Justicia lacaya.


Por Jakim Boar. 28/07/2007.  


Si un cáncer padece España y totalmente incurable es el de la justicia lacaya y servil que en nuestra nación se imparte al antojo de los poderosos. Padeciendo enfermedades tan graves como el terrorismo, los separatismos, la corrupción o simplemente la traición a la nación, el problema de la “Justicia” en España es el más grave y el que más apesta a podrido desde todos sus rincones.

La desfachatez que día tras día muestran los jueces es tan clamorosa que nos hace añorar justicias como la cubana, china o coreana, porque seguro que estas nos darían más garantías y seguridad que la impartida en nuestro país. Y es que es bochornoso ver como una Justicia presuntamente independiente no deja de trabajar para la firma del partido que gobierna nuestro país.

En cualquier otro Estado que no fuese España jueces políticos como Garzón ya estarían de patitas en la calle e incluso procesados, por su actuación en asuntos como el terrorismo u otros. Y es que este Garzón da vueltas como una peonza y lo que un día es delito al día siguiente deja de serlo. Donde un día las herriko tabernas son lugares para financiar el terrorismo al día siguiente son lugares para tomarse chatos de vino y charlar con los amigos. Donde un día la kale borroka es ETA y al día siguiente es izquierda aberchale. Donde un día De Juana Chaos es un vil asesino al día siguiente es un hombre de paz.. Y donde dije digo, digo Diego. Y así sigue esta estrella de la judicatura desprestigiando el derecho y reduciéndolo a la máxima vergüenza.

Pero si el desprestigio tiene por nombre el de Garzón, lo que estos días se está viviendo en el Tribunal Supremo es de lo más vergonzante, ya que absolver a dos policías que detienen a dos personas totalmente inocentes por el delito de ir en una manifestación contra el terrorismo es algo que atenta contra la dignidad humana. Pero la desvergüenza  no ha terminado aún, y es que este tribunal ha considerado libertad de expresión cantar en una canción “Explota cerdo, siervo del rey, carroñero coronel” del grupo Sociedad Alkoholika. Si quedara algo de justicia en nuestro país donde han sido cobardemente asesinados cientos de militares que iban a trabajar por su nación en un discreto vehículo, esta letra sería apología del terrorismo. Parece que los jueces con sus lujosos y blindados coches, inhibidores y escoltas no han sentido bien el zarpazo del terrorismo y entienden por libertad de expresión el amenazar y mofarse de nuestras fuerzas armadas y caídos por España asesinados por criminales terroristas.

Y seguimos por el carrusel de la desvergüenza, ahora entramos por las puertas del Tribunal Constitucional donde llevan meses y meses sin tramitar asuntos de la máxima importancia como el Estatuto de Cataluña o la Ley de matrimonios homosexuales que son flagrantes violaciones de la Constitución. Y allí un día un magistrado es recusado e inhabilitado para llevar un caso y al día siguiente ese magistrado tiene potestad para juzgar ese mismo caso. Parece que estos señores para lo último que trabajan es para nuestra Constitución y para lo primero que trabajan es para sus propios intereses.

Desgraciadamente seguiremos abochornándonos en los próximos meses, seguramente con el juicio del 11M y otras sentencias de estos jueces que quieren servir a los gobernantes para mantener su puesto. Y es que si en España ocurre lo que ocurre, todo es culpa de esta Justicia que llena las cárceles de pequeños delincuentes y suelta a los mayores asesinos como De Juana. Que no ilegaliza partidos terroristas y proetarras como ANV, que defiende a los poderosos como Polanco, los Albertos o a todos los políticos corruptos y violadores de las leyes, y atosiga a los modestos ciudadanos que pagan religiosamente los impuestos y los sueldos de todos estos magistrados.

Aún así que nadie se atreva rebelarse, a levantar la voz contra ellos, a dejar de pagar sus impuestos, a no cumplir con sus deberes o manifestarse porque será desahuciado y ahí si encontrará una justicia implacable que le llevará a la peor de sus ruinas. Y es que en España la justicia es una amenaza para los corrientes ciudadanos y sin embargo una gran ayuda para los grandes delincuentes, criminales, prevaricadores, corruptos,  anticonstitucionales y antiespañoles. Una justicia lacaya del poder en la que encontraremos a más políticos que a jueces.

 

 

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com