Uno de los momentos
históricos que evidencian la hábil estrategia internacional
de Franco fue su entrevista con Hitler en Hendaya. El 23 de
octubre de 1940, y acompañado por su ministro de Asuntos
Exteriores, y cuñado, Serrano Súñer, llegó en un tren
especial a la frontera francesa. Motivos totalmente ajenos a
su voluntad hicieron que el tren llegara con retraso, por lo
que el Führer hubo de esperar al Generalísimo. La reunión
duró toda la tarde y parte de la noche, y Franco adoptó la
postura del "amigo que se resiste". Fue aquella una
fecha decisiva para nuestra Historia. A las peticiones de
Hitler no hubo un "no" rotundo, pero lo cierto es
que la negativa fue real. Alemania no logró su propósito.