Recordando a Franco.

 

Francisco Franco benefactor de los Judios.


Por Eduardo Palomar Baró, 20/11/2008.  


En “The American Sephardi”, con motivo del fallecimiento del Generalísimo Francisco Franco, publicó el artículo que a continuación reproducimos.

«El Generalísimo Francisco Franco, Jefe del Estado español, falleció el 20 de noviembre de 1975. Al margen de cómo juzgarle la Historia, lo que sí es seguro es que en la historia judía ocupará un puesto especial. En contraste con Inglaterra, que cerró las fronteras de Palestina a los judíos que huían del nazismo y la destrucción, y en contraste con la democrática Suiza que devolvió al terror nazi a los judíos que llegaron llamando a sus puertas buscando ayuda, España abrió su frontera con Francia ocupada, admitiendo a todos los refugiados, sin distinción de religión o raza. El profesor Haim Avni, de la Universidad Hebrea, que ha dedicado años a estudiar el tema, ha llegado a la conclusión de que se lograron salvar un total de por lo menos 40.000 judíos, vidas que se salvaron de ir a las cámaras de gas alemanas, bien directamente a través de las intervenciones españolas de sus representantes diplomáticos, o gracias a haber abierto España sus fronteras.

El 23 de octubre de 1940, en los más trágicos momentos de la historia judía europea, cuando las tropas de Hitler estaban a lo largo de la frontera española tras la caída de Francia, Franco se entrevistó con Hitler en la localidad fronteriza francesa de Hendaya, negándose a satisfacer cualquiera de las peticiones de Hitler, incluida la entrada en vigor de legislación anti-judía. Frente a este punto, varios meses más tarde, Franco creó en Madrid y Barcelona el Instituto de Estudios Judíos “Benito Arias Montano”. Su erudita publicación “Separad” sigue siendo una de las mejores publicaciones judías que actualmente se editan en todo el mundo, y la única plenamente subvencionada por un Gobierno nacional fuera de Israel.

En otoño de 1953, las actividades del “Yamin Nora’im” estaban dirigidas en Madrid por el reverendo D. A. Jessurum Cardozo, de Nueva York. Estos servicios, a los cuales Franco expresó su reconocimiento personal, eran los primeros oficialmente autorizados en España desde la expulsión de 1492.

A principios de 1945 Franco permitió a la Agencia Judía que actuara en territorio español para facilitar la inmigración ilegal de los supervivientes de los campos de concentración a Palestina, donde por entonces los británicos impedían la inmigración judía. Tras la participación de Israel en los acontecimientos de Suez de 1956, a los judíos marroquíes se les prohibió emigrar a Israel. El Haham, Rabid Dr. Solomon Gaon, fue recibido en varias ocasiones en privado por Franco y España hizo lo necesario para el traslado en masa hacia Israel a través del Sahara Español, con la aprobación tácita del Gobierno marroquí.

En 1960, en la clausura de la magnífica Exposición Bibliográfica Sefardita Internacional, que estuvo abierta al público durante un mes en la Biblioteca Nacional de Madrid, el Generalísimo concedió a Haham Gaon la alta distinción española de “Caballero de la Orden de Alfonso el Sabio”. En sus palabras de contestación al discurso pronunciado en judeo-castellano, Franco, enjugándose las lágrimas, declaraba: «El Gobierno  español está orgulloso de haber podido salvar vidas judías durante la II Guerra Mundial y quiere hacer todo lo posible por aumentar los lazos culturales entre los sefarditas y los españoles».

El “I Simposio de Estudios Sefarditas”  se celebró en Madrid del 1 al 6 de junio de 1964. El Gobierno español invitó a estudiantes judíos de todo el mundo a que leyeran documentos y publicaciones referentes a aspectos de la cultura sefardita. Sufragado por el Gobierno español, se publicó en 1970 un volumen de “Actas” de 781 páginas, un material indispensable para los estudiantes sefarditas y quizás el trabajo más importante aparecido en este siglo sobre estudios sefarditas.

Tras la contienda entre árabes e israelitas de 1967, Franco dio órdenes a todos sus Embajadores en los países árabes para que concedieran tantos pasaportes y visados españoles a cuantos judíos fuera posible. El Generalísimo Franco intervino personalmente en nombre de los judíos egipcios “apátridas” detenidos por Nasser e internados en condiciones inhumanas. Durante 1968, 110 de estas personas pudieron trasladarse a España, que habían quedado bloqueados por el gobierno de Nasser tras la Guerra de los 6 días,

En el año 1965 Franco fue el primer Jefe de un Gobierno español desde 1492 que recibía en audiencia a delegados de congregaciones judías en su propio país. Por sugerencia de Franco, el 14 de diciembre de 1966, diecinueve millones de españoles votaron a favor de una ley propuesta por Franco para la concesión de libertad de culto para todas las religiones no católicas. Inmediatamente se concedió el permiso para la celebración de actos religiosos judíos públicos. El 16 de diciembre de 1968 se inauguró en Madrid la primera sinagoga desde 1492. Para conmemorar el acontecimiento, el Ministerio de Justicia, por mandato del Jefe del Estado. Confirmó la derogación del Edicto de Expulsión de 1492. Se le envió de forma oficial el documento a D. Damuel Toledano, de la Congregación de Madrid, enviándosele una copia a Haham Gaon, en Londres.

