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En el campo de las
publicaciones, los años de la posguerra fueron especialmente
brillantes y fructíferos. A título de orientación (el tema se presta
para una extensa monografía) habrá que recordar en seguida:
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La
revista Escorial, cuyo
primer número apareció en noviembre de 1940, dirigida
por Dionisio Ridruejo,
con Pedro Laín Entralgo
como subdirector y Luis
Rosales y Antonio
Marichalar como secretarios de redacción. |
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El Español, fundada por
Juan Aparicio (gran
instigador de la cultura en esta época) y dirigida por
él desde 1942 a 1946, en cuyas páginas se dieron a
conocer muchos escritores hoy famosos; como recuerda el
propio Aparicio, en la última época de la revista (1957)
fue permanente colaborador
Francisco Umbral. |
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- Juan Aparicio
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El
mismo Juan Aparicio
lanzó Fantasía (1945), La
Estafeta Literaria (que en su primera etapa,
1944-1946, publicó el Manifiesto del postismo,
movimiento al que pertenecía Fernando Arrabal y donde
asimismo colaboraron, entre otros muchos, Carmen Conde,
José Luis Cano, Cela, Ramón de Garciasol y Germán
Bleiberg), |
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- Juan Ramón
Jiménez - |
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Poesía Española (1952),
con la inestimable ayuda de
José García Nieto; Juan
Ramón Jiménez era uno de sus colaboradores
frecuentes. |
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García Nieto
fundaría en 1943 Garcilaso,
formando con Pedro de Lorenzo
el directorio del movimiento literario conocido como
«juventud creadora». Más tarde dirigiría, durante tres
años, Acanto, otra
revista de poesía. |
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Alfonso García
Valdecasas |
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Singular importancia tuvieron la
Revista de Estudios Políticos
(1941), que dirige Alfonso
García Valdecasas y donde colaboran
Javier Conde, Fernando M.
Castiella, Joaquín Garrigues, Luis Díez del Corral, J.
A. Maravall, Luis Jordana de Pozas, etc.; |
Leonardo,
editada en Barcelona; lnsula, cuyo
índice (recogido por Consuelo Berges) produce a Marías «admiración y
nostalgia»; Vértice, una
publicación de lujo tipográfico insólito para la época, dirigida
sucesivamente por Rornley, Manuel Halcón y
«Tono», con firmas no menos ilustres (José M. Salaverría,
José M. Alfaro, Edgar Neville, Luis Rosales, Miguel Mihura,
Ridruejo, etc.); Ateneo;
Revista (también de Barcelona);
Horizonte, dedicada «al arte, la
literatura y las actualidades»; Arbor,
portavoz de un grupo que ,La Cierva denomina «neointegrista,
westfaliano», y en el que, en 1943, figuran Rafael Calvo Serer,
Raimundo Pániker, Ramón Roquer, Florentino Pérez Embid y otros
miembros del Opus Dei; Cisneros (no
confundir con la actual publicación de la Diputación madrileña, que
absurdamente mantiene el mismo título), órgano del Colegio Mayor del
mismo nombre, orientada por Laín Entralgo, dirigida por Alfredo
Sánchez Bella y con la colaboración entusiásticamente falangista
(entonces) del jesuita P. José María de Llanos. Reapareció asimismo
la orteguiana Revista de Occidente.
En una línea más popular, pero con una
altura intelectual muy superior a las actuales publicaciones de
semejante clase,
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Destino (editada en
Barcelona) agrupaba cada semana firmas de la categoría
de Ignacio Agustí, José Pla,
Néstor Luján, Carlos Sentís, Eugenio Nadal, Juan R.
Masoliver, Joan Teixidor, Miguel Dolç, Santiago Nadal,
J. Ruiz-Manent, Concha Espina... Se significó
pronto como aliadófila, frente a la germanofilia
entonces imperante. |
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Mundo, fundada por
Vicente Gállego (1944),
quedaba en esa misma línea ideológica, en cuanto a la
contemplación de los avatares de la segunda guerra
mundial. |
La
Delegación Nacional de Prensa
edita,
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- Escorial
- Vértice,
- África,
- Haz,
- Alférez, |
- La Hora,
- Alcalá,
- Juventud,
- Medina. |
además de, en cuyas páginas también se
inicia la carrera literaria de muchas plumas actualmente ilustres.
No sería justo olvidar, en esta sincopada recensión, a
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La Codorniz,
heredera inmediata de La Ametralladora, fundada, como
aquélla, por Miguel Mihura
y dirigida después por Álvaro
de Laiglesia. En La Codorniz se forjaron varias
generaciones de humoristas eminentes, al amparo de los
nombres consagrados de Mihura,
«Tono»,
Enrique Herreros,
Laiglesia y
Edgar Neville.
Pensemos, tan sólo, en Antonio
Mingote, Rafael Azcona,
Evaristo Acevedo,
Chumy-Chúmez,
Gila,
Serafín,
Pablo,
Julio Cebrián, Víctor
Vadorrey, Ángel Palomino... |
Especialmente significativo, como
muestra de las inquietudes intelectuales de la época, resulta:
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- Eugenio d´Ors
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- Pío Baroja - |
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- Eugenio Montes
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-Rafael Sánchez
Mazas- |
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El semanario
Primer Plano. Apareció en 1940, bajo la dirección
de Manuel Augusto García
Viñolas, que le dio una impronta cultural
relevante, mantenida en años posteriores por
Adriano del Valle y
Rafael García Serrano.
Baste decir que, por sus páginas, y en sus primeros
años, desfilaron nada menos que colaboradores como
éstos:
Azorín, Eugenio d'Ors, Pío Baroja, José M. de Cossío,
Felipe Lluch, Eugenio Montes, Federico Sopeña, Rafael
Sánchez Mazas, Manuel Halcón, José L. Vázquez Dodero,
Wenceslao Fernández Flórez, Manuel Machado, Eduardo
Aunós, Ernesto Giménez Caballero, José María Alfaro,
Luis Felipe Vivanco. |
Era, sin embargo, una revista popular.
Una revista de cine. Compárese con las actuales, dedicadas en
exclusiva a la pornografía y al cotilleo, y se tendrá una idea muy
correcta acerca de cuál de ambas épocas -la franquista o la actual-
puede ser definida mejor como páramo cultural.
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