Santiago Apóstol en Villa del Prado.
Por
Pituca.
21/08/2007.
A raíz del artículo
sobre el “milagro” de Santiago Apóstol en la batalla de Brunete, han sido
muchas las personas que me han escrito para solicitar más información. Juan,
un amigo y colaborador, se puso en contacto conmigo para corroborarme algunos
hechos que había mencionado en dicho artículo, referentes a Villa del Prado,
por lo que he decidido continuar la investigación realizando una “labor
de campo”.
Al llegar a Villa
del Prado, aparcar el coche y llamar a Juan para explicarle dónde nos encontrábamos,
la “causalidad” que no “casualidad”, ha hecho que fuera en la calle de
José Antonio, al lado de la casa señorial que fue Cuartel General encubierto
de Franco y sus generales durante la citada batalla de Brunete, en la calle del
Álamo, aunque oficialmente el Cuartel General fuese el palacete de la finca
“el Rincón”. De este modo evitaban que se conociese por el enemigo su
ubicación segura y un posible ataque por sorpresa. El lugar de reunión
encubierto del Estado Mayor se conoce como la “casa de Adelita” y está muy
cerca de la Parroquia de Villa del Prado, en donde Franco rezaba a
Santiago Apóstol, durante los duros días de la batalla de Brunete.
Dicha Parroquia
está dedicada al Apóstol Santiago desde el siglo XV, seguramente porque el señor
de esas tierras, Don Álvaro de Luna, era Caballero de la Orden de Santiago y no
es de extrañar, por tanto, que el Apóstol siempre las haya guardado…
El edificio es una maravilla, tanto por fuera como por dentro. En lo más alto
del Altar Mayor se encuentra la figura ecuestre de Santiago Apóstol.
Juan me cuenta
que en esta talla también el Apóstol realizó un “milagro”, poco tiempo
antes que el de Brunete, cuando el pueblo todavía no había sido liberado por
los nacionales. El Frente Popular decidió convertir la Iglesia, en garaje de
coches, y empezaron a desvalijarla y a destrozar imágenes, pero cuando
quisieron derribar la imagen de Santiago, situada en lo más alto del Altar
Mayor como hemos visto, y sólo unida al pedestal por las dos patas traseras del
caballo, enganchándola fuertemente con gruesas cuerdas al parachoques de un
camión, les fue imposible por más que lo intentaron. Desistieron y se
dedicaron a disparar sobre la figura fusilándola… Lo más asombroso, según
estudio de los restauradores, fue el afirmar que la sujeción del caballo al
pedestal, además de ser holgada, era prácticamente despreciable: se salía de
toda lógica el no haber podido conseguir los milicianos su propósito y, por
tanto, los habitantes del pueblo siempre consideraron este hecho como
extraordinario o “milagroso”.
La iglesia ha
sido restaurada en varias ocasiones. Por supuesto, la primera fue con la entrada
de las tropas nacionales. La última se ha realizado en 1992, en la que, a raíz
de unas goteras, se han descubierto las pinturas que ahora podemos
observar en las paredes y bóveda… La verdad es que cualquier rincón es
una “joya”: el museo parroquial, con las bulas del siglo XV, un Cristo
fabricado en marfil, la Corona de la Virgen realizada con alhajas donadas por
los parroquianos… En la sacristía pudimos ver el Decreto número 325, firmado
por Franco, por el cual se nombraba oficialmente a Santiago Apóstol Patrón de
España. Unos días después, el 25 de julio de 1937, Santiago obraba el posible
milagro a que nos estamos refiriendo en Brunete.
Antes de
marcharme, otra “casualidad”: estando en la plaza del pueblo me contaron que
allí y en la iglesia se había filmado la película de Rafael Gil con guión de
Fernando Vizcaíno Casas: “Y… al tercer año resucitó”. Un día
inolvidable y lleno de sensaciones difíciles de explicar.
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com