Cuartel de la Montaña.
Por
Rafael Moreno. Jefatura Local de FE La Falange, Brunete.
24/07/2007.
Viendo las terribles fotos que existen del asedio al Cuartel de la Montaña, por las hordas rojas, no puedo por menos de estremecerme, al contemplar el heroico sacrificio, pleno de valor y de entrega, de los que murieron defendiendo la suprema verdad de la Patria, el Heroísmo y el Honor.
Uno mira sus cuerpos inertes, caídos en el suelo en diferentes y dolorosas posturas, con la muerte vidriosa en los ojos, y no paro de pensar, lo que sentirían aquellos hombres, que sabiendo lo que les esperaba, no dudaron ni un momento en ocupar su puesto, y defender, con arrojo y valentía, un reducto, del que sabían que pocas horas después, serían arrasados y desalojados.
¿Qué enorme Fe y devoción les mantenía en su defensa?.¿Cuál era el pensamiento en aquellos últimos y lúgubres momentos, donde la espada de Damocles, no solo pendía y se balanceaba sobre sus cabezas, sino que avanzaba en caída vertiginosa sobre ellos?.
Debieron ser momentos, de horror, de orgullo patrio, de dolor, de cánticos enérgicos y patriotas, de entrega, de oraciones y rezos, de despedidas y abrazos, de cierto miedo ,no mucho miedo, no sé.
Uno mira sus cuerpos tendidos, ofrecidos en aras de una España mejor, más Grande, más Libre, más Única, más Hermosa.....
Uno mira el observar de los canallas asesinos que sin pudor, ni respeto, cotillean y miran entre sus cuerpos gloriosos Caídos, y siento profundo dolor, y profundo asco, a aquellos criminales que les asesinaron.
Los nuestros, eran hombres valientes y arriesgados, que no dudaron en entregar su vida por amor a su Patria.
Militares y paisanos. Falangistas, hermanos y camaradas, que se encerraban sin saber el acontecer que sucedería después. Aún las columnas de Mola estaban lejos. Pero ellos a la voz de su conciencia, acudieron raudos a empuñar el máuser, y defender con su vida el Honor mancillado.
Cada vez que paso por el parque dónde se ubicaba el Cuartel, rezo una Oración por ellos, y no puedo dejar de admirarme ante la grandiosa gesta.
El día 19 de Julio, acudiremos a Honrar una vez más, a los que murieron entre sus muros.
Y rezo por sus familias, hijos, padres hermanos, que quedaron deudos de la gran gesta.
Y ese día, con inenarrable emoción, me visto el uniforme Falangista. El uniforme que juraron defender. Como una amapola floreciente, contemplo el Yugo y las Flechas de mi camisa azul mahón.
Como una amapola floreciente, la sangre de nuestros camaradas, brotó fruto de las ruines balas, de los enemigos de Dios, de España, y del Cristianismo.
¡¡Honor y Gloria, a los que dieron su vida por Dios y por España!!
Ese día estaremos formados en íntima unión espiritual con ellos. Desde algún lugar de los luceros, ellos bajarán a acompañarnos en invisible presencia.
Y entonaremos el cántico de lucha, de honor, vida y de gloria, con el que sellamos nuestra promesa los verdaderos Falangistas: El "Cara al Sol".
Unidos en fraternal camaradería.
Dios, Patria, Justicia y Pan.
Por lo que ellos dieron su vida. En su memoria, en su recuerdo, gritemos con emoción:¡¡ CAMARADAS CAÍDOS DEL CUARTEL DE LA MONTAÑA, ARRIBA ESPAÑA!!
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com