El “dios” alcohol moviliza a los jóvenes.

19/03/2006.

Los disturbios protagonizados en la madrugada del día 18 por cerca de 200 jóvenes que participaban en el "macrobotellón" de Barcelona se han saldado con 68 heridos leves y 54 detenidos. Los incidentes se han registrado en la Rambla del Raval y sus alrededores. En Salamanca se han practicado dieciséis detenciones y doce personas están heridas, tres de ellas agentes de policía. En Granada se reunieron cerca de 20.000 personas sin que hubiera incidentes. En otras dieciocho ciudades en las que los jóvenes se habían citado a través del correo electrónico y los SMS, la lluvia y la policía aguaron las convocatorias, con escasa presencia de asistentes.

Ha surgido la moda de mover a la juventud por medio del “botellón”, y cada vez se realizan más convocatorias por medio de sms e internet, reuniendo a miles de jóvenes en lugares públicos, para beber y transgredir las leyes municipales, sobre todo “la prohibición de beber en lugares públicos”.

Un gran número de jóvenes ha encontrado el sentido de su diversión y de su vida en las borracheras, y en beber cuanto más mejor para pasarlo bien en los lugares dónde les place, sin preocuparse del bienestar de los demás, causando ruidos, suciedad, problemas de circulación en las ciudades, accidentes, etc.

A los españoles esta situación nos preocupa. Pero no sólo por esto, sino sobre todo, cuando vemos que nuestros jóvenes, son vilmente manipulados y están siendo autodestruidos, por las consecuencias del alcohol y todo lo que se le une, como las drogas.

A nuestros jóvenes, les están vaciando de sus grandes valores e inquietudes, para utilizarlos y tenerlos dominados como a un rebaño de ovejas. Es curioso que la juventud que se reúne en nombre de la “libertad”, no se subleva contra las acciones gubernamentales en temas de educación, donde los jóvenes van a ser adoctrinados con la religión del estado, por medio de la asignatura “educación para la ciudadanía”. En Francia, miles de jóvenes ante el nuevo “plan de empleo” del gobierno galo, se han echado a la calle. A los jóvenes españoles, el alcohol les ha echado a la calle. También es curioso, ver los problemas que tienen nuestros jóvenes para poderse independizar de sus padres o por ejemplo: formar una familia, comprar un piso, tener un trabajo estable, un sueldo digno, etc. Y ante estos problemas, les dicen que el único problema que tienen,  es que algún alcalde desaprensivo, les puede limitar sus lugares para beber.

Esta es la juventud que estamos formando y ésta es la juventud que nos gobernará y llevará las riendas de nuestra nación. Todavía nos queda un resquicio de esperanza, para que nuestros jóvenes tomen las riendas de su vida y se entreguen en la defensa de los  valores que construyen una sociedad y les forma como personas libres y responsables.

 

Esta noticia ha sido extraída de: http://www.generalisimofranco.com