2 de Mayo: La Memoria Imprecisa.
Por
Pablo Gasco de la Rocha.
12/05/2008.
Se contradicen, pero es
igual. Porque en el reino de las maravillas de don Juan Carlos el Borbón
–ninguno Borbón fue nunca bueno para España- todo vale, y más que otra
cosa, la confusión y el sincretismo a mayor beneficio de la Corona y de quines
la sujetan: los socialistas. Aunque bien debería saber el Borbón que de éstos
no se puede uno fiar, pues, que un día te regalan flores y el siguiente te
clavan un puñal en la espalda. ¡Son así! Y de casta les viene.
Con motivo del Bicentenario de la fecha histórico del 2
de Mayo, fecha que hubiese pasado sin pena ni gloria de no ser porque necesitan
algún acontecimiento que cohesione la maltrecha legalidad constitucional de
España, sobre todo, su unidad. Andan políticos y pesebreros al unísono
de unas celebraciones en las que sin duda habrá "soldada" para todos.
Pues, esto de los dineros, ni tiene perdón ni se perdona.
Yo, que no tuve corazón de joven -jamás fui comunista, ni socialista
ni anarquista ni siquiera separatista o masón-, ni tengo cabeza de mayor,
pues sigo anclado en el pasado -considerando que por encima de mi bien
particular, está el de mi Patria-, cuando quiero reseñar nuestra cohesión, no
tengo que retrotraerme tantos años, pues dicha reseña me es bastante más
cercana que la del 2 de mayo de 1808... el 18 de Julio de 1936, que dio paso a
los 40 años de paz y prosperidad más largos en la historia de España.
Con todo, también entiendo que no soy Reverte, ese chico, pese a frisar
los 60 y tantos, que todo lo ha aprendido de mayor, de muy mayor; justo
cuando quiso hacer dinero con esto de contar historietas. Que es lo que les pasa
a muchos cuando un día descubren, ahí tenemos el caso patético de Ramón
Tamames, que son tremendamente incultos, qué no sólo desmemoriados.
Y centrándonos en esta fecha que celebraremos, yo, como siempre, a mi
estilo y manera, recorriendo el Periplo que ya hacia de niño con mi padre:
desayuno en alguna cafetería de la Plaza de la Lealtad (desde la época
del Caudillo no sé llamarla de otra forma), aperitivo en la Puerta del Sol
(junto al edificio que fue prisión de rojos), Santa Misa en la Iglesia de San
Justo y San Pastor en la Plaza del 2 de Mayo (de triste recuerdo, pues
allí se dejó que miles de nuestros jóvenes quedarán atrapados en la droga
que propició el afeminado del sinvergüenza de Tierno Galván) y, antes de
comer, visita, y rezo, al Cementerio de La Florida para honrar a tantos
compatriotas nuestros que no solo lucharon contra los franceses, sino
contra sus compatriotas, amigos de los franceses, y por tanto, igualmente
invasores, los Afrancesados.
Pero hasta tal punto están falsificando el 2
de Mayo, que hoy se consideran, y así tratan de hacérnoslo ver políticos y
novelistas, que los liberales (los socialistas de hoy) y los conservadores (los
del PP) fueron los revolucionarios de ayer. Y nada más lejos de la realidad.
Pues quién se levantó, alzó y sublevó fue el pueblo llano, las clases medias
(artesanos y funcionarios de poco rango) y los oficiales de empleos más bajos
del Ejército. Porque ni los pudientes ni los políticos ni los palaciegos ni
los altos mandos del Ejército lo hicieron, encantados como estaban con la nueva
situación, pese al exilio que tuvo que emprender el "tarado" de
Carlos IV y su pestilente familia: una mujer disoluta y dos hijos retrasados y
cobardes.
Fue, pues, el pueblo, y con él los únicos empleos que en el Ejército
son realmente valientes: los tenientes y los capitanes, mandados todos por Daoíz
y Velarde (que hoy serían considerados fachas y procesados por golpistas),
quienes supieron estar a la altura del patriotismo. Pues supieron interpretar
que defender a la Patria de sus enemigos exteriores e interiores es un deber que
adquirimos al nacer. Lavando de esta forma tanta traición y desengaño en
quienes por obligación tenían el deber de hacerlo, todos esos uniformados, ególatras
de fajín y plumas, a los que después de echar a los franceses y "afrancesados"
se hubiera tenido que fusilar.
La fecha histórica del 2
de mayo, digan, lo que digan
ahora con evidente interés particular, no fue simplemente una guerra de
Independencia, pues fue algo más, como todas las guerras que tienen una
trascendencia de significación histórica en la vida de las naciones y de los
pueblos. Porque la fecha que hoy celebramos, en su segundo Centenario, fue,
también, una guerra Civil larvada. El preámbulo que luego les llevaría a los
mismos patriotas que se echaron a la calle, a subirse al monte por
idénticos motivos políticos.
Pero con toda la imprecisión conceptual que la "tropa" le está
dando a este 2 de mayo,
lo que sin duda es más impresentable, es que, estos mismos que tanto critican
nuestra Guerra de Liberación llamándola guerra civil, estén reivindicando
otra guerra civil. Aunque este no sea el aporte documental que les haya
trasmitido el intelectual Reverte.
Y todo ello, con el mensaje subliminal que nos quieren trasmitir, según
el cual, la Patria es el lugar donde un individuo vive en libertad. Lo que me
llevaría a decir, que yo no tengo Patria...
No es cierto, y mienten como "bellacos" que son, porque ni los
liberales ni los conservadores se alzaron contra el invasor. Antes al contrario,
pues le animaron a ello, propiciándoles toda suerte de facilidades. Y todos
ellos, detrás del Borbón, que había vendido la Corona y el Trono por varios
miles de francos.
Por eso, alguna simpatía, siquiera postrera por la vida de tan singular
personaje, nos debiera despertar ese fantasma de rey que fue José I, que haciéndose
eco del clamor popular que reclamaba un rey, se avino a vestirse de púrpura y
armiño para representarnos. Y a fe mía que no lo hizo tan mal para liberales y
conservadores, pues cuando por fin fue expulsado por el pueblo, toda esa tropa,
compuesto según datos documentales por 15.000 colaboracionistas, le seguía
detrás.
La fecha del 2 de Mayo es, y para siempre, la reacción de un pueblo
cuya única salida (puede, qué porque no votase todavía) fue la rebelión. La
rebelión de un pueblo que haciendo oídos sordos a las soflamas del ruido
exterior y a los mensajes que desde el interior quisieron hacerles llegar los bienpensantes
(los políticamente-correctos de hoy) no quiso hipotecar su pasado, su
presente y su futuro. No hay más.
Honor y Gloria a los patriotas españoles… a los del 2 de Mayor de
1808 y a todos los que a lo largo de la Historia han hecho suyo el lema de
que...
Amar
a la Patria es un deber que adquirimos al nacer
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com