Socialismo e involución.
Por
Pablo Gasco de la Rocha.
03/06/2008.
...
Si alguien nos hubiera dicho que un tipo como Zapatero llegaría a ser
presidente de Gobierno, seguramente que ni los más parvos del lugar lo hubiesen
creído. Y sin embargo, ahí le tenemos, orgulloso y feliz, dirigiendo a toda
esa tropa sin méritos que se ha traído y que le sigue entusiasmada, porque es
consciente de la oportunidad única que el destino les ha brindado.
Cuando todavía colean las declaraciones del Rey, para unos
imprudentes y para otros insensatas sobre Zapatero y su proyecto político, y al
margen de las simpatías o las conveniencias que el monarca pueda sentir por Zp,
y hasta por su proyecto político, como en su día las sintió por el señor
"X", responsable máximo de la mayor corrupción que se ha dado en
España, convendría que, pese a las apariencias, no nos quedásemos con esa
primera percepción que a todos nos produce el personaje. Pues ahí radica el
meollo de la cuestión, no tomarle en serio ni tomar en serio su proyecto político,
al que se define de relativista, esponjoso y elástico. Porque por
incomprensible que nos parezca, Zapatero no sólo tiene un proyecto político
definido, sino el coraje suficiente para ponerlo en practica; hasta el punto, de
haber conseguido en cuatro años, lo que nadie podía pensar que se hubiera
atrevido hacer. Una política a la que algunos siguen dando el calificativo de
improvisada.
Simple hasta decir basta, sin formación intelectual suficiente y con
escasos recursos dialécticas, Zapatero es un izquierdista radical que pretende
dominar el escenario público del futuro con un discurso basado en evocaciones
sublimes como propósito para un escenario nuevo. Un discurso cuyas premisas
son: la demonización del otro, que ya no será el adversario, sino el enemigo,
y la imposición de marcos de convivencia. De ahí que Zapatero ni entre en el
debate de las ideas ni en el reconocimiento de que el adversario tenga algo de
razón.
Sólo desde esta valoración real del
personaje y de su proyecto político es cómo podremos entender el alcance de la
revolución que ha emprendido Zapatero desde la armonía aparente de las formas
y de las maneras, una táctica que va implícita en la ideología que sostiene
su proyecto... la sustitución de la política por la guerra de exterminio a las
ideas y al adversario.
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com