EN LA PARROQUIA DE LA CONCEPCIÓN DE BARCELONA
ACTO VANDÁLICO CONTRA LA IGLESIA
Dr.
MANUEL CLEMENTE CERA. 21/10/2006.
Desde
hace más de dos centurias en España se ha desatado el anticlericalismo más
violento y feroz, en cuanto el poder ejecutivo se ha debilitado. En estas
circunstancias coyunturales de incapacidad gubernativa, las masas incontroladas
atacan de modo “inmisericorde” a la Iglesia católica y a sus ministros.
Quema de iglesias y conventos, destrucción de imágenes sagradas, descuelgue de
campanas, profanaciones y asesinatos de curas, frailes, monjas y católicos
seglares, por el mero hecho de profesar la fe cristiana.
La
revolución de 1860, la Semana Trágica, la salvajada protagonizada por
determinado público contra los conventos una tarde dominical a la salida
desenfrenada de la plaza de toros ‘El Toril’ de Barcelona tras una
mala corrida, la Segunda República desde su proclamación y con mayor énfasis
durante la revolución de Asturias en 1934, fueron los prolegómenos de la
terrorífica persecución religiosa de 1936, superior a la de Diocleciano,
fuente de tantos mártires, muchos de ellos hoy en los altares, mientras continúan
los procesos de beatificación y canonización de tantos futuros santos de
nuestra geografía.
Los
medios de comunicación social aprovechan la debilidad humana que surge esporádicamente
en cualquier colectivo, para difamar, denostar y desprestigiar al catolicismo.
Existe
una persecución encubierta a la Iglesia desde todos los frentes en nuestra
patria, auspiciada desde las más altas esferas. El denominado peyorativamente
nacional catolicismo, se ha transformado de aconfesional en anticonfesional,
cerrándole todas las puertas a nuestra Religión.
Fruto
de una política neofrentepopulista -de
triste memoria-
que se ha adueñado de España, son los diversos actos vandálicos que se
suceden en diversas áreas de nuestra geografía, pasando maquiavélicamente
inadvertidos a la opinión pública.
Un
pueblo de la provincia de Huesca, Murillo de Tous, próximo a Torreciudad, ha
sido remodelado y reconstruido lujosamente por Comisiones Obreras (CC.OO) para
uso de sus asociados como lugar de recreo, transformando la iglesia parroquial
en una discoteca, sin objeción alguna de las autoridades.
La
noche del 30 al 31 de agosto de 2006, se cometió una agresión vandálica
contra la Iglesia de la Concepción de Barcelona de la calle Aragón 299. Fueron
destruidas y trituradas las vitrinas situadas en la puerta del templo.
Según
los medios de comunicación audiovisual, en un pueblo de España ha desaparecido
la imagen de una Virgen. En otro pueblo de escasos habitantes ha sido robada la
Custodia de gran valor.
Síntomas
alarmantes, que de no tomarse medidas preventivas, desembocarán en otra
tragedia nacional.
Urge
advertir a las nuevas generaciones que ignoran el pasado de nuestra patria o
conocen sesgadamente, manipulados por los medios de comunicación y la enseñanza
secundaria, en manos de los prebostes de la segunda restauración, especialistas
en la manipulación y tergiversación de la Historia, para que se informen de la
realidad de los hechos a través de las hemerotecas de la época o bien
estudiando a historiadores profesionales académicamente asépticos, para que
tomen las precauciones oportunas.
Noticia extraída de: http://www.generalisimofranco.com