Un verdadero Héroe. Descanse en Paz.
ABC. 02/03/2007.
Juan Manuel Muñoz
Rodríguez, de 36 años, casado y con dos hijas de 7 y 3, murió en la noche del
pasado jueves en un edificio de Salou (Tarragona) tiroteado por un criminal, que
resultó herido muy grave en la refriega. Junto a dos compañeros del Equipo de
Policía Judicial del Instituto Armado, Muñoz logró evitar el «secuestro exprés»
de un matrimonio, propietario de una joyería próxima al lugar del suceso que
había sido abordado por varios delincuentes -al parecer dos, aunque otras
versiones apuntan a cuatro- que quería retenerlo y llevarlo hasta su local para
desvalijarlo.
Además
del autor del disparo mortal, Alfredo López, fue detenido otro delincuente, el
dominicano Jean Carlos Uribe, de 18 años. Algunas versiones apuntan a que otros
dos individuos escaparon. La Dirección General de la Guardia Civil ha concedido
al agente muerto la Cruz del Orden del Mérito de la Guardia Civil con
distintivo rojo.
Sobre
las diez de la noche del jueves el grupo criminal abordó al matrimonio cuando
se dirigía a un aparcamiento de la Vía Romana de Salou. Las víctimas
opusieron resistencia y el hombre pudo escapar y pedir socorro en una cafetería
próxima. Dos guardias civiles de paisano que estaban en el local investigando
otro caso reaccionaron de inmediato. Al verles, los criminales, encapuchados,
huyeron a la carrera y entraron en un edificio cercano.
Dos
de los fugitivos lograron alcanzar la sexta y última planta del inmueble, pero
pronto se dieron cuenta de que no tenían escapatoria por la presencia de los
guardias civiles, que les habían localizado gracias a la ayuda de un ciudadano.
Alfredo
López decidió entonces intentar una huida a la desesperada; a la carrera, por
las escaleras. El guardia civil Muñoz se lo impidió y comenzó un forcejeo,
durante el cual, al parecer, ambos cayeron al suelo. En ese momento llegó el
segundo agente para auxiliar a su compañero.
Intentó
huir
El
delincuente pudo revolverse y disparó mortalmente contra Muñoz. Alfredo López
trató otra vez de huir por las escaleras, pero un tercer guardia civil que
también estaba en la zona y fue igualmente alertado ya subía por ellas y se lo
impidió. Se entabló entonces un tiroteo entre ambos que acabó con el criminal
malherido por un disparo.
Al
mismo tiempo, el otro guardia civil que no estaba herido había logrado
neutralizar al segundo de los delincuentes, Jean Carlos Uribe, que al contrario
que su compinche no opuso mayor resistencia. Iba armado con un cuchillo. Uribe
es vecino de Salou y se cree que pudo vigilar a los joyeros.
Los
dos guardias civiles ilesos lucharon durante varios minutos por salvar la vida a
su compañero. Fue inútil. Cuando llegaron los equipos sanitarios de urgencia
Juan Manuel Muñoz había muerto.
La
capilla ardiente del agente se instaló en el Ayuntamiento, que ha decretado
tres días de luto. Agentes de los Mossos d´Esquadra, del Cuerpo Nacional de
Policía, de la Guardia Civil y de la Policía Local recibieron el féretro,
cubierto con la bandera de España. Al salir el ataúd del vehículo, una
ciudadana lanzó vivas a la Guardia Civil y a España, que fueron contestados
por los presentes con un emocionado aplauso.
El
consejero del Interior, Joan Saura, acudió a Salou para, en nombre del Gobierno
catalán, dar el pésame a la familia y mostrar su «solidaridad». El
presidente de la Generalitat, José Montilla, pidió que no se cree un ambiente
de inseguridad por este caso. CiU reclamó la comparecencia del ministro
Rubalcaba en el Congreso para explicar lo sucedido.
Centenares
de personas despiden al agente fallecido en un emotivo funeral
Actualidad
Terra. 03/03/2007.
Centenares
de personas han asistido hoy al funeral de Juan Manuel Muñoz Rodríguez, el
agente de la Guardia Civil fallecido el pasado jueves por la noche en un tiroteo
en Salou (Tarragona), que se ha celebrado en la iglesia del barrio tarraconense
de Torreforta, en un clima de gran emotividad.
El
delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, el secretario de Seguridad Pública
de la Generalitat, Joan Delort, y el director general de la Policía y la
Guardia Civil, Joan Mesquida, quien ha impuesto al agente de la Benemérita la
Cruz de la Orden del Mérito a título póstumo, asistieron al sepelio.
También
estuvieron presentes los alcaldes de Salou y Tarragona, Esteve Ferran y Joan
Miquel Nadal, así como numerosos representantes de la Guardia Civil, el Ejército,
la Policía Nacional, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Tarragona.
A
las 11.00 horas de la mañana, la comitiva que trasladaba el féretro con los
restos mortales del agente, cuya capilla ardiente ha permanecido abierta durante
toda la noche en la casa consistorial de Salou, ha llegado a la plaza de Mossén
Pau Cañelles i Sanahuja, donde se ubica la iglesia de Torreforta.
En
medio de un silencio sepulcral, únicamente interrumpido por los llantos de
familiares, amigos y vecinos de Juan Manuel y por las notas del himno nacional,
interpretado por la Unidad de Música de la Tercera Subinspección Pirenaica del
Ejército español, ocho compañeros del fallecido cargaron a hombros el féretro,
cubierto por la bandera española y sobre el cual reposaba el tricornio de la víctima.
Ya
en el interior del templo, José Miguel Esteban, párroco de Torreforta, ofició
un responso en memoria del agente, en el que señaló que 'aunque no esté
presente físicamente, Juan Manuel sigue aquí con todos nosotros, iluminando
nuestro vivir'.
Una
vez finalizado el oficio religioso, el féretro partió, entre aplausos de los
centenares de personas que han hecho que la iglesia se quedara minúscula y al
son de los acordes del himno de la Guardia Civil, hacia el tanatorio de
Tarragona, donde hoy se incinerarán los restos mortales de Juan Manuel.
Entre
tanto, la viuda del agente, vestida de negro y con gafas de sol para ocultar su
total abatimiento, apretaba entre sus manos el tricornio y una cajita con la
condecoración de su marido, arropada en todo momento por agentes de la Guardia
Civil, alguno de los cuales tenían que esforzarse para no romper a llorar.
Por
otra parte, la gran mayoría de los establecimientos comerciales de Salou
bajaron sus persianas entre las 11.00 y las 12.00 horas, para mostrar su apoyo a
la familia del fallecido y en señal de protesta por la inseguridad ciudadana.
Juan
Manuel Muñoz Rodríguez, nació en Tarragona en enero de 1971, estaba
casado, era padre de dos niñas de 3 y 7 años y estaba destinado al equipo de
policía judicial de Salou desde el 30 de abril de 2004, después de pasar por
el cuartel del Morell y prestar servicio en el puerto y el aeropuerto.
Noticia extraída de: http://www.generalísimofranco.com