20N 2008.


Por José Luis Múñoz. 20/11/2008.  


Con tristeza conmemoramos un nuevo aniversario del vil asesinato de José Antonio, fusilado en la cárcel de Alicante, tras un juicio que fue cualquier cosa menos el ejercicio de la noble virtud de la Justicia y del fallecimiento de Francisco Franco, nuestro Caudillo en la Guerra y en la Paz.

En este último año,  mucho ha cambiado para peor, la situación en España.

Vemos con asombro no exento de indignación la actuación prevaricadora de un tal Baltasar Garzón, mal Juez y peor persona, que ejerce su potestad jurisdiccional de forma abusiva y torticera. Porque pretender a estas alturas de la Historia, sentar en el banquillo a nuestro Caudillo y a los restantes altos mandos políticos y militares que con su actuación en 1936, hicieron posible que España fuera Una, Grande y Libre, es más propio de un sectario revanchista que de un Juez independiente y cabal. Y como colofón, este siniestro personajillo, se nos descuelga con el argumento de que como Franco ha muerto, está extinguida su responsabilidad penal. Cuando lo cierto es que en España los Jefes del Estado gozan del privilegio de inmunidad.

 En base al engendro legal de la Memoria Histórica”, que no es tal, sino un nuevo intento de reescribir la Historia basada en los sentimientos negativos de rencor y revanchismo por parte de los herederos políticos del Frente Popular, causante de la mayor persecución  política y religiosa, producidas en la primera mitad del siglo XX en España, se quiere suprimir todo vestigio y recuerdo no sólo del Régimen de Franco, sino de todos aquellos que lo hicieron posible con su apoyo directo o indirecto. En definitiva, ya que no pueden cambiar la Historia, pretenden eliminar todos aquellos monumentos, calles y símbolos que recuerden que durante casi cuarenta años, Franco gobernó en nuestra  Patria, con una eficacia y una honradez que para sí quisieran los actuales gobernantes. Por ello, el sectarismo antidemocrático de la izquierda gobernante al alimón con una derecha acomplejada, timorata y cobarde,  quieren impedir cualquier tipo de acto o celebración en recuerdo de José Antonio y Francisco Franco, especialmente en el Valle de los Caídos.

Y lo que es aún más grave. Se está sembrando de nuevo el odio y el enfrentamiento entre españoles, que a nada bueno pueden conducir. Uno de los grandes logros del Caudillo fue sentar las bases para que no volviese a producirse una cruenta y cruel Guerra entre españoles como la sufrida en el periodo 1936-39. Lo consiguió, pero un insensato Presidente , al alimón con los "pesebreros" de turno, que aplauden hasta con las orejas, se ha empeñado en lo contrario.  No podemos consentir tanta ignominia. Hay que hacer todo lo humanamente posible para despertar a muchos españoles de este estado de "letargo" en que se encuentran. Ardua es la tarea, pero es nuestro deber y responsabilidad.

Y para ello elevemos nuestras oraciones a la Santísima Virgen,  para que por su intercesión,  España  se vea libre de sus enemigos, esos mismos que Franco derrotó y que ahora vuelven al ataque con más odio y revanchismo que entonces.


 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com