobierno.  

Sus pactos con la gentuza  que le mantiene en el poder aun sabiendo que desean la destrucción de España son las evidentes muestras del camino que nos podría llevar otra vez  al matadero para que nuestros hijos y nietos sufran las mismas desventuras que sufrimos los que quedamos todavía para contarlo.

Menos mal que no sucederá,  ya que los descamisaos de “Arfonso”, sus coleguillas de fechorías, digo, hoy son la nueva progresía millonaria -cuasi multi- a costa de lo que le han  afanado y  vienen afanándole a los confiados y paganos ciudadanos españoles, desde que llegó la democracia con el cuento de  tó par pueblo.

Por cierto, hablando del rollo patatero progresista: ¿conoce usted a alguien que no quiera progresar en la vida? ¿Existe algún ser humano que deseche el progreso y los beneficios inherentes al mismo? Señor, los ciudadanos españoles estamos hasta el gorro de las paridas políticas que salen de las mentirosas bocas de los nefandos políticos que tenemos en el país. Lo peor de cada casa –salvo contadas excepciones- es lo que hay en la política española actual. ¡Insoportable! ¡Un asco! ¡A qué vomito!

Y no se puede hablar de su relación internacional sin llorar a moco tendido. Es de pena verle en la ONU –refugio de Ali Baba y los demás- reunido con la flor y nata de la política mundial, y me refiero a los importantísimos ministros de Turquía, Argentina y  al Secretario General  Kofi Annan, bajo cuyo mandato la institución ha llegado a las cloacas más inmundas, por el mangueo establecido y su decadencia moral, al permanecer pasiva o realmente colaboradora ante guerras de agresión, limpieza étnica y genocidio económico.

Por supuesto, la charla versó sobre la importantísima Alianza de Civilizaciones. Esa mandanga. ¡Vaya trío! Menos mal que en esa reunión no estaban sus íntimos Mohamed VI, el venezolano Chavez  y  Fidel Castro. Otro trío de tiranos de toma pan y moja.

Por cierto,  ¿por qué no deja en paz a los afganos y aprovechando la amistad y su admiración por los tres, intenta introducir la libertad que pregonan en Marruecos, Venezuela y Cuba, comenzando por sacar de las cárceles a los que están presos por utilizar la libertad de expresión?

Señor, para un ciudadano corriente como yo,  los americanos ni fu ni fa; pero usted es el Presidente del Gobierno de un país al que representa, llamado España; mi país. Y tiene la obligación de comportarse debidamente en relación con los gobernantes de otros países. Usted no puede mancillar con su estúpida actitud los distintivos de otras naciones. Ha de ser correcto, por mucho que le duela hacerlo. Para eso le pagamos. Porque lo que usted ha hecho con la bandera de los Estados Unidos, no es propio ni de un presidente de comunidad. Sería propio del cojo mantecas, si viviera.

En cuanto al trato de favor que les dedica a los  terroristas buscando  el diálogo con ellos, ¡dígame la verdad! ¿Sería usted tan abierto a esa gente si le hubieran asesinado a una de sus hijas o a las dos? ¿A qué no?  Pues no olvide nunca a las víctimas del terrorismo, por si un día se encuentra entre ellos. Algo que no deseo ni por pienso.

Por tanto, señor, en vista de todo lo expuesto como de la batería de justas protestas que quedan por exponer, desde que subió al poder pisando los escalones ensangrentados de la escalera que el destino o quien fuere puso a su disposición el 11M, le voy a recomendar de bona fide que por el bien suyo y de los españoles desaparezca de la escena haciendo mutis por el foro.

Por favor, Señor, no se meta en más belenes, tome a su querida esposa del brazo y a sus hijas de la mano y márchese a su pueblo a gozar de la prebenda que agenció su colega Felipe González para todos los ex presidentes.

Sablazo económico que nos clavo a los contribuyentes españoles de por vida. Ya sabe, un sueldo bruto de más de 36.600 euros anuales a lo que hay que añadir una indeterminada pensión compensatoria de derechos pasivos, más otros 90.000 euros –unos quince millones de pesetas- para el “funcionamiento de su oficina”, en la que dispondrá de un asesor particular –funcionario de alto nivel-  y secretaria, así como coche oficial y escolta. Y todo eso lo instituyó, como he dicho,  su coleguilla Felipe González, el que cambió el  tó par pueblo de “Arfonso” Guerra, por el  tó pa mí.     

Le comunico –debe saberlo por el anterior escrito que le envié- que hice el servicio militar en la Gloriosa Legión, donde alcancé la categoría de suboficial como sargento. Ya sabe, estuve con los de la cabra, como los denomina el graciosillo y televisivo ministro de defensa.

Y muy orgulloso que me siento cuando me acuerdo de que cualquier legionario de los que conocí cuando estuve allí, era un ser con más vergüenza, honradez, hombría, pundonor, decencia, amigo y compañero de sangre que la mayoría de los políticos que tenemos en España. Y más íntegro que todos y cada uno de vosotros. ¡Amén!

¡Ah!, le doy mi palabra de que si yo fuera hoy un alto mando militar, emularía a su abuelo en cuanto a hacer proselitismo en los cuarteles; pero no para acabar con la República, sino con la basura que habéis hecho los políticos de este sistema al que denomináis falsamente democracia.

Posiblemente, este escrito no llegue a sus manos, pero si llegara, no pierda de vista que vivimos, según usted,  en un Estado de Derecho, en el que la libertad de expresión es la vida del sistema; pero si fuere olvidado ese derecho, no se preocupe, tengo anchas las espaldas.

Hasta el próximo. 

¿Cómo se te ha quedado el cuerpo, Paco?  ¿A qué mueve al llanto? Pues este es el molondro que mal gobierna a nuestra querida España. ¡A qué vomito otra vez!


 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com