El ejemplo de Franco y la lengua oficial.
Por
Antonio García.
23/09/2007.
Nuestro pobre Caudillo es vituperado por todos, directa o indirectamente…Hasta muchos de los que hoy militan en partidos patriotas consideran que Franco se pasó con su política de “persecución” (que no fue tal ni mucho menos) hacia nuestros aldeanos dialectos. Consideran, quizás contagiados por ese concepto masónico de los “derechos humanos”, que las lenguas de las tribus deben respetarse e, incluso ¡estudiarse en la universidad!
Respetando su opinión, les diré que, en el mundo, miles de lenguas se pierden a diario y no pasa nada. Generalmente lo que pasa es que esa tribu ancestral que hablaba la lengua muerta ha pasado a formar parte de una cultura superior. Salen ganando. Como ganando saldrían todos esos jóvenes que se forman en la pseudocultura mítica de su comunidad autónoma (ahora naciones) si se formaran en un idioma universal (en destino, en bagaje cultural y en léxico ) y en el amor a esa cultura hispanoamericana y cristiana.
Pero Unamuno ya decía, con acierto profético, en un artículo genial que merece la pena leerse, que sería un disparate enseñar vascuence (por ejemplo) en las escuelas. Y añadía “que hablen en cristiano”. Esto parece muy fuerte, ¿verdad? Pues no, es que Unamuno hablaba con conocimiento de causa. Se trata de que hicieron una traducción al vascuence de la fórmula: “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” que, como el vascuence carece de palabras abstractas (y las que tiene las ha calcado del español, como hacen el gallego y el catalán), la traducción literal del invento de entonces era: “En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Santo Apetito.”
Bien es verdad que esto no pasa en catalán ni en gallego porque han estado más en contacto con el español, pero sí que es verdad que la mayoría de la gente que acude a Misa en esas lenguas seguramente se enteraría mucho más en español porque la traducción es más fidedigna (por algo el español es el latín actual y su léxico abarca tanto el latín culto como el vulgar, no como el catalán por ejemplo que sólo procede del latín vulgar), y además reconocen mucho mejor el significado de las palabras cultas, abstractas y espirituales en español que en las forzadas palabras de su construido dialecto regional. Aún así, no les importa. Pues no tienen la más mínima intención de leer y entender la Biblia y, además, su religión es el Nacionalismo.
Su
religión tampoco es de Justicia sino de Nacionalismo. Por eso se han tirado
todos como jauría contra el pobre hombre que ha osado decir que usar el gallego
en los juzgados supone problemas porque, por ejemplo, no es lo mismo un delito
contra la honra que un delito contra el honor, mientras que en gallego sólo hay
la misma palabra para honra y honor.
Pues mi tía, que tiene 86 años, me dijo el otro día que al que oían hablar catalán por la calle, con Franco, ¡lo metían en la cárcel!
No sé yo cómo mi tía podía saber algo así porque, si lo metían en la cárcel, no creo que volviera a contárselo a mi tía, pero en fin…Mi tía siempre presumió de padre afiliado al partido socialista (al que yo no conocí), pero a la que sí conocí fue a la mujer de éste (mi abuela), y la recuerdo siendo yo niño y levantando el brazo cuando salía el Caudillo en la tele. Eso sí: mi tía me dijo que, cuando ella llegó a Cataluña, todo el mundo le hablaba en español. (Lo dice agradecida, se ve que se considera una inmigrante porque vino del Sur al Norte de España.) Y entonces es cuando pienso yo…quizás a quien tendrías que estar agradecida es a los Guardias Civiles que patrullaban las calles y que estaban alerta de que no hubiera ninguna manifestación de racismo catalanista.
Porque yo he conocido a alguno que pretendía que la Guardia Civil tenía el deber de entender su catalán y se ha llevado una torta bien dada. Es la misma clase de gente que ha conseguido prácticamente barrer al cuerpo de Cataluña y lo han reemplazado por los arribistas y bien pagados mozitos de cuadra, esos que tienen orden de no intervenir cuando se trata de agresiones a no nacionalistas o cuando se queman símbolos españoles (de cualquier tipo.)
Si, al fin y al cabo, Franco era una monjita de la caridad. Si, cuando ya los tenía educaditos, hasta les dejaba editar libros en sus dialectillos.
Si ya, al final, muriéndose, hizo una ley para que, quien quisiera pudiera estudiar en la escuela, como asignatura optativa (¡voluntaria!), el dialectillo de sus papás.
Franco decía que nuestros dialectillos eran “lenguas españolas”, era como un padre, españoles todos…Pero no era idiota: pues la “LENGUA NACIONAL” era el español. Lo diferenciaba claramente en su ley.
Pobre, si hubiera sabido en lo que se iba a convertir España…la imaginación sobre los encarcelados de mi tía se hubiera hecho realidad…y con razón…porque, dejándonos de bobadas, la cizaña hay que extirparla de raíz. Que esto se vuelve muy malo cuando crece…
Pues luego llega nuestro “iluminado” Rey (es un rasgo de los borbones tener cara de…”iluminado”) y va y hace una nueva ley (estando Franco moribundo) que dice algo así como: “Todas las lenguas españolas son lenguas nacionales”. O sea: ya empiezo a ciscarme en el muerto antes de que se muera. Y, a continuación, empieza a desvirtuar el sentido de la ley que era una simple concesión optativa.
Así que, si alguno de ustedes piensa que el Sr. Borbón es un ser simpaticón e inocente que se dedica sólo a vivir bien, se han equivocado. Él ya empezó su transición particular muy temprano. ¿O lo han oído alguna vez rechistar porque nuestros hijos no puedan estudiar en español?
Eso sí, no se les ocurra quemar su foto.
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com