Una catequesis pendiente y urgente (y II)
Afrontando el mundo desde la Fe en Jesús.
Por
Pablo Gasco de la Rocha.
10/06/2008.
Siguiendo con el tema de una "Catequesis pendiente y urgente",
y habiendo abordado el aspecto de formación cultural religiosa que toda
Catequesis debe contemplar para una dimensionalidad exacta de la fe. Ahora
conviene que nos ocupemos del segundo aspecto, consecuencia de esa fe ya madura,
pues ha sido dimensionada desde la razón, que también debemos de esgrimir
frente a sus enemigos.
Conscientes de que el proyecto contra Dios siempre ha existido a lo
largo de la Historia, pues el hombre nunca ha dejado de construir su Babel,
y porque todo tiempo histórico del hombre es tiempo de Dios... Venimos de
Él y a Él volveremos, deberemos de afrontar el mundo
desde Cristo. Más concretamente, desde las tres dimensiones desde las que lo
afrontó el Señor: siendo rechazado por todos y escuchado sólo por los más
humildes, perplejo ante el futuro de sus discípulos, y desde la fe y la
confianza en Dios-Padre. Y esta dimensionalidad debe servirnos no sólo para
flexibilizar nuestros esquemas y preocupaciones, sino para relativizar los
tiempos del camino, aprovechándolos, corrigiéndolos o rechazándolos.
Una
confianza que cobra toda su potencialidad y profundidad en aquel grito
desgarrador, el grito de todos los abandonados y derrotados de la Historia: "Dios
mío, Dios mío, porque me has abandonado", que lejos de expresar
incredulidad, es la afirmación más rotunda y plena de confianza en Dios. Pues,
reconoce su presencia, a pesar de su aparente ausencia. Aceptando, al mismo
tiempo, que el instante humano no sea el mismo que el de Dios. Justo lo que
nosotros, los hombres y las mujeres de este tiempo histórico debemos de tener
en cuenta, como ayuda a la misión apostólica a la que estamos llamados: la
conversión del mundo predicando el Evangelio de Jesús de Nazaret, el Hijo de
Dios.
Y
desde esta misión apostólica a la que estamos llamados, deberemos de
preocuparos mucho, particularmente, por aquellos cambios culturales inducidos
que afectan al hombre directamente en el corazón de su ser. En lo que es, lo
que puede ser o no debe ser, y lo que pretende ser. Para conducir al hombre a
través del laberinto de proyectos del hombre, que al ser humano se le ofrecen
como mercancía en los supermercados de las ideologías. Entendiendo la
importancia de la Hora que nos ha tocado vivir, y metiéndonos en esta sociedad
materialista con ribetes religiosos, para volver a encontrar a Cristo, y a
Cristo clavado en la Cruz, desde la escucha y el compromiso de su presencia a
través de la evangelización, la liturgia y la caridad.
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com