El 13 de junio de 1971, para satisfacer un deseo largamente acariciado por el Generalísimo Franco –su Decreto 874 de 18 de marzo de 1964, incluido en “Actas” 61 3-5– la antigua Sinagoga del Tránsito, de Toledo, fue “devuelta al judaísmo” de forma oficial. A falta de una comunidad judía, se le ha convertido en un espléndido Museo Judío, en espera de su futura nueva consagración como “Casa de la Oración Sefardita Judía”. Presidieron la inauguración del Museo Haham Gaon y el Ministro de español de Educación y Ciencia José Luis Villar Palasí.

Cuando Tánger y Tetuán fueron anexionadas a Marruecos, el Gobierno español invitó a todos los habitantes judíos de estas dos ciudades a que se instalaran en España. En estos momentos la comunidad judía malagueña cuenta con más de 2.500 miembros. Por orden de Francisco Franco, un artista judío recibió el encargo de esculpir una estatua de Salomón Ibn Gabirol, que fue erigida en un parque de Málaga, donde había nacido hacia el 1021, el gran filósofo y poeta. El 21 de abril de 1972, se organizó una gran ceremonia en Málaga para conmemorar el 950º aniversario del poeta. Fueron invitados a los actos especialistas en literatura judía de las universidades españolas y del extranjero. Gracias a los esfuerzos de Franco, en 1972 España era el único país en el que, al margen de Israel, todas las Universidades estatales tenían un Departamento de Estudios Judíos.

El “Sabat Vayislah”, 18 Kisley 5736 (22 de Noviembre de 1975), los coeditores de “The American Sephardi” acudieron a rezar un responso por el alma del Generalísimo Francisco Franco ante el arca de la histórica Sinagoga Hispano-Portuguesa, en la ciudad de Nueva York. Tras mencionarse su nombre, se añadió la frase “sehu azar hayehudim bime hamilhama hagedola”, (“por su ayuda a los judíos durante la Guerra Mundial”).

Testimonios judíos de agradecimiento.

• Salomón Ben Ami, Ministro de Asuntos Exteriores de Israel y Embajador de Israel en España:

«El poder judío no fue capaz de cambiar la política de Roosevelt hacia los judíos durante la II Guerra Mundial. El único país de Europa que de verdad echó una mano a los judíos fue un país en el que no había ninguna influencia judía: España, que salvó más judíos que todas las democracias juntas».

(Declaraciones a la revista “Época” en 1991)

 

Golda Meier, Primera Ministra de Israel, declaró siendo Ministra de Asuntos Exteriores:

«El pueblo judío y el Estado de Israel recuerdan la actitud humanitaria adoptada por España durante la era hitleriana, cuando dieron ayuda y protección a muchas víctimas del nazismo».

(Durante un debate en el Parlamento israelí, Knesset, el 10 de febrero de 1959)

 

Max Mazin, Presidente de la Asociación Hebrea en España (1973):

«¿Qué importa el número de judíos salvados por España, cuando el precio de una sola vida es infinito? Sé que España salvó las vidas de docenas de millares de hermanos nuestros por diversos procedimientos, y hubiera salvado muchas más de haber tenido oportunidad de hacerlo».

«El nombre de España es una de las poquísimas luces que brillan en la larga y oscura noche que vivió el pueblo judío durante los trágicos años del nazismo».

 

Elie Wiezel, escritor judío, premio Nobel de la Paz en 1986:

«España fue, probablemente, el único país de Europa que no devolvió a los refugiados judíos».

(Declaraciones a la prensa a su llegada a Madrid en julio de 1990)

 

Haim Avni y Yad Vaskem, profesores de la Universidad hebrea de Jerusalén:

«Un total de por lo menos 40.000 vidas judías fueron salvadas de las cámaras de gas por las actuaciones directas de las embajadas y consulados españoles».

(“Estudios sobre la catástrofe judeo-europea y la resistencia”, 1970)

Chaim Lipschitz, escritor judío. Autor del libro “Franco, Spain, the Jews and the holocaust”:

«Tengo pruebas de que el Jefe del Estado español, Francisco Franco, salvó a más de sesenta mil judíos durante la II Guerra Mundial. Ya va a ser hora de que alguien dé las gracias a Franco por ello».

(Declaraciones a la revista “Newsweek en febrero de 1970)

Israel Singer, Presidente del Congreso Mundial Judío:

«La España de Franco fue un refugio importante de judíos que se arriesgaron a venir, escapando de la Francia de la libertad, la fraternidad y la igualdad. No quiero defender a Franco, pero en la II Guerra Mundial muchos judíos se salvaron en España e ignorarlo es ignorar la historia».

(Entrevista en “El Mundo”, el 17 de diciembre de 2005)

Enrique Múgica Herzog, destacado miembro del PSOE:

«Aquel régimen, tan criticable en otros aspectos, acogió a los judíos que llegaron, bien para asentarse en España, bien para continuar viaje con la ayuda del servicio diplomático».

(Declaración como presidente de la delegación española en el Congreso Judío Mundial celebrado en Londres en 1998)

Artículo de opinión extraído de la página: www.generalisimofranco.com