Brandy, toros, fútbol y ejército ya no son cosa de hombres.
Por
Pablo Gasco de la Rocha.
31/05/2008.
Primero
fue el brandy..., se acuerdan de aquello: "Soberano es cosa de
hombres", pues hace tiempo que dejó de serlo para convertirse en cosa de
mujeres, o mejor dicho, de niñas, una moda esta de colocarse con todo
tipo de sustancias psicotrópicas y etílicas que se ha exportado desde la
capital a todos los rincones de España, y que es hoy uno de nuestros reclamos
turísticos más evidentes para el resto de la juventud europeo. Una
irracionalidad de proporciones tales, que no se pude entender a no ser que
existe alguna razón oculta, como intentar suplir a nuestra juventud por la
hambrienta y desesperada de África. Ese continente al que algunos ya no miramos
con simpatía, y que ha demostrado, a racistas y no racistas, la incapacidad
congénita de sus gentes para salir adelante solos.
Seguidamente
fueron los toros, la lidia, el toreo. Porque si bien es cierto que en épocas más
antiguas hubo alguna descerebrada que lo practicó, según nos refieren
algunas crónicas, la cuestión se quedó en pura anécdota. No así en la
actualidad, donde Cristina Sánchez ha quedado como referente de la capacidad
femenina para calzarse un pantalón aunque no luzca paquete.
Referente
al fútbol, el opio del pueblo español, jamás hubo tanta afición a este
deporte, cuyos clubes más parecen combinados extranjeros que equipos de la
ciudad, el pueblo o la provincia a la que dicen representan. Y así, a medida
que han crecido los Florentinos, los Fefes y demás ralea, así
también ha crecido tanto el gamberrismo como la afición de las féminas por el
espectáculo. Todo un alarde de igualitarismo. Toda una defensa de los derechos
de la mujer trabajadora a la que no se deja que se quede embarazada, pero a la
que sí se permite, y se jalea, que enseñe las tetas en el espectáculo.
Finalmente
ha sido el ejército el que ha dejado de ser cosa de hombres, pues cada vez es
mayor el número de mujeres, y de mujeres extranjeras, en las Fuerzas Armadas.
Hasta el punto, que las soldadas ya representan el 12,3% de los militares. De ahí,
pues, que sea natural que la ministra, la ex anarquista Carmen Chacón –esa
jugada que Zapatero le tenía reservada al Ejército- diga, y con toda razón,
que "el Ejército español es pacifista". Algo que viene demostrando
sobradamente en sus misiones de comparsa internacional, y que ha terminado por
definir en toda su amplitud omitiendo el deber de socorro a un barco de pesca
español.
A
tenor de lo expuesto, y teniendo en cuenta el cada vez peor esperma del varón
español, es natural que cada vez se empleen más varones españoles en las
cocinas, mientras ellas igual trepan a un cañón, que se calan unas bragas de
camuflaje.
¡Viva
la mujer trabajadora! ¡Muerte al macho!
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com