¿Quién perdió la autoridad? ¿Quién tiene que recuperarla?

16/09/2009.

Parece ser que la Presidenta de la Comunidad de Madrid doña Esperanza Aguirre quiere poner el cascabel al gato, ante las últimas oleadas de violencia juvenil, comenzando por las aulas de los colegios e institutos, para que los señores profesores recobren su autoridad, por ellos pérdida, claro está.

Aunque algo tarde, por fin alguien se desmarca de las consignas "progres" -nunca es tarde si la dicha es buena-, para intentar poner medios a la fabricación de pequeños delincuentes, que surgen como churros de nuestras aulas.

¿Pero ésta situación la quieren solucionar los profesores, los padres, la sociedad, el gobierno? Ahí está la clave de este gran problema, cuando ellos mismos la han creado con sus experimentos y taras mentales más propias de quinceañeros enrabietados que de personas adultas y maduras. Cuando un profesor dice a sus alumnos: yo soy vuestro amigo, vuestro colega, vuestro profe, soy uno más... está dando a conocer a sus alumnos que es uno más de su pandilla, si a los miembros de su pandilla les puede pegar, por qué no al profe; si sus colegas son igual que él, qué autoridad va a tener el profe sobre él o qué le va a enseñar que no sepa si es como él...

Y si desembarcamos en la familia, actualmente desestructurada, quién es el padre o la madre para los jóvenes de hoy, un amigo más, alguien que le consiente todo, que justifica sus acciones "mi hijo no ha sido", "mi hijo es el mejor" ¿pero lo conocen, para saberlo? Actualmente el 99% de los jóvenes son personas consentidas, que lo tienen todo, están super protegidos, no tienen ningún tipo de responsabilidad y sus actos según sus mayores no tienen consecuencias, viviendo en un infantilismo continuo. La autoridad del padre o de la madre lo suplen con "que no le falte de nada al niño", el cariño y la dedicación se cubre con un afán desmedido de protección "como vuelva a levantar la voz a mi hijo..." Y si ahondamos más en la problemática de la violencia, podemos preguntar ¿quién compra los video-juegos violentos a nuestros hijos? ¿quién los hace? ¿quién hace las películas violentas y pornográficas? Ellos no disponen de dinero, de productoras; fácil respuesta, los mayores son los que han introducido a nuestros jóvenes en un ambiente de violencia, de agresividad, de erotismo... ¿están dispuestos los padres a solucionarlo o continuaran tirando balones fuera, diciendo que la raíz de todos los males la tiene la sociedad o el vecino? 

Y si nos damos una vuelta por la sociedad actual, dónde todo lo anterior ha sido eliminado, el respeto, la autoridad, el sacrificio, el esfuerzo, con solo ver las series televisivas que se imbuyen nuestros hijos, tendremos una clara radiografía de cómo la sociedad actual quiere que se comporten nuestros jóvenes: sentimentales, frágiles, endebles,  manejables, instintivos... Si la sociedad está diciendo que con ser un sinvergüenza sales en la tele y ganas una pasta, ¿para qué trabajar? Que el más respetado y  valiente, es el que machaca al débil y si es necesario se le da dos puñetazos. Que la norma actual es hacer todo aquello que te apetezca, por qué no "tirarse" a la amiga o a la vecina y si no se deja, por qué no violarla; si total tus acciones no tienen consecuencias.

Todo este clima de desestructuración en las aulas no ha surgido, como las setas en el campo, sino que se ha ido sembrando desde los distintos desGobiernos de esta nefasta democracia, con sus leyes, sus decretos, sus normas... haciendo con la educación un experimento más, algo más propio de la gaseosa. Todo lo Franquista ha sido eliminado de raíz por decretazos: si el profesor tenía autoridad sobre los alumnos, se ha quitado de un plumazo; si se premiaba el esfuerzo y las buenas notas, ahora se premia a los vagos y maleantes, da igual el número de asignaturas suspensas; antes la razón la tenía el profesor, ahora la tiene siempre el alumno y no se discuta más.

Ante este clima social la Presidenta de la Comunidad de Madrid, quiere que los profesores se les equipare a la "autoridad pública", pero si todo lo anterior no cambia, si los profesores no asumen su rol, si los padres no ponen su granito de arena, si la sociedad no deja de sembrar el estereotipo de joven endeble y violento,  si el gobierno no cede a los entendidos la educación, los profesores serán desde hoy miembros de la policía armada, con su porra y su libreta, para que nadie se mueva en clase y el que se mueva se le apunta en la libreta, ¿pero esto es educación, o un campo de concentración de ocho de la mañana a tres de la tarde?


 

Noticia extraída de: http://www.generalísimofranco.com