Humillan a nuestros muertos y siembran la mentira.

23/02/2007.

El cuerpo sin vida de la soldado Idoia Rodríguez -fallecida el pasado miércoles en Afganistán en atentado terrorista- han sido recibidos en el aeropuerto de Santiago de Compostela por el presidente del Gobierno, el ministro de Defensa y demás cargos públicos y militares.

El presidente del Gobierno ha presidido un pequeño acto, en la que impuso al féretro de la soldado Idoia Rodríguez la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo concedida a título póstumo y la medalla de la OTAN por su participación en la misión militar en Afganistán.

Una vez más el desGobierno de España, humilla a nuestros muertos, ésta vez lo hace al conceder la Cruz al Mérito Militar con distintivo amarillo, es decir, por participar en “misiones humanitarias” para despreciar que nuestros soldados continuamente en Afganistán se están jugando la vida en el día a día, para implantar el orden y la paz en dicho país, pero la muerte de esta soldado, que ha sido asesinada se debería de honrar su memoria y su muerte con la concesión del distintivo rojo, que le corresponde a las personas que mueren en acciones de guerra.

Y esta acción del desGobierno es una manifestación del desprecio y la mentira que están sembrando, hacía la verdadera misión que están realizando nuestros soldados en determinados lugares del mundo, dónde continuamente están poniendo en peligro sus vidas, para acabar con las injusticias, el terrorismo y las guerras, en determinados países. Por qué no dicen que las vidas de nuestros soldados corren peligro, cuando nuestros soldados están armados hasta los dientes, cuando nuestros soldados están acampados en verdaderas fortalezas, cuando nuestros soldados se tienen que desplazar en vehículos acorazados, ...  ¿A esto le llaman “misiones humanitarias”? Nuestros soldados se merecen un respeto y un reconocimiento de las acciones que están realizando para el bien del mundo y nuestros muertos, que su sangre derramada sea semilla de grandeza y de honor, para la que supo dar su vida por el bienestar de los demás.

«Su anhelo fue la grandeza de España, su deseo que fuera noble y fuerte. Y por ver a su Patria temida y honrada, fue contenta a la muerte.

Cayó por Dios y por España lejos del suelo patrio, pero también se defiende a España fuera de sus fronteras. Para ella la muerte no era el final. Quizás tan solo quería que la cubriesen con la bandera de España.


Caídos por Dios y por España !!! PRESENTES!!!!!»

 

 

Noticia extraída de: http://www.generalísimofranco.com