De qué país habló el Rey
- Conservar lo que aún nos queda del pasado debe ser nuestra máxima ilusión y una idea fija. Con dinastía o sin ella -
Por
Pablo Gasco de la Rocha.
02/07/2007.
El
pasado 15 de junio el Congreso de los Diputados celebró el 30 aniversario de
las primeras elecciones generales tras el Régimen del 18 de Julio. Con motivo
de tan feliz acontecimiento, el rey Juan Carlos pronunció un discurso en
el que destacó "el gran país que hemos hecho". Lo que me hace
considerar que el Rey no está enterado de lo que ocurre, aunque digan los monárquicos,
los socialistas y la Duquesa de Alba que el Rey está perfectamente informado de
todo lo que ocurre en España, y que ejerciendo su poder moderador insta al
entendimiento y a la solución de los problemas para que no se enquisten en la
sociedad española.
¿Sabe
Su Majestad lo qué ocurre en el Reino?
En
cuyo cumpleaños, que ya son muchos, nos encontramos que el principal problema,
el terrorismo de ETA, sigue sin resolverse, pues no se ha sido capaz de
erradicarlo. Un país que arrancó hace 30 años con salida de caballo alazán y
que es hoy un burro cansado con las alforjas repletas de corrupción económica
y degradación moral y política...
Sabe
Su Majestad que somos el único país de Europa que no ha solucionado todavía
el problema del terrorismo. Sabe Su Majestad que somos el primer país de
Europa, y en lo que afecta a nuestra juventud, en consumo de drogas y alcohol,
muertes en carretera, fracaso escolar y embarazos no deseados. Sabe Su Majestad
que somos el primer país de Europa en número de abortos, rupturas
matrimoniales y violencia de género. Sabe Su Majestad que sufrimos una invasión
inmigratoria de toda etnia, cultura y religión que nos sitúa a la cabeza de
Europa, hasta un 200% respecto al año pasado. Sabe Su Majestad que somos la
base de operaciones de todo tipo de mafias. Sabe Su Majestad que
somos, en concreto Cataluña, el más importante centro de reclutamiento del
islamismo terrorista de Europa. Sabe Su Majestad que nuestro déficit productivo
y de investigación nos pone a la cola de la UE. Sabe Su Majestad que nuestra
precarizad laboral es la más alta de la Unión Europea, con el salario mínimo
más bajo sólo por detrás de Portugal y más de la mitad del
empleo creado, retribuido por debajo del salario mínimo. Sabe Su Majestad que
el 50% de los españoles jubilados tienen que sobrevivir con una pensión de 600
euros al mes. Sabe Su Majestad que mientras se estanca o retrocede el nivel de
ingresos de los sectores necesitados de población, aumentan en proporción geométrica
los beneficios del gran capital, a su cabeza los de las entidades bancarias, las
cinco primeras de la cuales ganaran el año pasado más de 17.000 millones de
euros. Sabe Su Majestad que somos el único país de Europa que no tiene sus
leyes adaptas a luchar contra la corrupción. Sabe Su Majestad que somos el país
de Europa con la vivienda más cara. Sabe Su Majestad que nuestro nivel de
endeudamiento familiar preocupa enormemente en las altas esferas
internacionales. Sabe Su Majestad que la desertización del país es un fantasma
que empieza a envolver el territorio español como consecuencia de políticas
equivocadas y partidistas.
¿Qué sabe realmente el Rey?
En las antípodas de la ignorancia más absoluta o de la simulación más audaz, hasta el punto de decir "el gran país que hemos hecho", tan mala es la situación que padecemos, que diferentes países como Canadá, Japón, Inglaterra, Alemania e Italia entre otros, advierten en sus Embajadas y centros de turismo que "se tenga mucha precaución y máxima seguridad personal todo el tiempo y en todos los lugares cuando visiten España". Pues los informes advierten de que "en Madrid los crímenes y los robos son evidentes", y que "Barcelona tiene la tasa de criminalidad más alta de Europa después de Moscú". Recomendaciones que no son aisladas respecto a la seguridad, pues aluden también al terrorismo de ETA. Algo que nos disgustó sobremanera cuando el Príncipe Alberto de Mónaco lo puso de manifiesto como una realidad evidente de nuestro país.
Y
tan evidente es la preocupación, que en dichos documentos se agrega todo tipo
de detalles, como es el caso de aludir directamente a determinadas zonas tanto
de la capital de España como de Barcelona. Por ejemplo: Puerta del Sol y aledaños,
plaza Mayor, Parque del Retiro, Lavapiés, plaza de Santa Ana, Las Ramblas, el
Barrio Gótico, etcétera. Situación real, no imaginada, que no sólo arruina
nuestra mayor fuente de ingresos, el turismo, sino que da idea de la imagen que
se tiene de nosotros fuera del Parlamento: un país de bárbaros, cuyo estado
del bienestar se ha ido yendo por el sumidero de una democracia demediada que
tiene un diferencial negativo con la Europa de los 15.
¿Para qué sirve el Rey?...
Cuestión
fundamental y al margen del viejo discurso ya finiquitado entre la Monarquía
que "quiso Franco" y la República "roja" impuesta tras el
golpe de Estado de "los concejales", pues de lo que se trata, y hay
que plantear, es la instauración de una República presidencialista, con unidad
de poder y al servicio de la unidad y la grandeza de España. Justo lo que
existe en nuestro entorno europeo y mundial.
Y
ello, no tanto por cargarse un sistema político que no funciona, como trasluce
la realidad, cuanto de combatir el estado endémico de la Patria, con dinastía
o sin ella.
Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com