Los partidos patrióticos por la unidad.
El objetivo no son las elecciones municipales, que se
aprovecharán para la presentación de la iniciativa, sino las generales de
2008, porque «éste es el momento» La edad de quienes atacan a inmigrantes,
mendigos o rivales ha bajado de forma importante; los más antiguos intentan
pasar inadvertidos en los partidos
CRUZ MORCILLO.MADRID.
«La hora de los nacionales».
Bajo ese reclamo comenzó a gestarse hace seis meses un principio de acuerdo
entre los partidos políticos llamados patrióticos o de extrema derecha. «España
se nos muere y no podemos esperar más», reza un artículo del líder de
Democracia Nacional (DM), Manuel Canduela, en el que pide la unidad de todas las
«organizaciones serias» para llegar a un entendimiento ante las próximas
elecciones. Y en ello están desde entonces.
Al menos tres de los partidos a la
derecha del PP -Democracia Nacional (nacionaldemocrático), La Falange
(nacionalsindicalista) y Alternativa Española (católico y patriota)- están
dispuestos a formar una coalición electoral en busca de un voto que les da
esquinazo una y otra vez, según confirmaron a ABC sus responsables. Las
negociaciones están en marcha -más o menos avanzadas según quien lo diga-. El
proyecto pasa por una plataforma en la que coexistan distintos partidos -se
descarta crear uno nuevo-, con los tres citados a la cabeza y apoyados por otros
del llamado entorno nacional o patriótico, «con preocupaciones sociales» que
superan la simbología y usos del franquismo. El modelo sería la coalición
italiana de la nieta de Mussolini, Alternativa Social, más que el Frente
Nacional francés de Le Pen, y la puesta de largo coincidiría con las próximas
municipales, aunque el objetivo son las generales de 2008.
Si la iniciativa llega a buen
puerto, 2007 y los comicios servirían para presentarla en determinados puntos,
pero lo que se busca es la representación parlamentaria, porque «éste es el
momento», según aprecian los líderes de estas organizaciones.
Hasta ahora quienes más empeño
han puesto en el proyecto son Democracia Nacional y La Falange. Hace dos
domingos, en una manifestación en Madrid de este último partido (una de las más
concurridas que se recuerdan en años, según admite la Policía), el jefe
nacional de Falange, Fernando Cantalapiedra, se comprometió públicamente a
crear «un movimiento patriota de unidad». Ambos partidos ya se están apoyando
mutuamente en sus convocatorias, hecho inusual hasta hace poco más de un año.
Cantalapiedra no alberga dudas: «Debemos
anteponer la unidad de acción y eso es más fácil en este momento que nunca
porque hemos limado diferencias estratégicas e ideológicas». A su juicio, el
potencial de crecimiento para las distintas «familias» de extrema derecha está
más fuera de las propias organizaciones que dentro.
Dardos contra el PP
Alternativa Española, cuyo secretario general es Rafael López-Diéguez,
yerno de Blas Piñar, el fundador de la desaparecida Fuerza Nueva, coincide en
el objetivo electoral, pero matiza que lo tiene que autorizar la junta nacional
(se reunirá este mes con ese fin). López-Diéguez aboga por una plataforma o
coalición a la italiana para que el voto de la derecha se sienta representado y
«no se canibalicen unos partidos a otros».
Sus dardos se dirigen sin compasión
al PP, porque «ha renunciado a los principios morales y a la unidad de España»,
y ha propiciado, según este abogado, un voto abstencionista en la derecha «que
hay que recuperar». López-Diéguez reniega del PSOE, aunque admite que está
haciendo lo que le toca y no le sorprende.
Un responsable policial de
Información dice que «hace cinco años era impensable que se juntaran más de
300 y en las últimas manifestaciones se han superado las 2.000 ó 3.000
personas». ¿Motivo para la preocupación? Los mensajes de Policía, Guardia
Civil y Mossos d´Esquadra no apuntan en esa dirección, mientras que no cometan
actos delictivos ni lo sean sus estatutos. Ellos no quiere ni oír hablar de
ultras, extrema y mucho menos de «skin», con los que a veces aparecen
asociados. «Nos desvinculamos de actos violentos», proclaman al unísono.
¿Cuáles son las bazas con las que cuentan estas organizaciones? El mensaje, cobijado por ampulosos discursos, resulta diáfano: España es una, los trabajadores españoles primero, el derecho a la vida, la soberanía frente a las potencias extranjeras, la preservación cultural para evitar el «islamismo que nos invade» y la justicia social. Simple, pero con aristas.
Noticia extraída de: http://www.generalisimofranco.com