Carta abierta al Alcalde de Barcelona Jordi Hereu

 

Campaña del Ayuntamiento de Barcelona para retirar los símbolos Franquistas.


Por Eduardo Palomar Baró. 24/12/2008.  


Muy señor mío:

Con sorpresa e indignación he leído el panfleto que el Ayuntamiento que usted tan indignamente preside, confeccionado con el dinero de los contribuyentes. Contribuyentes cada vez más expoliados con los onerosos impuestos confiscatorios que se nos imponen, superiores al resto de España. A título de ejemplo, los tributos de patrimonio –adquirido y sostenido con ímprobo esfuerzo– y el impuesto de transmisiones, en grado superlativo en esta denominada Comunidad “preferente” en la recaudación.

Indigno e inadecuado que en un momento de crisis económica grave –admitida por fin por su Jefe señor Zapatero–, que amenaza los puestos de trabajo y pone en tela de juicio los ahorros bancarios de toda una vida para mitigar en lo posible la vejez, ustedes los socialistas de nombre, que no de hecho, se dediquen a malversar los fondos públicos con publicaciones de autocomplacencia, y se ocupen con saña y odio feroz a retirar los símbolos franquistas “proponiendo” arrancar las 4.438 placas de las casas construidas bajo la protección del régimen autoritario a través del Ministerio de la Vivienda a precios módicos y asequibles de la ahora tan denostada época.

Vergonzoso e infame. En lugar de trabajar y construir en bien del ciudadano, al no tener capacidad mental para grandes obras, como hicieran sus predecesores en el cargo, Rius y Taulet, Mateu, Porcioles, Massó, etc. se dedica a la defenestración de placas conmemorativas,

Deje de incomodar, como hace su Partido, dividiendo a los españoles, fomentando la crispación entre hermanos, que está llegando a un punto muy álgido y peligroso, de resultados imprevisibles, y ustedes, como en el 36 volverían a ser los responsables de la gran tragedia que sufrió nuestra patria.

Cuando se accede voluntariamente a un cargo tal elevado, es preciso reunir la preparación académica necesaria –no superficial– para afrontar y moderar las altas responsabilidades. Siempre se ha dicho que los alcaldes de Madrid y Barcelona han tenido categoría similar a los ministros, pero de otras épocas más serias.

No se pueden hacer piruetas, ni arbitrariedades obstinadas con las obras públicas, como terminar una calzada como la plaza de las Glorias-Diagonal, que una vez pavimentada, se levante inmediatamente de nuevo, para circular el tranvía. En otro lugar, los responsables de esta falta de previsión y malversación del dinero público, estarían bajo la sombra…

Dejen de hacer sandeces, estudien, fórmense en el arte del bien gobernar con seriedad, sin las risas bobaliconas e improcedentes que suelen prodigar con profusión los que se denominan “progresistas”, subterfugio para encubrir su desmedido afán de enriquecimiento.

Con verdadera pena por su destructiva gestión, le saluda un barcelonés disconforme con sus actuaciones y con el desastroso sistema que representa.

EDUARDO PALOMAR BARÓ


 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com