Quien siembra vientos ...


Por Fernando González de Canales. 01/10/2007.  


Últimamente no hacemos más que ver en los medios de comunicación como están apareciendo en distintos estamentos políticos y sociales una rigurosa hostilidad hacía la Familia Real simbolizándola con la quema de fotos de los Reyes.

Ésta polémica comenzó hace menos de un mes cuando unos activistas independentistas catalanes protestaron contra la visita del Rey  don Juan Carlos a Gerona y la protesta se centró en la quema de una foto de los Reyes boca abajo ante los aplausos del público congregado. Desde entonces, la hostilidad hacia la monarquía se ha ido acrecentando, impulsada sobretodo desde los distintos estamentos independentistas, qué han visto como estas polémicas “hazañas” suponen una ventana hacía la actualidad y una salida del “ostracismo” informativo al que estaban condenados hasta entonces.

El ataque a la Familia Real está de moda en España. La Casa Real, ante esta polémica moda, declaró en un escueto comunicado que asocia la quema de fotos y retratos de los Reyes como un ataque a la unidad de España. Yo no lo considero así. ¿Por qué? Hay un refrán que dice: “Quien siembra vientos, recoge tempestades”Sí, a eso me refiero. La unidad de España ya estaba en entredicho desde  mucho antes y nadie movió un dedo por ello. El Rey ha posibilitado al traicionar lo que juró en 1975 este proceso de destrucción progresiva y silenciosa de España. España ya estaba en peligro,  ahora su persona es víctima de lo que hizo posible en 1979 cuando firmó la actual Constitución española.

Fue él y nadie más quien sancionó con su firma ese documento constitucional en el que se dice que en España existen nacionalidades, en el que no se nombra a Dios y en el que el respeto a la vida carece de ausencia. Es decir, facilitó el que los enemigos de España que fueron derrotados en la Cruzada de Liberación entraran de nuevo en los estamentos oficiales y educativos para continuar con su proceso de destrucción de lo que se conocía en los colegios como “Unidad de Destino en lo Universal”. De tales aguas, tales lodos; hoy parece que estoy muy refranero pero dicen que un refrán es  una observación acuñada por la experiencia colectiva a lo largo del tiempo, con temas que van desde la meteorología hasta el destino invariable y fatalista de existencia.

Todo este alboroto nacionalista no es otra cosa que una parte más de este proceso iniciado tras la muerte de Francisco Franco (q.e.p.d.) y el inicio de la partitocracia y del sistema de las autonosuyas que diría Fernando Vizcaíno Casas en el que lo único que se busca es la destrucción de España moral, social y físicamente. Dicen por los lares políticos que el Generalísimo le dijo una vez al entonces Príncipe de España algo así como: “usted nunca podrá mandar como yo he mandado”. Puede que Franco sabía que el régimen, sin su persona, no tenía sentido y que tras su muerte España se convertiría en una monarquía constitucional. Pero no me creo que Francisco Franco considerara que tras su famoso “está todo atado y bien atado” que se le atribuye se encuentre lo que sufrimos hoy en día en España. Y el Rey está ahora dentro de todo este revuelo que posibilito en 1978 y eso hace que sea ahora victima de sus propios perjurios:

«Juro por Dios y sobre los Santos Evangelios cumplir y hacer cumplir las Leyes fundamentales del Reino y guardar lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional» (22 de noviembre de 1975)

Quien siembra vientos...

 

 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com