Hacen bien en seguir sin contar conmigo ...
Por
Pablo Gasco de la Rocha.
28/05/2008.
Miguel Ángel Blanco del PP, Isaías Carrasco del PSOE y Juan Manuel Piñuel
Guardia Civil son suficientes muertos como para que empecemos a reflexionar
sobre la política de penas que nuestra legislación penal impone a los
terroristas, así como la revisión de la actual legislación penitenciaria
respecto a beneficios y privilegios que se conceden a individuos irredentos,
cuyo fin no es otro que acabar con el Estado a costa de lo que sea. Todo eso, y
una política de Estado firme y ejemplarizante es lo que debiera exigir la
ciudadanía. Incluso, esa ciudadanía que tantos años después se reúne en una
rincón de Madrid para aplaudir un homenaje tardío. Un monumento estéticamente
aséptico y políticamente arrogante.
Por eso no entiendo que desde de esa derecha castrada e inoperante que
es el Partido Popular (PP), y a través de su vocero más representativo, ABC,
se impute a los amigos de ETA (PNV) "no garantizar la seguridad de las
casas-cuartel", siendo, como es, obligación del Estado y exigencia
irrenunciable del Instituto Armado. Un Instituto, la Guardia Civil, que es,
mientras no se diga lo contrario, "una parte del Ejército alquilada al
Ministerio del Interior". O que se siga insistiendo en lo que todo el
pueblo español sabe, aunque lo calle, esto es, "la esquizofrenia del
nacionalismo vasco, que un día carga contra la Guardia Civil y la Policía y al
siguiente monta un homenaje a las víctimas de ETA como ejecución minuciosa de
sus planes de normalización" (ABC, 19/05/08) Un nacionalismo con el
que el PP de Aznar pactó, y con el que el PP de Rajoy quiere pactar, de ahí la
controversia con María San Gil y el sector más duro del partido.
Y en este mismo sentido de no entender nada, y diga lo que diga un pobre
trastornado, si quiera transitorio por mor de la emoción, a Juan Manuel Piñuel
–último guardia civil asesinado- no lo han matado los de siempre
"por ser español", que eso es una circunstancia, sino por la
inoperancia del Gobierno de turno, de las Instituciones del Estado y del
Instituto Armado al que pertenecía.
Por otra parte, y a tenor de la estúpida declaración del Presidente de
Melilla... "los canallas que han matado a Juan Manuel lo van a pagar
caro", sugiero se le haga un examen médico exhaustivo y, al mismo tiempo,
se le inhabilite de todo cargo u ocupación pública para el resto de sus días.
Finalmente decir, que como en tantas otras ocasiones, también en está, reseño con orgullo, que se me haya excluido, pues todos los enunciados, declaraciones y proclamas tras el asesinato de Juan Manuel Piñuel aludían al dolor de los "demócratas". Y es que, no hace falta que ellos me excluyan, pues yo mismo lo he hecho hace mucho tiempo. Es decir, mientras no se actúe de forma determinante y para siempre contra todo el entramado político, social y económico del que se alimenta y nutre ETA; mientras no se articule una política penal y penitenciaria especifica para el terrorismo; mientras no se practique la dispersión más radical posible con los presos de la banda, y mientras no se contemple la pena de muerte... si quiera el garrote, aunque se excluya la estética del fusilamiento al alba.
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com