Justicia o simulación legal.
Por
Pablo Gasco de la Rocha.
02/04/2008.
Cuando yo era joven, me
fastidiaba mucho que me dijeran que "quien hizo la ley, hizo la
trampa", porque en mi osadía pensaba, que quienes así se manifestaban,
por muy cultos que fueran en otras materias, no lo eran en la ciencia jurídica.
Es decir, en ese noble arte que trata de la interpretación de lo que primero es
costumbre y luego deviene en norma escrita ilustrada, que obliga a todos por
igual. ¡Pobre de mí!
Traigo esta reflexión al recuerdo, no porque siga creyendo en la
justicia de los hombres, sino a colación de cómo ha actuado en-relación a los
dos "primos"; a esos dos exhibicionistas del dinero y del lujo a los
que la justicia ha tratado conforme a lo que son: intocables.
Y así, Don Alberto Cortina y
Don Alberto Alcocer, más conocidos como "los Albertos, no irán a la cárcel
pese a que el Tribunal Supremo les había condenado en 2003 por el "caso
Urbanor", imponiéndoles penas de tres años y cuatro meses de cárcel.
Máxime, cuando el fallo era previsible, después de que una sentencia de 2005
sobre plazo de prescripción se interpretase como "un anticipo de lo
que daría de sí el caso Urbanor" por el que estaban siendo
procesados los dos delincuentes ex de las Koplovic.
Pese a todo, y porque son ellos
"dos" quienes son y tienen las amistades que tienen, que ese ha sido
el órdago a la mayor, a su amparo ha salido el noble, justo
y bueno Tribunal Constitucional desautorizando una vez más al Supremo en
lo que forma ya una larga historia de desencuentros, y que en este caso, por la
relevancia de los delincuentes a los que se absolvía, la decisión ha provocado
un gran revuelo en el mundo jurídico y un grado más de escepticismo e
incredulidad en la opinión pública. Un "revuelo", que no un tifón,
porque aquí de lo que se trata es de seguir cobrando a final de mes, y no de
mantener el argumento que el propio Tribunal Suprema ha manifestado en cuanto a
que el Constitucional "invade sus competencias".
Sea como fuere, lo cierto es que
la sentencia ha constatado la opinión de los españoles que creen en un 84%,
que a la hora de aplicar la ley "se hacen diferencias según de quién se
trate" en el reino de España.
De momento mi hijo ya sabe que
la Justicia no existe y que "Dios nos libre de caer en sus manos",
como tan acertadamente me repetía mi abuela Servanda, y que lo importante es
conocer todos los artilugios, vericuetos, engañifas y tejemanejes
procesales que el sistema pone a disposición de los leguleyos. Y por supuesto,
hacer amigos, almacenar secretos y evitar tempestades.
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com