Presentación:
“Conversaciones con el Ausente y otros temas...”
07/11/2006.
“Hay
hombres a los que la luz del heroísmo los transforma, los arranca de su propio
contexto y los proyecta fuera del tiempo a un mundo de belleza en el que se les
puede contemplar con orgullo. José Antonio Primo de Rivera es uno de esos
hombres, uno de esos españoles.” Así nos describe Eduardo G
arcía Serrano al protagonista
de “Conversaciones con el Ausente y otros temas”, el libro que Pituca nos
presentó la lluviosa tarde del jueves 2 de noviembre en la mítica calle Núñez
de Balboa 31 donde se desarrollan como desde hace muchos años los Ciclos
de Conferencias del Aula de Cultura de Fuerza nueva y CESPE.
Ante una
sala más repleta de lo habitual , con una importante e inusual presencia
juvenil y con una nutrida asistencia de diferentes personalidades de todo el
mundillo patriótico como Blas Piñar, Ricardo Sáenz de Ynestrillas, Luis Fernández-Villamea,
José Luis Orella (Catedrático de Historia del CEU) y otros profesores, Enrique
Moreno, el Padre Gijón, Miguel Menéndez Piñar, Juan Antonio Llopart, Jorge
Garrido, José Luis Corral, Bernardo Gil Mugarza, el director de ANCIS y una
pequeña representación de excombatientes italianos. Allí, en esa sede
abarrotada, Pituca nos habló del Ausente, ese ilustre desconocido que la
partitocracia actual nacida de la traición y del perjurio se ha obstinado en
ocultar a la sociedad actual por la simple razón de que molesta y de que sus
ideales quizás no sean tan antiguos como quieren hacernos parecer. Este libro
tiene, por tanto, ese objetivo, el dar a conocer al Ausente en ésta
sociedad aborregada, dormida y anestesiada por el sistema “democrático”.
José Antonio enarboló la bandera del Honor, de la Dignidad y de la Grandeza de
España cuando ésta sufría los latigazos de la revolución bolchevique y que
ahora, 70 años después, sufre los del sistema del “Estado de Bienestar”
ante la expectación de un pueblo, el español, que antaño levantó el vuelo y
nuestra Patria fue toda la tierra, y que ahora está adormecido, aborregado y
anestesiado en la comodidad y el conformismo, como un mero espectador
indiferente de la destrucción de España.
La ponente
nos presentó el lado más humano y trascendente de José Antonio Primo de
Rivera. La cara del Ausente que lo hacía todo por Amor con mayúsculas a una
causa tan noble como España y la Justicia Social. Esta tarea tan exigente y romántica
no pudo estar en manos de simples individuos, si no más bien de poetas, “esos
hombres de alma limpia que miran al cielo”, ya que Falange Española nació de
las tertulias literarias donde las plumas más ilustres de la época como Rafael
Sánchez Mazas, Ernesto Giménez Caballero, Eugenio Montes, Agustín de Foxá, o
Dionisio Ridruejo debatían con el resto de literatos de la época sobre todo
tipo de cosas:” Fue un hombre cargado de carisma, de mística, de poesía… y
consiguió que el pueblo se enamorara de su Patria.”
Por otro
lado se hizo un repaso a la cruel realidad de nuestra Patria donde nos
encontramos con una derecha acomplejada y tibia (ya sabemos que Cristo vomitaría
de su boca a los tibios) y por otro parte una izquierda hipócrita que nos
recuerda a la de los paseos y a la de “Viva Rusia” y “Muera España”. Y
para colmo los encargados de transmitir esa memoria histórica a los españoles
en su mayoría están a sueldo del sistema partitocrático. Personajes de la
calaña de Paul Preston Javier Tusell, Blanco Escolá, Ian Gibson o Santos Juliá
(el que invita al asesino de Paracuellos a sus presentaciones en la librería
Crisól) son los encargados de transmitir, con fondos públicos eso si, la
memoria tergiversada y manipulada. En cambio, otros historiadores peligrosísimos
viven olvidados y marginados por el sistema y por sus subvenciones por el
simple delito de dar a conocer y denunciar lo que no les gusta o quieren
ocultar. Es el caso de Stanley G. Payne, Antonio Caponnetto, Fernando Sánchez
Dragó, Juan Velarde Fuertes, Gustavo Morales, Rafael Borrás o Ricardo de la
Cierva entre otros. Como podemos apreciar, unos sujetos peligrosísimos a los
que se margina o beta por el mero delito de dar a conocer la verdadera memoria.
La
conferencia terminó con la venta y dedicación de ejemplares de
“Conversaciones con el Ausente y otros temas” por parte de la autora y después
parte de los asistentes a la ponencia disfrutamos de una charla más informal en
una cafetería cercana a la sede de Fuerza Nueva.
Para
acabar, me gustaría recordar la última frase con la que se finalizó la
ponencia que nos tiene que llenar a todos de esperanza y de orgullo ante estos
tiempos de tinieblas que nuestra Patria sufre. Parece que somos poco, pero como
dijo Oswald Spengler: “Siempre es a último momento un pelotón de soldados el
que salva la civilización”.
“No
queremos que viva esta España triste, materialista y rota que padecemos; sino
que suba, que ascienda, que vaya…
¡¡¡ARRIBA
ESPAÑA!!!”
Noticia extraída de: http://www.generalisimofranco.com