Las fotografías del Guggenheim o la realidad que escuece.


- con mi sincero agradecimiento a Clemente Bernard  -


Por Pablo Gasco de la Rocha. 29/10/2007.  


Me importa poco la intencionalidad última, el dolo sin manifiesta realidad jurídica punible, del documento periodístico-fotográfico que Clemente Bernard ha presentado en el Guggenheim de Bilbao, y que para muchos ha traspasado las fronteras de la licitud. Una ilicitud que está más en la consideración de lo políticamente correcto, esto es, de lo que se intenta olvidar y ocultar, que en la esfera de lo punible-penal. Siendo, tan sólo, libertad de expresión y realidad histórica. Pues, lo que hace el señor Clemente Bernard con esta exposición visual, es recordarnos los años "del plomo", esos años que se corresponden con las amnistías, los perdones y los diálogos. Esos años en los que ETA era considerada por la izquierda como un grupo de luchadores contra la oprobiosa dictadura de Franco y por el restablecimiento de las libertades. Esos años, en los que el Ejército se mantenía firme al desaliento detrás de un jefe militar mellado.

Desde estas consideraciones, las únicas que cabe hacerse, no me extraña que muchos quieran que se retire la señalada exposición, pues pone a muchos, incluidos a muchos de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, frente a su propia conciencia y responsabilidad, y al Reino de España y a cada una de sus   instituciones a los pies del precipicio. Por eso no me extraña que el PP exija la retirada de las fotografías, aunque seguro que, como ha pasado con la Ley de Memoria Histórica, también en este asunto podría pasar por algunas de ellas.

He dicho más arriba, y repito también ahora, que me importa poco la intencionalidad última, el dolo sin realidad punible del documento periodístico-fotográfico que Clemente Bernard ha presentado en el Guggenheim de Bilbao, y que para muchos ha traspasado las fronteras de la licitud, porque a partir de ahora, y para siempre, Clemente Bernard será uno de los míos.

De todas formas, dicha protesta contra la exposición es para mí la antesala de lo que se nos avecina, la quema de las hemerotecas y de todo vestigio del pasado que pueda manifestar lo contrario de lo que previamente consensuado deba decirse, sobre la actitud y respuesta del Reino de España al terror que ha impuesto ETA desde la muerte del Caudillo. Es decir, que también en este caso habrá que articular otra "ley de memoria histórica". Y es que, es impensable que la cobardía manifiestamente explicitada por todos los Gobiernos del Rey no pase factura. Aunque de momento sea sólo contra la verdad... una historia de asesinos y de cobardes que el señor Clemente Bernard ha puesto de manifiesto expreso y evidente mediante unas fotografías.

 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com