Boadella, el largo camino de un imbécil al teatro del Canal.
Por
Pablo Gasco de la Rocha. 27/11/2008.
-de saltimbanqui
de Pujol, a panegirista de Esperanza Aguirre-
Alberto
Boadella, uno de los estandartes
de la algarada independentista catalana de finales de los setenta y durante las
décadas de los ochenta y noventa, el estúpido saltimbanqui independentista
catalán al que llevaban para hacer reír al siempre intranquilo Jordi
Pujol, hacía tiempo que no trabajaba. Su discurso monótono, y ya pasado, no
lograba conectar con esas capas sociales que hoy están más por la quema de
fotos que por los teatrillos difamatorios contra España. Y es que,
tanto cambian las modas, que ni siquiera Serrat tiene hoy la audiencia de otros
tiempos, salvo para las cuatro rojillas que se han quedado solteras y
todavía sueñan con el niño de cara de idiota.
Parlanchín,
saltimbanqui y jaranero, el alma podrida de el Els Joglars, ese grupo teatral mítico
que fue todo un símbolo en la sacrosanta Transición, forma ya en esa
legión de conversos con la que el PP viene engrosando sus filas. Todo un
ejemplo de cómo están las cosas en el partido donde muchos tienen puestas
todas sus esperanzas para sacar a España de la crisis moral, cultural, social y
económica que padece.
Boadella,
que en su día montó aquella sátira blasfema de título "Teledeum",
que destacó por su pasión por la popularidad, que fue un radical exaltado y
pendenciero, que alentó a la exaltación ciudadana separatista y que fue un
agitador hábil en aprovechar cualquier motivo para atemorizar al adversario, es
hoy otro de los ajos de la ristra con la que se adorna el PP por la
infinita ausencia de sabiduría de sus dirigentes y las inmensas tragaderas de
sus votantes.
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com